Cristiano defiende su trono
El atacante, dosificado y en su mejor momento goleador de la temporada, pone en juego en Par¨ªs su hegemon¨ªa en la Champions y sus opciones de mantenerle el pulso a Leo Messi
No existe una competici¨®n en el mundo a nivel de clubes que motive y atraiga m¨¢s a Cristiano Ronaldo que la Champions League. Del mismo modo, resulta imposible encontrar a un jugador en el planeta f¨²tbol al que le siente mejor el escenario europeo que al atacante luso. Tanto, que en el ¨²ltimo lustro resulta imposible explicar a la una sin mirar al otro. Y viceversa. Ambos, Europa y CR, m¨¢ximo goleador de la historia del torneo con 121 tantos, mantienen un idilio cuyo futuro m¨¢s inmediato pasa ahora por el Parque de los Pr¨ªncipes de Par¨ªs. El pujante PSG, sin su estrella m¨¢s reconocida, Neymar J¨²nior, pero s¨ª con la m¨¢s emergente, Kyllian Mbapp¨¦, el joven dispuesto a heredar la condici¨®n que todav¨ªa posee su referente, amenaza seriamente la hegemon¨ªa del delantero portugu¨¦s a las primeras de cambio.
Cristiano resolvi¨® con determinaci¨®n el primer envite en el Santiago Bernab¨¦u. Anot¨® un doblete que le convirti¨® en el primer jugador en alcanzar la centena de goles en la Champions con la misma camiseta. Era su s¨¦ptimo partido del curso en la competici¨®n y elev¨® su producci¨®n hasta los 11 tantos, m¨¢s que ning¨²n otro jugador. Su regularidad anotadora confirma su etiqueta de pionero: nunca nadie hab¨ªa visto puerta en los seis encuentros de la fase de grupos. El atacante estir¨® a siete la cifra en la ida ante el PSG y el promedio se mantiene si atendemos a las eliminatorias de la temporada anterior. Acumula 21 goles en los 14 partidos disputados desde la ida de octavos ante el N¨¢poles y anot¨® al menos una diana en 11 de ellos.
Que los hechos se sucedan de esta manera no es una casualidad. Tras una carrera de exigencia e impaciencia a niveles m¨¢ximos, Cristiano comprendi¨® que la clave del ¨¦xito individual y colectivo resid¨ªa tambi¨¦n en la planificaci¨®n del descanso. Zidane le convenci¨® para modificar su rutina y establecer una m¨ªnima dosificaci¨®n que le permitiese llegar en condiciones ¨®ptimas a los partidos trascendentales de la temporada. As¨ª forj¨® su cuarto y quinto Bal¨®n de Oro y por el mismo camino busca volver a ser capaz de discutirle el centro mundial a Leo Messi. El plan lleva en funcionamiento desde que comenzase el 2018 y se ha acentuado en el ¨²ltimo mes. Cristiano ha completado solo tres de los ocho partidos que ha disputado el equipo a partir de febrero. Zidane le dej¨® fuera de la convocatoria frente al Legan¨¦s y el Espanyol a domicili¨® y le retiro del campo ante Levante (minuto 82), Betis (minuto 89) y Getafe (minuto 79). En lo que va de a?o ha disputado solo 880 minutos, 200 menos que la temporada anterior (1.080).
Y curiosamente ha sido en este periodo de m¨¢ximo descanso cuando Cristiano ha conseguido estabilizar e incluso mejorar sus n¨²meros, bajo m¨ªnimos en los primeros meses de competici¨®n. Negado de cara a gol, hasta 2018 solo la Champions aliviaba al atacante. "No dio muestras de ansiedad. Se le notaba m¨¢s sobre el campo que en el d¨ªa a d¨ªa. Siempre estuvo muy tranquilo dentro y no vari¨® ninguna de sus rutinas con fisios y t¨¦cnicos. M¨¢s bien lo contrario. Jam¨¢s se obsesion¨®", aseguran desde el club. El delantero comenz¨® a enterrar su versi¨®n m¨¢s irregular desde que llegase al Madrid en 2009 el pasado 21 de enero frente al Deportivo. Hasta entonces no hab¨ªa sido capaz de encadenar dos partidos ligueros consecutivos anotando. Aquel d¨ªa firm¨® un doblete, al igual que en Mestalla ante el Valencia una semana despu¨¦s. Fueron los cuatro primeros tantos de un bot¨ªn en el que acumula ya 14 en los ¨²ltimos 10 partidos. Unos n¨²meros que mejoran su versi¨®n de los dos primeros meses del a?o anterior: entonces ve¨ªa puerta cada 120 minutos, ahora solo necesita 62. "Estamos ante el Cris 3.0: la m¨¢xima obsesi¨®n, la m¨ªnima impaciencia", resumen desde el club.
Hoy, en Par¨ªs, prolongar su id¨ªlica relaci¨®n con el gol ser¨¢ capital para que el Madrid certifique el pase a cuartos. Solo as¨ª podr¨¢ Cristiano mantener su hegemon¨ªa en la Champions y el pulso con Messi. Su trono est¨¢ en juego.
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