Las claves del triunfo del Real Madrid ante el PSG
La victoria de Zidane ante Emery en la t¨¢ctica, la escasa conexi¨®n entre Mbapp¨¦, Neymar y Cavani o la labor de Isco fueron algunos de los aspectos decisivos del encuentro
Cuando m¨¢s cerca parac¨ªa de la lona, minutos despu¨¦s de que un gol del joven Rabiot pusiese en jaque a Chamart¨ªn, el Real Madrid recuper¨® su idilio con la ¨¦pica y la Champions para abrir un halo de luz a una temporada hasta ayer funesta. Fuera de Copa y desenganchado de la Liga, solo a Europa se agarraban los blancos. Y ah¨ª, en su h¨¢bitat natural, donde m¨¢s impresiona su triunfal historia, el Madrid fue el Madrid. Se levant¨®, remont¨® al Paris Saint-Germain y dio un paso firme hacia los cuartos de final de la competici¨®n continental.
Zidane super¨® a Emery en la pizarra
La base del triunf¨® del Madrid se sustent¨® esta vez en Zinedine Zidane. Conocida ya su sobresaliente labor como gestor del vestuario, su categor¨ªa de entrenador t¨¢ctico gan¨® enteros ante el PSG. El t¨¦cnico franc¨¦s, cuestionado a lo largo de la temporada por su lectura de los partidos y algunos de sus planteamientos, especialmente el del cl¨¢sico, dio un repaso en la pizarra a Unai Emery. Lo hizo de principio a fin, generando primero superioridad en el centro del campo con Isco en lugar de Bale y dando despu¨¦s amplitud y profundidad al equipo en la fase decisiva del encuentro con la entrada de dos jugadores r¨¢pidos y desequilibrantes a la vez que sacrificados como Lucas y Asensio.
No le fue tan bien a su colega del PSG. Obligado a que su multimillonario proyecto diese de una vez por todas un golpetazo en campo, Emery opt¨® por colocar a un volante ofensivo, Giovani Lo Celso, en la posici¨®n de pivote. Pese a la reciente incorporaci¨®n de Lass Diarra, cuyo fichaje parec¨ªa realizado para esta eliminatoria, el vasco prioriz¨® sus preferencias a los consejos de su cuerpo t¨¦cnico. Ya durante el juego, su lectura y decisiones tambi¨¦n quedaron en entredicho. Zidane le contrarrest¨® la sorprendente entrada de Meunier por Cavani con la que el PSG logr¨® dominar el partido durante unos minutos. Justo hasta que actu¨® el t¨¦cnico blanco, que introdujo a Asensio en la izquierda, y atac¨® al belga, m¨¢s d¨¦bil que Alves en labores defensivas. El resultado fueron dos goles. Apenas se inmut¨® Emery, que no dio ni un minuto a un jugador con experiencia, vertical y correoso como ?ngel di Mar¨ªa.
Isco rein¨® ante Lo Celso
Zidane entendi¨® d¨®nde pod¨ªa estar el punto m¨¢s d¨¦bil de este PSG: en los min¨²sculos espacios que se pod¨ªan generar entre ese falso pivote y los centrales. Y ah¨ª, donde m¨¢s cuesta maniobrar, coloc¨® al hombre de su plantilla que mejor lo sabe hacer: Isco Alarc¨®n. Fuera del ¨²ltimo cl¨¢sico y con un protagonismo descendente en las ¨²ltimas semanas, el malague?o fue ayer el golpe de efecto del t¨¦cnico. Su inclusi¨®n en el once fue determinante. Sin una marca fija, liberado en todo el frente de ataque, fue capital para el Madrid en la primera parte. En su figura residi¨® el dominio y control que exhibi¨® el equipo blanco en los primeros 45 minutos, en los que no err¨® ni un solo pase: 38 de 38, m¨¢s que ning¨²n otro.
En la primera parte, el malague?o no err¨® ni un solo pase: 38 de 38.
Lo Celso no le dio ni batalla. Descolocado, cumpli¨® en la salida del bal¨®n, pero evidenci¨® que no es un volante capaz de asumir las tareas defensivas propias de un pivote. El mejor ejemplo, su absurdo penalti sobre Toni Kroos, propio de un jugador poco habituado a ocupar su ¨¢rea. El argentino no logr¨® anticiparse en ninguna acci¨®n del juego y no complet¨® ninguna entrada con ¨¦xito.
