Gremio es el nuevo campe¨®n de la Copa Libertadores 2017

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Lan¨²s - Gremio, la final de la Copa Libertadores en im¨¢genes

Gremio vence 1-2 a Lan¨²s y es el nuevo campe¨®n de la Copa Libertadores

Cuando los jugadores del Gremio de Porto Alegre levantaron la Copa Libertadores este mi¨¦rcoles por la noche en el sur de la periferia de Buenos Aires, algunos minutos despu¨¦s de que su equipo venciera 2 a 1 a Lan¨²s en la final de vuelta (3 a 1 en el global), el f¨²tbol sudamericano regal¨® una postal in¨¦dita desde 1963.

La ¨²nica vez que un equipo brasile?o hab¨ªa ganado en Argentina el trofeo m¨¢s importante a nivel continental hab¨ªa sido 54 a?os atr¨¢s, cuando el Santos conquist¨® la Bombonera de Boca Juniors. M¨¢s de medio siglo despu¨¦s, Gremio emul¨® al m¨ªtico equipo de Pel¨¦. Si miles de argentinos invadieron el pa¨ªs vecino hace tres a?os, en el Mundial 2014, al grito de ¡°Brasil decime que se siente¡±, Gremio encontr¨® su revancha po¨¦tica. Ning¨²n pa¨ªs mejor que Argentina para que un equipo brasile?o sea campe¨®n.

En coincidencia con las tres estrellas que bordean su camiseta, una dorada, otra plateada y otra de bronce, para el equipo de Porto Alegre fue la tercera Libertadores de su historia: ya hab¨ªa sido campe¨®n en 1983 y 1995, con lo que justamente alcanz¨® al Santos y al San Pablo como los clubes brasile?os que ganaron m¨¢s Copas, aunque muy lejos del l¨ªder de la tabla, el argentino Independiente, con siete. En un club que lanz¨® al estrellato a Ronaldinho (jug¨® entre 1998 y 2002), quien sin embargo no pudo ganar la Libertadores, ¨¦ste campe¨®n ser¨¢ recordado como el Gremio de Luan, Arthur, Fernandinho y Marcelo Grohe, el portero, acaso el punto m¨¢s alto del equipo dirigido por el exdelantero del club en la d¨¦cada del 90, Renato Portaluppi, primer brasile?o en consagrarse campe¨®n de la Copa como jugador y entrenador.

Si Lan¨²s apostaba al milagro, Gremio le respondi¨® con la historia. Y, sobre todo, con un equipo superior, al que el Real Madrid no deber¨ªa subestimar en el Mundial de Clubes que se jugar¨¢ en diciembre en Emiratos ?rabes. Aunque la mayor¨ªa de las finales de la Libertadores deber¨ªan ser declaradas trabajos forzados, la de este mi¨¦rcoles fue una definici¨®n sin equivalencias. Mientras Gremio jug¨® el partido, Lan¨²s lo sufri¨® de principio a fin, como si la energ¨ªa que utiliz¨® para su fabulosa campa?a en la Copa se le hubiese agotado en sus triunfos ante San Lorenzo y River Plate, en cuartos de final y semifinales, y en la final de ida en Porto Alegre.

M¨¢s acostumbrado a este tipo de definiciones, los brasile?os se sintieron insospechadamente c¨®modos durante casi toda la noche, en especial en el primer tiempo, como si el partido se jugara en el Arena do Gremio y no en La Fortaleza. Lan¨²s es un equipo que sin la pelota se siente inc¨®modo y Gremio le gan¨® el mediocampo en especial a partir de un gran trabajo de Arthur, un talentoso de 21 a?os que, seg¨²n algunos medios sudamericanos, est¨¢ en el radar del Barcelona. Lo que est¨¢ claro es que muy pronto jugar¨¢ en Europa: pertenece a una especie en extinci¨®n, la de los jugadores que conducen a su equipo con estilo desde el kil¨®metro cero del mediocampo.

Y encima Lan¨²s, un equipo de la clase media del f¨²tbol argentino que en los ¨²ltimos 25 a?os se asent¨® en Primera Divisi¨®n y desde 2006 participa ininterrumpidamente en los torneos internacionales (en la tabla hist¨®rica de puntos del f¨²tbol argentino ocupa el 12? lugar, como el Celta en Espa?a, mientras que en la tabla de t¨ªtulos de ligas argentinas, con dos, est¨¢ 11?, como el Atlante en M¨¦xico), puso su cabeza en la guillotina cuando la serie todav¨ªa estaba abierta, a los 27 minutos: el defensor Jos¨¦ Luis G¨®mez err¨® un pase f¨¢cil con su equipo en posici¨®n ofensiva y Fernandinho inici¨® una carrera de 40 metros que termin¨® con un zurdazo alto, imposible para el portero Esteban Andrada.

Lan¨²s, que ya hab¨ªa perdido 1 a 0 el partido de ida, sinti¨® el impacto y qued¨® tan desorientado que, 15 minutos despu¨¦s, permiti¨® que Luan ingresara c¨®modamente, con un eslalon, al ¨¢rea visitante, para que el delantero brasile?o convirtiera el 2 a 0 con un golazo que deber¨ªa servir como promoci¨®n para el Mundial de Clubes.

Con el 3 a 0 del global, la final parec¨ªa sentenciada, tiempo basura hasta la vuelta ol¨ªmpica, pero al comienzo del segundo tiempo ocurri¨® algo inesperado: Arthur sali¨® lesionado y Gremio, sin su eje del mediocampo, perdi¨® la pelota y la br¨²jula del partido. Sin nada que perder, Lan¨²s se reactiv¨® y gracias a la insistencia de Jos¨¦ Sand, el goleador de la Copa, con 9 tantos, gener¨® un penal que el propio delantero cambi¨® por gol.

Con el 1-2, Lan¨²s apel¨® al tercer milagro de la Libertadores: si ya hab¨ªa revertido dos resultados muy adversos en las instancias anteriores (0-2 ante San Lorenzo y 0-3 ante River), al descuento de Sand se le sum¨® la expulsi¨®n de Ramiro, que le reclam¨® a Iv¨¢n Marcone un gesto antideportivo. Faltaban siete minutos, pero sobre todo a Lan¨²s le faltaba f¨²tbol, su principal d¨¦ficit en la noche m¨¢s importante de su historia, que de todas maneras no impidi¨® que el equipo se despidiera ovacionado por su gente.

Aunque en Am¨¦rica el f¨²tbol todav¨ªa resiste como uno de los ¨²ltimos refugios para la clase proletaria, y la Copa Libertadores es un torneo en el que los clubes m¨¢s humildes del continente saben rebelarse contra los poderosos, Gremio demostr¨® que merec¨ªa ser campe¨®n. Y consagrarse campe¨®n en Argentina, para un club brasile?o, siempre vale doble.