Tiger Woods vuelve a ser m¨¢gico
El golfista californiano, de 41 a?os, termina con -8 en Bahamas su primer torneo en 301 d¨ªas, donde se impuso Ricky Fowler
Tiger Woods tiene ya 41 a?os (42 en un par de semanas) y ya no es un junco sino m¨¢s bien un tronco. Tiger Woods llevaba 301 d¨ªas sin disputar un torneo y hab¨ªa estado inv¨¢lido, adicto a los opi¨¢ceos, una ruina f¨ªsica y humana. Tiger Woods transform¨® a finales del siglo XX, un veintea?ero sin complejos, el deporte del golf, y, ya bien entrado el siglo XXI, un cuarent¨®n determinado, lleva camino de redefinir el viejo concepto del retorno. Eso desea ¨¦l, y m¨¢s que ¨¦l a¨²n, el mundo del golf, que le necesita como el aire y saliva ansioso y con anticipaci¨®n al verle jugar en el torneo de Bahamas, donde el domingo igual¨® su mejor ronda de la semana (68 golpes, -5), para terminar octavo el torneo (-8), a 10 golpes del ganador incre¨ªble, el norteamericano Ricky Fowler, que bati¨® el r¨¦cord del campo con una ronda de 61 golpes (-11, 11 birdies).
Fowler hizo m¨¢s birdies seguidos que casi nadie hab¨ªa hecho nunca (los siete primeros hoyos los termin¨® en -1 cada uno) y jug¨® perfecto, pero los aplausos y las miradas eran todos para Woods, que volvi¨® a dar golpes m¨¢gicos. Y hasta Rafa Nadal, su amigo, aplaudi¨® fuerte entre el p¨²blico presente en el club de golf de Albany, junto a Nassau. Y sus rivales, casi todos nacidos en los 90, la generaci¨®n que m¨¢s se ha beneficiado de la revoluci¨®n Woods, que llev¨® dinero y glamour al golf, y sponsors sin fin, no saben si disfrutar pensando en que el regreso del gran Woods devolver¨¢ la atenci¨®n global a sus torneos o si penar pensando en que un rival muy fuerte vuelve para hacerles sufrir. Por si acaso, por ahora le ven tomar ibuprofeno a mitad de ronda en vez de lo de antes, tramadol o hidrocodona, y le elogian sin escatimar palabras. ¡°Me ha sorprendido su swing tan fluido, la velocidad de la cara de su palo al impactar la bola, la distancia que consegu¨ªa¡±, dice Patrick Reed, uno de los j¨®venes del circuito de un golfista que hasta hace nada era un viejo cascado al que le dol¨ªa darle a la bola, y dol¨ªa a los que lo ve¨ªan. ¡°Y lo que es m¨¢s importante, el cuerpo no se le ha quejado¡±.
¡°No pens¨¦ que fuerza capaz de jugar as¨ª¡±, dijo su caddie, Joe LaCava. ¡°Ha estado mucho mejor de lo que esperaba. En los ¨²ltimos entrenamientos no le daba con tanta velocidad y distancia. Es un ser competitivo que cuando empez¨® a jugar aqu¨ª solo pens¨® en ganar. Y solo los campeones como ¨¦l le dan mejor en competici¨®n que entrenando¡±.
El retorno de diciembre de 2017 es el s¨¦ptimo regreso de Woods a la competici¨®n tras ausencias prolongadas en los ¨²ltimos ocho a?os. En 2009 regres¨® ocho meses despu¨¦s de romperse los ligamentos de la rodilla (y de ganar cojo su ¨²ltimo grande, el Open de EE UU de 2008). Logr¨® seis victorias en la temporada, que termin¨® con la gran crisis de su vida, la rotura de su matrimonio y el reconocimiento p¨²blico de sus problemas como adicto al sexo y al juego. Cinco meses despu¨¦s del estallido de la crisis, regres¨® al golf para jugar el Masters del 2010. En abril de 2011 volvi¨® a lesionarse en la rodilla. Estuvo cuatro meses fuera de circulaci¨®n. Regres¨® en agosto de 2011 y disfrut¨® de dos temporadas completas de salud y ¨¦xitos. Aunque no aument¨® la lista de grandes (est¨¢ a¨²n en 14, a cuatro del r¨¦cord de Jack Nicklaus), dej¨® la de victorias en un total de 79, a tres de Sam Snead, el que m¨¢s ha ganado de siempre. En 2014 tuvo sendos lapsos de cuatro y tres meses sin jugar despu¨¦s de operarse la espalda. Y en diciembre de 2016 regres¨®, por pen¨²ltima vez, despu¨¦s de 16 meses parado despu¨¦s de operarse de nuevo la espalda. Dur¨® tres meses en el circuito. Todos sus regresos fueron optimistas, pero quiz¨¢s no tanto como el de diciembre de 2017.
¡°S¨ª que sab¨ªa que pod¨ªa jugar al golf, si no, no habr¨ªa venido a jugar¡±, dijo Woods despu¨¦s de terminar su partido con un bogey en el 18 que no apag¨® la risa franca de su rostro, su felicidad por volverse a ver, humilde y fuerte, jugador de golf de nuevo, vestido de rojo, como siempre los domingos. ¡°Mis dudas eran por saber si pod¨ªa hacer un buen resultado. Creo que he dado buenas se?ales. He dado buenos golpes con el driver, con los hierros y con el putter. Y no, no me ha dolido nada. Solo la cabeza despu¨¦s de haber hecho alg¨²n bogey¡¡±
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