Nadal abandona en Australia: ¡°No pod¨ªa moverme¡±

Despu¨¦s del quinto juego, cuarto set. Ah¨ª vino la congoja:?Rafael Nadal tendido sobre la pista, siendo atendido por el m¨¦dico de pista y dibuj¨¢ndose en su rostro el dolor; tap¨¢ndoselo con una toalla porque desde el principio sab¨ªa que era cosa seria, tan seria que finalmente, despu¨¦s de una resistencia est¨¦ril contra el ¨²ltimo infortunio, le oblig¨® a retirarse y por lo tanto al adi¨®s a Melbourne. Otra vez Melbourne. En 2010, contra Andy Murray, le apart¨® la rodilla derecha; en 2014, en aquella final que cedi¨® contra Stan Wawrinka, la tortura estuvo en la espalda; y esta vez, en la zona superior del muslo derecho. El n¨²mero uno forz¨® hasta el l¨ªmite, cinco juegos m¨¢s, pero no hab¨ªa remedio: con 3-6, 6-3, 6-7, 6-2 y 2-0 en contra, 3h 47m de partido, abandono y despedida. Marin Cilic semifinalista.

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Lo intent¨® Nadal, probablemente m¨¢s de lo recomendable, pero cuando el cuerpo dice basta no hay salida. El suyo lo hizo, otra vez, y al final tuvo que renunciar. Dominaba por dos sets a uno y con el 4-1 adverso del cuarto parcial solicit¨® la asistencia m¨¦dica. Despu¨¦s de una breve conversaci¨®n se tumb¨® en el suelo para recibir un masaje en la zona afectada. ¡°Es como si la pierna no estuviera en el sitio correcto¡±, le dijo al m¨¦dico de pista. Continu¨® a duras penas, con una cojera muy evidente que aument¨® conforme sigui¨® jugando. Sin poder hacer apoyos ni correr a por la bola, mientras Cilic le miraba con la cara de un lobo hambriento, al final desisti¨®.

Se trata del segundo contratiempo f¨ªsico de Nadal en un margen relativamente corto de tiempo. En la recta final de la temporada anterior fue una tendinitis en la rodilla derecha la que le ape¨® de la Copa de Maestros y le oblig¨® a ausentarse de Basilea y Par¨ªs-Bercy. Esto le hizo comenzar el nuevo curso con retraso y viaj¨® a Melbourne justo de rodaje. Sin embargo, cuando la situaci¨®n invitaba al optimismo porque hab¨ªa ido progresando rondas y en los cuartos mandaba sobre Cilic, lleg¨® el golpe: mano al muslo, la primera asistencia y a continuaci¨®n una segunda en el receso entre el cuarto y el quinto set. Y despu¨¦s, la confirmaci¨®n: el ko.

Tendi¨® la mano a Cilic y a la juez de silla, Eva Asderaki. El croata, euf¨®rico, seguramente pod¨ªa haberse ahorrado el ¨ªmpetu con el que celebr¨® cada punto una vez que Nadal se hab¨ªa roto. Hasta entonces hab¨ªa planteado una resistencia elogiable, pero su pase se produjo por la desgracia rival al fin y al cabo. En este sentido, Australia es un territorio hostil con el mallorqu¨ªn, que estuvo pr¨¢cticamente media hora en la pista luchando contra otro destino irrevocable, conocido de sobra en primera persona porque Nadal ha sufrido como pocos el azote de las lesiones. Un mal que esta vez le priv¨® de unas semifinales y al aficionado, qui¨¦n sabe, del en¨¦simo choque con Roger Federer, porque esta edici¨®n del torneo ten¨ªa toda la pinta de resolverse con un pulso entre los mismos protagonistas del a?o pasado.

El octavo abandono en su carrera profesional

Se trata de la octava vez que el balear se retira en medio de un partido, la cuarta en las Ant¨ªpodas. Al abandono de 2010 en Melbourne Park y este ¨²ltimo le acompa?an otros dos en Auckland (2005) y Sidney (2007). Este mi¨¦rcoles, el n¨²mero uno ser¨¢ sometido a unas pruebas para determinar el alcance de la lesi¨®n. Su hoja de ruta marca como pr¨®ximo destino Acapulco (del 26 de febrero al 3 de marzo), pero a la espera de la exploraci¨®n y el diagn¨®stico definitivo todo qued¨® en el aire. Nadal, que ten¨ªa dificultades severas para caminar e incluso subir a la tarima de la sala de conferencias, respondi¨® con resignaci¨®n a los periodistas.

Ten¨ªa la sensaci¨®n de que pod¨ªa luchar para ganar aqu¨ª. Me voy con tristeza del torneo

¡°No s¨¦ que tengo¡±, expres¨® de partida. ¡°Me duele arriba, en la parte final del cu¨¢driceps, arriba. No s¨¦ si es el flexor o qu¨¦ es exactamente... Para decir algo que ni yo ni el m¨¦dico sabemos es mejor esperar unas cuantas horas para conocer el diagn¨®stico. Ahora mismo lo ¨²nico que s¨¦ es que esto me ha dejado inhabilitado, esta es la realidad. No pod¨ªa moverme y la pierna se me quedaba totalmente bloqueada¡±, contaba, ¡°y ojal¨¢ no sea muy grave¡±.

¡°Sab¨ªa que la situaci¨®n estaba complicada porque sent¨ªa mucho dolor y la pierna se me quedaba bloqueada. Al final uno nunca quiere aceptarlo; uno quiere esperar y buscar si pasa algo, si desaparece o mejoras¡­ Me he tomado antiinflamatorios en la pista y estaba esperando a ver si hac¨ªan efecto y mejoraba, nada m¨¢s¡±, prorrog¨®; ¡°no me pod¨ªa mover, y sin poder moverme no voy a ganar. No soy una persona a la que le guste retirarse, pero llegado a este punto¡­ Voy totalmente cojo. No s¨¦ si siguiendo m¨¢s a¨²n me hubiera hecho m¨¢s da?o, no lo s¨¦. Creo que nunca hab¨ªa tenido una lesi¨®n similar, desgraciadamente no me acuerdo de todas¡±.

El Marin Cilic m¨¢s guerrillero

Hasta el instante de la lesi¨®n, Nadal hab¨ªa contenido a un Cilic encorajinado que fue de menos a m¨¢s. El croata, seis del mundo, sac¨® r¨¦dito al bache del n¨²mero uno en la segunda manga y cuando vio que este hab¨ªa perdido la autoridad del arranque comenz¨® a adoptar m¨¢s riesgos y a afilar sus golpes. Encontr¨® en el paralelo el arma m¨¢s letal y en la derecha defensiva del espa?ol, demasiado descubierta, la veta id¨®nea para ir ara?ando tanteo. A diferencia de los careos previos entre los dos, en los que mostraba la bandera blanca con relativa facilidad ¨C5-1 en contra, con una ¨²nica victoria (2009) hasta este martes¨C, guerre¨® todo el rato y finalmente cont¨® con un aliado inesperado.

El da?o f¨ªsico de Nadal.

"Siento tristeza de tener que irme de un torneo que me encanta, en el que me sent¨ªa con capacidad de luchar para ganar, porque es la sensaci¨®n que ten¨ªa¡­ Y con la tristeza de que haya ocurrido una vez m¨¢s un problema en mi carrera", cerr¨® Nadal, el primer y ¨²nico espa?ol que ha conquistado el trofeo de Melbourne; "pero, al final, cuando ocurren cosas as¨ª, uno tiene que saber mirarse en el espejo y recordar las cosas buenas que tambi¨¦n le han pasado".