?Cu¨¢ntas lesiones m¨¢s hay que encajar?
Espero que Rafael supere el desgaste an¨ªmico con la pasi¨®n que le ha caracterizado y dando en todo momento lo que est¨¦ al alcance de su mano. De esto ¨²ltimo no dudo. No sabe hacerlo de otra manera.
Soy dado a manifestar mis desacuerdos.
La ¨²ltima vez fue en este mismo peri¨®dico y justo antes de empezar el Open de Australia, cuando lament¨¦ que no hayamos logrado hacer nada para evitar que las lesiones de los tenistas sean nuestro pan de cada d¨ªa. Si uno hace un r¨¢pido repaso a las bajas de los tres ¨²ltimos grandes torneos, ver¨¢ que no estoy exagerando.
En el US Open faltaron demasiados de los jugadores que ocupan normalmente los primeros puestos: Stanislas Wawrinka, Milos Raonic, Andy Murray, Novak Djokovic y Kei Nishikori. En la Copa de Maestros de Londres, cuatro de los ocho que se hab¨ªan clasificado el a?o anterior no tuvieron ni la posibilidad de intentarlo este ¨²ltimo curso por arrastrar lesiones de importante consideraci¨®n; Wawrinka lo hizo y tuvo que renunciar antes de empezar el torneo. Y Rafael, fue el sexto en caer al tener que abandonar despu¨¦s de su debut contra David Goffin.
Y el Open de Australia ha heredado nada m¨¢s empezar la temporada los destrozos del curso anterior, que no voy a repetir aqu¨ª. Esta constante situaci¨®n me produce rabia y gran tristeza. Me costar¨ªa mucho entender que los dirigentes, los torneos y todas las partes implicadas no se decidieran, de una vez, a tomar cartas en el asunto.
?Cu¨¢ntas lesiones m¨¢s hay que encajar? ?Cu¨¢ntos torneos m¨¢s mermados por las constantes ausencias? ?Cu¨¢ndo vamos a reconocer la necesidad de implementar cambios, de aceptar, de una vez por todas, que la enorme velocidad de la bola y la dureza de las pistas est¨¢n perjudicando a los tenistas y minando el espect¨¢culo?
Dicho todo esto, voy a aparcar el tema y no voy a regodearme en el disgusto ni en la queja. Me canso de ambos enseguida.
Es lo que le dije a Rafael ayer cuando hablamos por tel¨¦fono. Por supuesto, le hice llegar unas palabras de consuelo y afecto. Pero r¨¢pidamente pas¨¦ a la postura que he intentado contagiarle siempre en los momentos dif¨ªciles. Ante la frustraci¨®n, la rabia, el disgusto y la decepci¨®n, nada de relamerse las heridas. Nada puede debilitar m¨¢s. Los reveses se encajan con fortaleza y poniendo la mirada cuanto antes mejor en los pr¨®ximos objetivos.
El juego de Rafael hasta su retirada de ayer invitaba a pensar, al menos a m¨ª, que ten¨ªa muchas posibilidades de alcanzar la final y sus opciones de alzar el trofeo. Cuando sus facultades han estado bien, siempre he tenido m¨¢xima confianza en mi sobrino. Hasta su retirada contra Cilic la tuve y seguir¨¦ teni¨¦ndola cuando se reincorpore en breve tiempo. El pr¨®ximo Grand Slam es Roland Garros, por tanto, hay motivos m¨¢s que contundentes para recuperar el ¨¢nimo y trabajar con tanta intensidad e ilusi¨®n como lo ha hecho siempre.
Rafael se repondr¨¢ bien y pronto, con la inestimable ayuda del Dr. Angel Ruiz Cotorro, y pienso que enfrentar¨¢ esta adversidad como lo ha hecho otras veces. Yo espero que supere el desgaste an¨ªmico con la pasi¨®n que le ha caracterizado todos estos a?os y dando en todo momento lo que est¨¦ al alcance de su mano.
De esto ¨²ltimo tengo pocas dudas. No sabe hacerlo de otra manera.
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