Neymar, Mbapp¨¦ y Cavani no se entienden
La fastuosa delantera compuesta por Neymar J¨²nior, Edinson Cavani y Kyllian Mbapp¨¦ aterriz¨® en Madrid dispuesta a reivindicarse como la m¨¢s potente del planeta. Con 70 goles en la mochila, 16 en Europa, eran la gran amenaza para un Madrid poco fiable en defensa esta temporada. Pero el tridente se qued¨® en eso, en una amenaza permanente. Lo fue especialmente Neymar, agitador constante y la peor pesadilla de Nacho. De m¨¢s a menos y algo individualista, percuti¨® una y otra vez por el costado izquierdo a base de filigranas y fren¨¦ticos esl¨¢lones a los que les falt¨® el remate final.
Y es que ayer el brasile?o no encontr¨® ni busc¨® socio. Apenas lo fue Mbapp¨¦, que a su paso por el Bernab¨¦u dej¨® una asistencia y un par de arrancadas fulgurantes, y nunca lleg¨® a encontrar a Cavani. El p¨¢nico que generan sus n¨²meros totales y sus acciones de manera individual no se traducen al colectivo. El tridente del PSG apenas conect¨® en Chamart¨ªn y dio muestras de que todav¨ªa no congenian: solo completaron diez pases entre ellos, todos entre Neymar y Mbapp¨¦.
Cristiano fue Cristiano
Lo que no consigui¨® el tridente del PSG lo alcanz¨® en solitario Cristiano Ronaldo: el gol. El portugu¨¦s, participativo y solidario, volvi¨® a ser decisivo cuando m¨¢s le necesitaba el Madrid con un doblete que le convirti¨® en el primer jugador de la Champions que convierte m¨¢s de 100 goles con un mismo equipo. Con 11 tantos ya en la presente competici¨®n, acumula 45 en los 46 partidos de eliminatorias que ha disputado de blanco en Europa. El primero lo firm¨® anoche desde los once metros. A un minuto para el descanso, en un momento trascendental, igual¨® el choque con un potente lanzamiento.
Ya en la segunda mitad, CR provoc¨® con su presi¨®n la recuperaci¨®n que desembocar¨ªa en su segundo tanto. En esta ocasi¨®n, el luso sac¨® a relucir su olfato en el ¨¢rea, su nuevo h¨¢bitat. Reaccion¨® a un rechace de Marquinhos y meti¨® el muslo para rematar a gol y adelantar al Madrid en su momento m¨¢s cr¨ªtico del partido.
La constancia de Marcelo y el talento de Asensio
Si Cristiano fue Cristiano, Marcelo, uno de los jugadores m¨¢s cuestionados en la crisis del Madrid, se reencontr¨® tambi¨¦n con su versi¨®n m¨¢s determinante. El brasile?o, que llevaba varios partidos ense?ando su mejor¨ªa, especialmente en el plano ofensivo, fue un martillo por la izquierda. Le puso un bal¨®n de gol a Cristiano en la primera parte, particip¨® en el segundo y anot¨® el tercero. El lateral, al que Mbapp¨¦ tan solo super¨® en una ocasi¨®n, el gol del PSG, trajo loco a Alves y tumb¨® a Meunier con la colaboraci¨®n de Marco Asensio.
El efecto del balear: 20 minutos, 11 toques de bal¨®n, cuatro pases y dos asistencias
El balear fue el detonante del arre¨®n final del Madrid. Con el equipo contra las cuerdas, a merced del PSG, su electricidad y talento fueron suficientes para reanimar al equipo. Pegado a la izquierda, retrat¨® a Meunier y dej¨® en evidencia a Emery en su decisi¨®n de apostar todo a avanzar a Alves y reforzar ese costado con el belga. Disput¨® 20 minutos, toc¨® 11 balones, dio cuatro pases y dos de ellos terminaron en gol.
La fortuna y el olfato, del lado del Madrid
Argumentaban desde el club en las ¨²ltimas semanas que uno de los motivos de la crisis que afectaba al equipo resid¨ªa en que ese duende que los acompa?¨® durante toda la temporada pasada hab¨ªa desaparecido. Ayer, ese duende llamado fortuna, reapareci¨® en Chamart¨ªn con dos rechazos que significaron el segundo y el tercer gol. Toda la que tuvo el Madrid le falt¨® al PSG, que reclam¨® un penalti por manos de Ramos. Lo mismo pas¨® con la pegada. Se med¨ªan la delantera m¨¢s acertada de Europa, la de los parisinos, contra un equipo, el de Zidane, que lleva adoleciendo todo el curso la falta de tino en el remate. El guion fue al rev¨¦s: 38 % de efectividad del Madrid en sus disparos a puerta por el 25 % del PSG.
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