Mbapp¨¦ progresa m¨¢s r¨¢pido que Neymar
El franc¨¦s es el primer jugador en la historia que ha sumado 10 goles en Champions antes de cumplir 19 a?os. Su ambici¨®n despierta los celos de la gran figura del PSG
El vestuario de Par¨ªs es una olla a presi¨®n y Kylian Mbapp¨¦ lo recorre con su mirada chispeante de pillo suburbial. Sin perder detalle. Ve que por un lado se mueven esc¨¦pticos los rioplatenses alrededor de Cavani; observa que m¨¢s all¨¢ se agrupan los brasile?os junto a Marquinhos, el l¨ªder, por m¨¢s que Thiago Silva, el capit¨¢n, se pare en una silla; contempla a Motta comport¨¢ndose m¨¢s como un dirigente que como un colega; se r¨ªe con sus paisanos parisinos, con Kimpembe, con Rabiot, o con Verratti, que es casi un parisino m¨¢s; y se distrae con las exhibiciones de Neymar, esforzado cada d¨ªa en llamar la atenci¨®n de todo el mundo, due?o de una gestualidad compleja como un c¨®digo secreto. ¡°Neymar lleg¨® al vestuario como si viniera con cuatro balones de oro¡±, dice un testigo; ¡°y Kylian lo mira divertido, como dici¨¦ndole: ¡®?Yo tengo los mismos balones de oro que t¨²!¡¯¡±.
La escena es un lujo. El equivalente en el f¨²tbol a reunir en un mismo sal¨®n La Anunciaci¨®n del Cordero M¨ªstico y El Jard¨ªn de las Delicias. Un sue?o de coleccionista hecho realidad gracias al poder financiero del emirato de Qatar puesto a nutrir al Paris Saint-Germain, ¨²nico club del mundo que puede presumir de tener en sus filas a los dos aspirantes directos al Bal¨®n de Oro en la pr¨®xima d¨¦cada, seg¨²n dan fe la mayor¨ªa absoluta de los analistas de referencia. Con el declive de Messi y Cristiano, los herederos del trofeo individual m¨¢s prestigioso de la industria ser¨¢n Neymar, de 26 a?os, y Mbapp¨¦, de 19.
Con seis goles en seis partidos Mbapp¨¦ fue tan decisivo como Neymar ¡ªdos goles y dos asistencias en cuatro partidos¡ª en la fase de eliminaci¨®n de la pasada Champions. Si Unai Emery, el t¨¦cnico, lo sigue empleando como ha hecho a lo largo de la temporada, esta noche en el Bernab¨¦u su posici¨®n oscilar¨¢ entre el extremo derecha y la segunda punta, en la zona defendida por Marcelo, Ramos, Casemiro y Kroos. Los cuatro tendr¨¢n trabajo extra. No podr¨¢n perderle de vista cuando tenga el bal¨®n y mucho menos cuando no lo tenga.
Jean Fran?ois Suner, director deportivo del AS Bondy, el equipo del pueblo de las afueras de Par¨ªs donde Mbapp¨¦ se cri¨® y se form¨® como jugador infantil y juvenil, gru?e socarr¨®n cuando habla de su pupilo. ¡°Es muy inteligente¡±, dice; ¡°y eso se nota especialmente en los desplazamientos sin bal¨®n. Esos desmarques que le vimos en el M¨®naco y que le vemos en el PSG, ya los hac¨ªa cuando ten¨ªa diez a?os. Aprendi¨® a fuerza de mirar f¨²tbol. De mirar partidos. En su casa no hac¨ªa m¨¢s que coleccionar v¨ªdeos de partidos que estudiaba de memoria¡±.
Antonio Riccardi fue el primer entrenador de Mbapp¨¦. Sentado en su despacho del Bondy junto a Suner, recuerda al genio con emoci¨®n. ¡°Con seis a?os", apunta, "era m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s h¨¢bil que los otros ni?os; pero en lo que m¨¢s destacaba era en su velocidad para comprender d¨®nde desmarcarse, cu¨¢ndo moverse, cu¨¢ndo no, cu¨¢ndo pasar y cu¨¢ndo conducir. ?l nunca sinti¨® presi¨®n en un campo. Honestamente, creo que siempre entendi¨® el juego naturalmente. Lo trajo de f¨¢brica¡±.
