Kylian Mbapp¨¦, la hora de ¡®Blancanieves¡¯
El rey es Neymar, pero sus compa?eros del PSG se?alan que el tapado es el franc¨¦s, consciente de que ante el Madrid debe dejar una huella a la altura de su ambici¨®n
Neymar J¨²nior se busca a s¨ª mismo en cada espejo. No hay superficie pulimentada en el vestuario del Camp des Loges, o en las zonas comunes del hotel Renaissance Hippodrome, sitio de las concentraciones de Par¨ªs, que no haya reflejado los ojos felinos del brasile?o, sus mechas doradas, su pajarita, sus chaquetas de Dolce & Gabbana, sus cinturones de Royamus, sus cruces, sus diamantes y sus gorras customizadas, de frente, de perfil derecho y de perfil izquierdo. Ensimismado en un universo que solo ¨¦l frecuenta, no advierte que sus compa?eros le miran mientras se mira, tan fascinados mir¨¢ndole como ¨¦l mir¨¢ndose. Hace cosa de dos meses un franc¨®fono tuvo la ocurrencia de alertar a la cuadrilla de voyeurs que espiaban a la estrella del equipo: ¡°Espejito, espejito... ?Qui¨¦n es el mejor futbolista del mundo?¡±. Las risas contagiaron al grupo, que comenz¨® a retorcerse en un rinc¨®n del camerino mientras otro gracioso met¨ªa la puntilla: ¡°?Mbapp¨¦! ?El espejo dice que el mejor es Mbapp¨¦!¡±.
No hay gremio m¨¢s proclive a la chanza, la imitaci¨®n burlesca y los chistes crueles que el futbol¨ªstico. Ben Arfa, Rabiot, Verratti, Meunier, Kimpembe, Kurzawa o Cavani no son la excepci¨®n. Los muchachos del PSG observan que la relaci¨®n de Neymar con Mbapp¨¦ reviste la complejidad de una feroz competencia interna. ¡°Ney le esconde la pelota hasta en los entrenos¡±, dice un jugador.
Para los profesionales est¨¢ claro: lo viven en los partidos y en las pr¨¢cticas. Puede que Kylian Mbapp¨¦ no sea gracioso ni tenga la magia que haga la delicia de los res¨²menes televisivos, pero posee m¨¢s potencial que Neymar para ser decisivo en un campo de juego. ¡°Mbapp¨¦ no es un jugador de highlights, pero para mi equipo fichar¨ªa a Mbapp¨¦¡±, dice uno de los testigos de los rituales de Neymar frente a los espejos de Francia, consciente de que esta noche el chico de Bondy ser¨¢ la herramienta con mayor potencial desequilibrante del PSG cuando reciba al Madrid en el Parque de los Pr¨ªncipes para remontar el 3-1.
Es la hora de Mbapp¨¦ porque Neymar se neg¨® a jugar. Lesionado en el quinto metatarsiano del pie derecho el domingo 25 de febrero, el mediapunta brasile?o fue abordado por los enviados del presidente Nasser Al-Khela?fi el lunes. Le dijeron que el proyecto del PSG se hab¨ªa hecho para ganar al Madrid y que si hab¨ªan pagado 222 millones de euros por sus derechos, convirti¨¦ndole en el fichaje m¨¢s caro de siempre, fue para que hiciera un esfuerzo que trascendiera el profesionalismo. Al fin y al cabo, Al-Khela?fi considera que no le trat¨® como a un empleado sino como a un amigo. La respuesta de Neymar, sin embargo, no fue amistosa. Fue estrictamente profesional. Si se infiltraba para medirse al Madrid correr¨ªa el riesgo de estragarse. No quiere perderse el Mundial.
El PSG redobl¨® las presiones pero Neymar se fue a Brasil. Avisan en el club que el despecho de Al-Khela?fi es profundo. Siente que su estrella no se comport¨® con lealtad. Pero, ?c¨®mo renunciar al santo y se?a de la empresa? Mientras los dirigentes resuelven qu¨¦ hacer, Mbapp¨¦ se prepara para ocupar la izquierda del ataque. El carril de Ney. Frente a frente con Dani Carvajal.
Pires: ¡°Es imparable¡±
¡°Mbapp¨¦ recibiendo el bal¨®n por la izquierda gana en potencia y en soluciones¡±, dice Robert Pires, que fue campe¨®n del mundo con Francia en 1998; ¡°cuando est¨¢ Neymar ¨¦l se vuelca a la derecha, pero en la izquierda su regate es m¨¢s desequilibrante. Como es diestro, desde all¨ª sale con m¨¢s potencia, tanto si engancha para adentro como si recorta hacia afuera. Es imparable. Nadie tiene la arrancada de Mbapp¨¦. ?Ni Messi! Pero no nos equivoquemos: solo tiene 19 a?os. No pongamos el PSG en sus espaldas¡±.
