Arteta, el joven director
El exjugador, ayudante de Guardiola en el City, solo tiene 35 a?os, pero sus ganas de evolucionar har¨¢n que se atreva m¨¢s pronto que tarde con un banquillo
Mikel Arteta es uno de los hombres Premier de moda. Es una pieza importante del staff t¨¦cnico de Guardiola en el City de los r¨¦cords, el de las 18 victorias consecutivas, el de los 58 puntos sobre 60. Seg¨²n algunos medios ingleses, Mauricio Pochettino quiso incorporarlo a su equipo de trabajo en el Tottenham. Incluso Arsene Wenger lo ver¨ªa como un candidato a medio plazo para el banquillo del Arsenal. Guardiola lo conoce bien, desde su ¨¦poca en la Masia. Cuando colg¨® las botas como gunner, le convenci¨® para tenerlo cerca. No debi¨® de ser muy complicado, es un m¨¢ster pagado.
En realidad, Mikel Areta lo hizo todo muy r¨¢pido en su carrera, sin periodos de aclimataci¨®n, ni tampoco para las dudas. Con 15 a?os dej¨® San Sebasti¨¢n y firm¨® por el Bar?a para llegar al filial y no debutar con el primer equipo.
Con 18 fue cedido al PSG de Luis Fern¨¢ndez siendo titular en su segundo a?o en un equipo en el que jugaban Ronaldinho, Heinze, Crist¨®bal Parralo o el mismo Pochettino. All¨ª el argentino tom¨® la matr¨ªcula de un chaval que acabar¨ªa fichando por el Glasgow Rangers. Una apuesta sorprendente por un centrocampista creativo, m¨¢s bien liviano y con necesidad de bal¨®n en una Liga de juego muy directo. Y volvi¨® a ser precoz. En su primera temporada, con 21 a?os, convirti¨® el penalti, en el descuento, que dio la Liga a los protestantes, superando al Celtic. Arteta ador¨® siempre la responsabilidad.
La historia iba a tener un paso esperado, la Real. Arteta volvi¨® a casa ya formado, joven y con una misi¨®n: relevar en liderazgo a un gran amigo, Xabi Alonso, rumbo ya a Liverpool. Como suele ocurrir, no funcion¨®. En enero fue cedido al Everton, donde lleg¨® a ser capit¨¢n y jug¨® m¨¢s de 200 partidos en seis a?os muy buenos. Lleg¨® a convertirse en una personalidad muy reconocida en la ciudad y en el mejor del equipo. Luego Wenger se lo llev¨® a Londres. Pegaba en aquel Arsenal, menos ganador, pero de buen toque. Lo hizo bien.
Seguramente mereci¨® ser convocado con la selecci¨®n. En Inglaterra hablaban de una figura infravalorada. Del Bosque reconoci¨® que hubo opciones de llamada, pero no ocurri¨®. Incluso los pross llegaron a amagar con un Diego Costa a la inglesa, una opci¨®n inviable.
Arteta solo tiene 35 a?os, pero sus ganas de evolucionar har¨¢n que se atreva m¨¢s pronto que tarde con un banquillo. Al tiempo.
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