¡°Dentro de dos a?os ser¨¢ mejor que Neymar¡±, sentencia Suner, y la sonrisa le surca la cara. La proyecci¨®n es n¨ªtida. La calculan los t¨¦cnicos de media Europa. Con 18 a?os Mbapp¨¦ ingres¨® en la lista de los 10 mejores futbolistas del planeta, 7? en la nominaci¨®n del ¨²ltimo Bal¨®n de Oro despu¨¦s de convertirse en el primer jugador de la historia de la Champions en meter 10 goles en la competici¨®n antes de cumplir los 19. Cristiano no logr¨® esa cifra hasta que tuvo 23 a?os y Neymar no se situ¨® entre los 10 primeros nominados al Bal¨®n de Oro hasta 2014, con 22 a?os. A Neymar con la edad de Mbapp¨¦ todav¨ªa le quedaban dos temporadas por jugar en el Campeonato Brasileiro.
Mbapp¨¦ tambi¨¦n hace c¨¢lculos. Mira a su alrededor ¡ªmira a Neymar en los entrenamientos¡ª y luego va y lo repite ante las c¨¢maras: ¡°Quiero ser el mejor del mundo¡±. Lo dice porque se siente capaz. Un compa?ero suyo en el PSG asegura que es un chico humilde pero no se ve inferior a nadie y se conduce con un punto de irreverencia propio de la inmadurez. Sin darse cuenta de que hiere la susceptibilidad del m¨¢s conspicuo de sus colegas.
El f¨²tbol produce relaciones esot¨¦ricas articuladas con un lenguaje de c¨®digos. Casi nada de lo que se manifiesta tiene un sentido evidente y en la rutina de entrenamientos y concentraciones de 30 muchachos cada mirada, cada gesto, compone una convenci¨®n que sirve para se?alar complicidad, prepotencia o sumisi¨®n. Quienes interpretan su c¨®digo a diario indican que Neymar lleg¨® a Par¨ªs con la intenci¨®n de convertirse en un l¨ªder an¨¢logo al Messi del Barcelona. Esperaba ser respetado y venerado de acuerdo a una jerarqu¨ªa que solo existi¨® en su mente. El m¨¢s ignorante de esta realidad fue Mbapp¨¦. Los m¨¢s conscientes fueron el presidente Nasser Al-Khelaifi, el director deportivo Hantero Enrique, el delegado Maxwell Scherrer, y el capit¨¢n Thiago Silva, entregados al gran fichaje con devoci¨®n creciente. Exactamente al rev¨¦s que la mayor¨ªa de los jugadores.
El fr¨ªo con que lo recibi¨® el camerino inquiet¨® tanto a Neymar como la impertinencia que crey¨® advertir en el joven goleador. Mbapp¨¦ act¨²a como si se sintiera tan bueno como ¨¦l. No le busca con reverencia sino con un persistente ¨¢nimo juguet¨®n. No se deja intimidar por la actitud del brasile?o que, sutilmente, le marca las distancias o le vacila trat¨¢ndole de novato. El ¨²ltimo partido del PSG en Ligue 1, el s¨¢bado en Toulouse, reflej¨® la clase de problemas que esto genera en el campo: los ¨²ltimos 15 minutos constituyeron un prolongado litigio entre los dos compa?eros. Mbapp¨¦ se desmarcaba y Neymar, indefectiblemente, reten¨ªa la pelota.
La ambici¨®n del joven y las suspicacias del mayor son evidentes para todo el equipo. Edinson Cavani se acerc¨® a Mbapp¨¦ alguna vez para animarle a jugar sin sentirse obligado a las servidumbres: ¡°T¨² eres muy bueno, haz tu f¨²tbol. Ve a lo tuyo. No sirvas a nadie¡±.
Mbapp¨¦ respondi¨® como si no necesitara consejos. Parece feliz en su mundo. Se siente seguro. Sabe que hay cinco clubes dispuestos a pagar 300 millones de euros por ficharle. Est¨¢ convencido de que su destino es grandioso.
Neymar le mira de reojo. El tiempo corre en su contra. Sospecha que debe apresurarse a ganar su primer bal¨®n de oro o las circunstancias favorecer¨¢n al h¨¦roe local.
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