La presi¨®n viene de familia. Wilfred Mbapp¨¦, padre del jugador, ha trasladado a su hijo que el partido contra el Madrid ser¨¢ clave en su desarrollo. El chico comprende que debe dejar su huella si aspira a reafirmarse como aspirante al Bal¨®n de Oro. Esa es su ambici¨®n y as¨ª lo ha hecho p¨²blico en varias entrevistas desde diciembre, justo cuando su conexi¨®n con Neymar comenz¨® a cortocircuitarse.
Neymar no es el primer artista bohemio del f¨²tbol. Muchos casquivanos le precedieron. Maradona, Ronaldo Nazario y Ronaldinho, son los m¨¢s ilustres de la ¨¦poca moderna. Que se sepa, jam¨¢s se presentaron como ejemplos de nada. Neymar, en cambio, se subi¨® al estrado del magisterio y hasta de la tutor¨ªa. ¡°Kylian es como mi hijo¡±, dijo en octubre, en el portal Esporte Interativo. ¡°Es un ni?o de oro. Har¨¦ con ¨¦l lo que Messi hizo por m¨ª en el Bar?a¡±.
Eran otros tiempos. Desde diciembre, cuando el disc¨ªpulo manifest¨® que se sent¨ªa capaz de todo, ambos jugadores mantienen una relaci¨®n que sus colegas definen como ¡°forzada¡±. Pero surge una paradoja. Cuanto m¨¢s se aleja emocionalmente Mbapp¨¦ de Neymar, m¨¢s imita lo que en el vestuario del PSG definen como ¡°sus vicios¡± en el campo. A Neymar le gusta pasearse, bajar a pedir la pelota cuando no es necesario, evitar el desmarque en lo posible, trasladar y recrearse en ejecuciones t¨¦cnicas sin m¨¢s prop¨®sito que la autoexaltaci¨®n. El paulista dedica parte de su energ¨ªa a hacer cosas que son m¨¢s valiosas para el ojo del aficionado inexperto que para ganar los partidos. Es una forma de sentirse fuerte que, sin estar directamente vinculada al hecho competitivo, le ha elevado a la mayor consideraci¨®n posible en el mundo del f¨²tbol. A los propietarios catar¨ªes del club les encanta el show. Su sueldo, 47 millones de euros netos por temporada, son la expresi¨®n de este reconocimiento. Mbapp¨¦, que persigue las mismas cotas profesionales, observa que el camino r¨¢pido puede ser el de la filigrana por la filigrana.?
Maravillado ante los gestos superficiales del brasile?o, Mbapp¨¦ ha rebajado la extraordinaria actividad que le caracterizaba con y sin bal¨®n. A veces, ¨¦l tambi¨¦n parece querer demostrar que caminar en lugar de correr es se?al de jerarqu¨ªa. La frivolidad es el im¨¢n. En el camerino de Par¨ªs entienden que el gran desaf¨ªo de Mbapp¨¦ es mantenerse fiel a su estilo din¨¢mico, siempre listo para darle velocidad al juego ofreci¨¦ndose a sus compa?eros de mil maneras.
Mbapp¨¦ imita m¨¢s a Neymar cuanto m¨¢s se distancian. El desencuentro alcanz¨® su punto m¨¢ximo en el Bernab¨¦u, hace dos semanas, en el partido de ida. Durante la media hora inicial, ni Neymar ni Alves, su edec¨¢n, le pasaron balones. Cuando lo hicieron fue porque el equipo se ahogaba y casi nunca lo buscaron en los metros decisivos. A pesar de ello, el gol del PSG se produjo tras un desborde de Mbapp¨¦, que tir¨® m¨¢s veces a puerta (2) que nadie en su bando.?
Desaparecido Neymar de la ecuaci¨®n, falta saber si Alves cambiar¨¢ de actitud, si ha recibido ¨®rdenes, o si da igual porque esta vez se emparejar¨¢ en la derecha con Di Mar¨ªa. ¡°Hablo con Ney casi todos los d¨ªas¡±, dijo ayer el lateral. ¡°Pactamos vernos m¨¢s all¨¢ en la Champions y cuando hacemos pactos, funcionan¡±,
Sea como fuere, la reina se fue a Brasil. Esta noche el n¨²mero uno es Blancanieves.
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