El tren del Baskonia arrolla a Olympiacos
El equipo vitoriano apela su juego interior para doblegar al conjunto griego que solo resisti¨® un cuarto
Ven¨ªa el ogro, Olympiacos, que le hab¨ªa ganado a Baskonia los seis ¨²ltimos enfrentamientos; ven¨ªa Spanoulis, cargado de a?os y lesiones, pero con el talento y la autoridad moral ante los ¨¢rbitros intacto; venia el equipo de hierro que convierte su pintura en una especie de galip¨® en el que se pegan lo rivales y cuando lo hacen los condena al tiro libre antes que concederles el placer de anotar. Y eso ocurri¨® en el primer cuarto, pero solo en el primer cuarto, que a fin de cuentas se sald¨® con la leve desventaja de cinco puntos para el Baskonia. Ah¨ª acab¨® el partido de Olympiacos, que comenz¨® a menguar para acabar adoptando el tama?o de un gnomo, al que la seta del Baskonia le cay¨® como un rascacielos sobre la cabeza. 32 puntos de diferencia (86-54) al final del partido tiene algo de deshonra para el equipo griego, con tan ilustres veteranos y notables futuribles.
Baskonia, 86 - Olympiacos, 54
Baskonia (16+20+36+14): Granger (5), Beaubois (13), Timma (-), Kevin Jones (-) y Poirier (13) -cinco inicial-, Voigtmann (19), Janning (8), Garino (7), Shengelia (9), Diop (6) y Vildoza (6).
Olympiacos (21+9+14+10): Spanoulis (6), Mantzaris (6), Papanikolau (5), Printezis (13) y Milutinov (6) -cinco inicial-, McLean (5), Strelnieks (1), Roberts (2), Papapetrou (3), Wiltjer (-), Hollis Thompson (5) y Bogris (2).
Arbitros: Luigi Lamonica (Italia), Olegs Latisevs (Letonia) y Milan Nedovic (Eslovenia). Eliminaron por faltas personal al visitante McLean (min. 36).
Partido correspondiente a la decimos¨¦ptima jornada de la Euroliga disputado en el Fernando Buesa Arena ante 10.722 espectadores.
Y todo dentro de unas ciertas contradicciones, hasta casi el final del segundo cuarto anot¨® el Baskonia su primer triple, tras haber acumulado un fallo tras otro, mientras Olympiacos aparentaba dominar el asunto (una ilusi¨®n). ?Se puede remontar un partido sin apenas mirar de lejos al aro o hacerlo con los ojos tan entornados que la canasta parece un juego de labios? Se puede porque el Baskonia lo hizo, a base del juego interior, una vez que Poirier corrigi¨® el punto de mira de su mano izquierda y comenz¨® su particular recital de coqueteos con la canasta. A Shengelia le cost¨® m¨¢s entrar, pero cuando lo hizo fue Shengelia, no abrasivo, si intensivo. Y de pronto apareci¨®, por fin, la mejor versi¨®n el alem¨¢n Voigthman, que ven¨ªa dando s¨ªntomas de melancol¨ªa, y dio por fin un grito al cielo. Comenz¨® a anotar, a sentirse importante. Y lo que se perd¨ªa por las aturas, se ganaba con estiramiento vertical de brazos. Y el Baskonia le dio la vuelta al marcador (36-30) mand¨¢ndole un mensaje demoledor al conjunto griego: era el quien deb¨ªa hundirse en el galip¨®. En el tercer cuarto, todo cambi¨®: se mantuvo la fuerza ofensiva interior del conjunto de Pedro Mart¨ªnez, pero ya aparecieron los triples en la misma medida que desaparecieron de las manos tristes del Olympiacos, hasta concluir el partido los primeros con 6 de 19 y los segundos con 5 de 30. Porcentajes para no resumir en ambos casos, con el a?adido de que cuatro de los cinco los anot¨® el equipo griego en el primer cuarto.
Y el Baskonia en el tercer cuarto se fue con prisa, impulsado por la corriente el¨¦ctrica que transmite Garino, energ¨ªa positiva pegadiza, la finura de estilista de Beaubois, el poder¨ªo de los p¨ªvots, con especial atenci¨®n a Voigthmann. Todo un recital de juego interior y de velocidad en el juego que arroll¨® al Olympiacos, y se acerca de nuevo al Baskonia al corte del octavo puesto para los play off. Pero queda mucho para echar cuentas.
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