El Bar?a resucita ante el Khimki de Bartzokas

El Barcelona pas¨® de una depresi¨®n que se prolongaba durante bastantes semanas a una jubilosa resurrecci¨®n en la cancha del Khimki. En Mosc¨² interrumpi¨® la plaga de calamidades que le aflig¨ªa. No jugaba bien, ni en la Euroliga, ni en la Liga Endesa, ni en el Palau ni fuera, ni ante los grandes gallos europeos ni ante los meritorios espa?oles. No encontraba los resortes de su juego, ni el talento de sus jugadores. Hasta que se plant¨® en Mosc¨², ante el equipo que dirige Georgios Bartzokas, el entrenador al que despidi¨® en junio para iniciar la nueva etapa con Sito Alonso, y en una situaci¨®n l¨ªmite destap¨® el potencial colectivo y el talento individual que se le presupon¨ªa.

El Barcelona barri¨®, especialmente en un ¨²ltimo cuarto en que su superioridad fue abrumadora: 8-22. Tomic sali¨® de Mosc¨² como un gigante (12 puntos, ocho rebotes y cuatro asistencias), Pau Ribas (seis puntos y ocho asistencias) y Navarro (tres triples, dos asistencias, dos robos) movieron al equipo con soltura, y al final se a?adieron a la fiesta Heurtel (seis asistencias) y Claver (12 puntos y seis rebotes), extraordinarios. Viendo lo ocurrido en Mosc¨², resulta incomprensible c¨®mo ese equipo llevaba s¨®lo una victoria en sus ¨²ltimos 18 desplazamientos europeos, la ¨²ltima, hace casi un a?o, en febrero, en Mil¨¢n. O c¨®mo hab¨ªa sucumbido en sus ¨²ltimos cinco partidos en la Euroliga, a los que a?adi¨® dos derrotas m¨¢s en la Liga Endesa. En Mosc¨² se vio otro Bar?a.

Sito Alonso present¨® toda una declaraci¨®n de intenciones con su quinteto inicial. Era totalmente at¨ªpico, pero se trataba del mismo quinteto que tanto le complaci¨® durante el ¨²ltimo cuarto del ¨²ltimo partido en Vitoria, en el que roz¨® el triunfo tras haber llegado a tener una desventaja de 25 puntos. La f¨®rmula funcion¨® a las mil maravillas. Pau Ribas y Navarro generaron muchas ventajas en ataque y conectaron con Tomic, desequilibrante en todos los aspectos del juego y muy superior en el uno contra uno con Malcolm Thomas. El Barcelona, tambi¨¦n tremendamente superior en el rebote, marc¨® distancias (15-27) en el inicio del segundo cuarto.

Pero acto seguido, el Khimki reaccion¨®. Bartzokas dio descanso a Shved y form¨® un quinteto que defendi¨® con mucha m¨¢s intensidad, especialmente en la primera l¨ªnea con Markovic. El Barcelona encaden¨® cuatro p¨¦rdidas casi consecutivas. Se encasquill¨® su juego de ataque. Su desplome remiti¨® a lo peor de sus ¨²ltimos partidos. P¨¦rdidas, faltas en ataque, errores constantes que le hicieron perder el hilo. El Khimki, con Honeycutt y Anthony Gill resolutivos y Shved m¨¢s suelto en ataque en su vuelta a la cancha, se situ¨® a un punto (32-33), antes de que Hanga anotara un triple sobre la bocina del descanso.

Los triples de Jenkins, los tiros libres y un triple de Shved pusieron por delante al Khimki (46-45). El Barcelona reincidi¨® en uno de sus puntos d¨¦biles: lanza pocos tiros libres y falla muchos (8 de 14 ante el Khimki). Pero su superioridad en el rebote fue tan abismal (17-37) como su recital en el ¨²ltimo cuarto en el que defendi¨® bien, atac¨® con decisi¨®n, estableci¨® la mejor marca de la temporada en la Euroliga con 32 asistencias y desarbol¨® al Khimki. Bartzokas y Svhved, el m¨¢ximo anotador de la competici¨®n europea, acabaron rendidos a la evidencia: el Barcelona, esta vez fue una apisonadora.