El Madrid sigue con velocidad de crucero
Los blancos arrollan al Khimki para sumar la sexta victoria seguida en Euroliga
En el momento dulce que vive, al Real Madrid le da igual jugar con Luka Doncic o sin ¨¦l. Evidentemente es mejor tener en el campo al mejor baloncestista de Europa, pero el equipo de Laso ha alcanzado la velocidad de crucero y carbura con cualquier quinteto en cancha. Este viernes ante el Khimki empez¨® enchufado desde el principio, sin Doncic, y sigui¨® en la misma l¨ªnea cuando el esloveno pis¨® el parquet.
Khimki, 78 - Real Madrid, 95
Khimki (17+14+18+29): Jenkins (3), Shved (23), Anderson (6), Gill (9), Thomas (10) -quinteto inicial-, Markovic, Honeycutt (17), Vialtsev, Zubkov (3), Zaytsev (2) y Monia (5).
Real Madrid (26+25+16+28): Campazzo (8), Causeur (11), Yusta (4), Thompkins (8), Tavares (11) -quinteto inicial-, Taylor (6), Doncic (10), Reyes (7), Carroll (10), Maciulis, Rudy (16) y Randle (4).
?rbitros: Sreten Radovic (CRO), Emin Mogulkoc (TUR) y Mehdi Difallah (FRA). Eliminado el local Anthony Gill por cinco faltas personales (min. 33).
Mytishchi Arena de Mosc¨² (Rusia), ante 6.314 espectadores.
El cuadro blanco sum¨® en Mosc¨² su sexta victoria en Euroliga. Atr¨¢s queda la ¨¦poca de marejada que dej¨® m¨¢s derrotas que victorias. Y atr¨¢s parece que queda la Doncicdependencia. Ahora el Madrid se puede permitir que su joven estrella haga partidos normalitos como el de este viernes porque hay un buen ramillete de jugadores enchufados. Ante el Khimki se uni¨® Rudy, que ejerci¨® de martillo desde la l¨ªnea de tres en el tercer y ¨²ltimo cuarto ante las t¨ªmidas embestidas del rival. Hasta cinco triples convirti¨® el alero en unos minutos de fervor que acabaron de rematar el duelo.
Desde el comienzo se vio que el Madrid andaba fino. El bal¨®n volaba de mano en mano y acababa siempre en el jugador mejor situado para anotar. Daba igual dentro que fuera. Caseur fusilaba desde el exterior, Tavares machacaba con comodidad y lo que sobraba lo recog¨ªa Thompkins. As¨ª, las primeras ventajas no tardaron en llegar (13-23, m. 8) porque en el Khimki solo Shved estaba enchufado, y a medias. El jugador franquicia ruso anot¨® 23 puntos pero se tir¨® hasta las zapatillas.
El conjunto ruso tuvo un amago de reacci¨®n al principio del segundo periodo (22-27), pero este Madrid no parpadea cuando tiene que ponerse serio. En cinco minutos se pas¨® al 22-43. Sin estridencias, con el mismo juego fluido de todo el encuentro. Ese parcial de 0-16 se fragu¨® en el ¨²nico rato en el que el Madrid necesit¨® a un Doncic dominador. Con el esloveno al mando, el equipo se despidi¨® de su rival, al que ya no volvi¨® a ver cerca.
Bartzokas, desesperado
En el banquillo ruso se reconoc¨ªa al Bartzokas estresado del a?o pasado en Barcelona. El Khimki arranc¨® muy bien la Euroliga, incluso derrot¨® al Madrid a domicilio, pero su baj¨®n es tan evidente que una sanci¨®n pende sobre el equipo por los malos resultados. Hasta el fr¨ªo p¨²blico moscovita dedic¨® algunos pitos ante la paliza recibida.
Lo m¨¢ximo que se apret¨® el marcador fue con el 42-56 tras el descanso. A Shved se uni¨® Honeycutt en los mejores minutos del equipo. Un espejismo. Al Madrid le bast¨® con meter un par de balones interiores a Tavares, que cada vez se muestra m¨¢s activo en ataque. Ante el Khimki sum¨® una buena actividad ofensiva a su habitual producci¨®n de rebotes y tapones. Los jugadores del equipo ruso apenas pod¨ªan dejar una bandeja sin rectificar el lanzamiento por el terror que les produc¨ªan los brazos del p¨ªvot madridista.
Pero el gran protagonista final fue Rudy Fern¨¢ndez. Necesitaba el alero un d¨ªa como estos. Todo lo que sal¨ªa de su mano acababa dentro del aro. Su secuencia final de triples sentenci¨® al Khimki y propici¨® que el Madrid jugase a placer los ¨²ltimos minutos de un partido c¨®modo pero perfectamente ejecutado por un equipo que navegada a toda mecha por Europa.
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