Griezmann marca la diferencia y destroza al Celta

La importancia de Griezmann en determinados partidos puede ser inversamente proporcional al juego del Atl¨¦tico. Cuanto menos le corre la pelota a los jugadores de Simeone, cuanto m¨¢s trabado est¨¢, m¨¢s agradece que al futbolista franc¨¦s resuelva desde su calidad. El de ayer era uno de esos encuentros que ped¨ªa a gritos que la estrella marcara el camino con detalles de futbolista diferente y decisivo. No estuvo a la altura en el Camp Nou, pero ante el Celta emergi¨®. Lo hizo en dos momentos puntuales y da?inos para crujir la moral del Celta. Primero con el gol al borde del descanso. Despu¨¦s, con un pase filtrado a Vitolo cuando a¨²n temblaba el poste de Oblak por un remate al palo de Radoja.

Se agradecen gestos y acciones de los futbolistas distintos cuando hay poco f¨²tbol que mirar y menos que digerir. El exceso de errores en los pases es la ruina del juego. Y en ese plan estaba el Atl¨¦tico al borde del descanso. Dominado insulsamente por el Celta, que mandaba con la pelota desde la distribuci¨®n de Lobodka y las carreras de Jonny por la banda izquierda. Mor¨ªa una y otra vez el Atl¨¦tico en las inmediaciones del ¨¢rea de Rub¨¦n, casi siempre por una entrega imprecisa. Tambi¨¦n se hab¨ªa salvado en un par de ocasiones. Con todo a favor, Sergi G¨®mez enganch¨® fatal un mal remate de Roncaglia. Tampoco Iago Aspas concret¨® bien una mala entrega de God¨ªn ante Maxi G¨®mez. Se pas¨® de rosca buscado la escuadra derecha de Oblak. Aspas siempre genera expectaci¨®n, pero su partido fue decepcionante. Estuvo m¨¢s a las protestas que al juego, intimidado por Lucas, que le dej¨® sus rodillas en las costillas. No se puede permitir el Celta el lujo de dominar y que Aspas no pese en los partidos.

Griezmann castig¨® la falta de contundencia del Celta con su primera genialidad. Con poco juego, el Atl¨¦tico estaba solo para una genialidad suya. Y la hizo. Un bal¨®n suelto en el pico derecho del ¨¢rea procedente de un c¨®rner peinado por Gim¨¦nez lo transform¨® en un ejercicio de baile en una baldosa. Una finta y un recorte hacia afuera para poner mirando a las vallas publicitarias a Jonny y Rub¨¦n. La excelsa maniobra la culmin¨® un derechazo a la escuadra. No hab¨ªa sido peor el Celta que el Atl¨¦tico, pero se march¨® al vestuario rumiando ese golpe de cintura prodigioso de Griezmann.

Susto y gol

Tampoco estaba siendo peor en el arranque del segundo tiempo el equipo de Unzue. Todo lo contrario. Tras una buena maniobra vertical y veloz de Emre Mor pudo haber penalti de Lucas al Tucu Hern¨¢ndez. De Emre Mor tambi¨¦n sali¨® un centro envenenado al segundo palo que Radoja estamp¨® en el poste. El chico tiene una velocidad endiablada en la conducci¨®n. Cuesta entender que la pusiera tan poco en pr¨¢ctica porque cada vez que lo hizo revent¨® a centrocampistas y defensas rojiblancos.

Con el susto en el cuerpo, Griezmann ejecut¨® su segundo gran gesto t¨¦cnico de la tarde. Antes de recibir la pelota al borde del ¨¢rea, ya empez¨® a divisar el desmarque de ruptura de Vitolo. El pase, sin mirar, plant¨® al canario ante Rub¨¦n. La picadita de Vitolo fue delicada. Otro detalle de calidad para agradecer ante tanta aspereza. El gol le vendr¨¢ bien a Vitolo, que est¨¢ inmerso en la encrucijada de ese cuarto centrocampista que tanto le cuesta encajar a Simeone. La hinchada le despidi¨® coreando su nombre ante la decisi¨®n de su entrenador de cambiarle nada m¨¢s marcar. Confianza, la justa. La buena temporada de Correa tambi¨¦n le genera obligaciones a Simeone y este tambi¨¦n respondi¨® con un gol. Esta vez fue Koke el que acert¨® con un buen toque que parti¨® a los centrales del Celta. Correa no perdon¨® a la segunda, tras recoger el rebote de su primer disparo.

Con un regate muy burl¨®n y dos pases magistrales el Atl¨¦tico ventil¨® al Celta. Afortunadamente, por encima del juego colectivo plomizo, todav¨ªa existe la inventiva. Griezmann, en concreto.

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