Zarco, una ¡®pole¡¯ de la chistera para el primer gran premio

Es la verosimilitud lo que hace que los lectores, los espectadores, se enganchen a las historias. Parece mentira que un piloto de un equipo privado con una moto del a?o pasado y sin todas las ayudas y actualizaciones que tienen los pilotos oficiales, con el apoyo diario de la f¨¢brica, pueda aspirar a ganar nada en un campeonato tan competitivo como el de MotoGP. Para creer uno debe conocer a Johann Zarco. ?l es el elemento que hace veros¨ªmil lo que muchos ven incre¨ªble. Porque pilota una Yamaha hecha para el 2017, el a?o en que m¨¢s sufrieron en la casa de los diapasones. Pero lo hace con la convicci¨®n y la dedicaci¨®n del panadero que todav¨ªa elabora el pan de cada d¨ªa con masa madre. El franc¨¦s, 27 a?os, es un trabajador nato. Y se ha pasado todo el invierno pensando en c¨®mo llevar esta M1 de la manera que ella le pide. Parece que lo ha conseguido. Porque en un circuito en el que estaban llamadas a volar las Ducati, 12 km/h m¨¢s de velocidad punta en la recta la moto de Dovizioso, ¨¦l fue quien se llev¨® la primera pole position de la temporada. M¨¢rquez y Petrucci, a su lado en la primera l¨ªnea (la carrera este domingo, a las 17.00 en Movistar MotoGP). Y fuera de la primera foto de s¨¢bado del curso, el favorito del gran premio de Qatar, Dovizioso. Pero a eso iremos m¨¢s tarde.

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Antes, volvamos a c¨®mo Zarco dot¨® de verosimilitud su historia. La del invitado que llega a la fiesta con un traje prestado y se lleva el premio gordo. El camino no fue f¨¢cil. T¨ªpico de un buen cuento. El viernes confesaba verse en dificultades. Ten¨ªa que mejorar aqu¨ª y all¨¢. Estaba demasiado lejos de todas las motos oficiales. Y lleg¨® a la QP2 por los pelos, con el d¨¦cimo mejor puesto. Sali¨® de ella con el mejor. Fue en los ¨²ltimos segundos cuando el franc¨¦s, el h¨¦roe del equipo Tech3, vio c¨®mo el resto de rivales le dejaba al frente del pelot¨®n, ninguno ten¨ªa las narices de tirar del carro en un circuito que se hab¨ªa llenado de arena a causa del viento que hab¨ªa arreciado durante toda la tarde: se qued¨® solo, y pens¨® por qu¨¦ no, pruebo. Y vol¨®. Tanto que baj¨® en unas tres d¨¦cimas el r¨¦cord de la pista: 1m,53'680s. Un tiempo (1m,53'927s) que hab¨ªa firmado Lorenzo en el a?o 2008, con otra Yamaha, oficial claro, y cuando todav¨ªa exist¨ªan los Michelin de clasificaci¨®n.

Eran otros tiempos. Hoy, la f¨¢brica de Iwata vive momentos de duda. Cuesta de entender que Zarco, por bueno que sea, supere a los dos pilotos oficiales: Rossi, octavo, a siete d¨¦cimas, y Vi?ales, 12?, a un segundo. Anda especialmente perdido Vi?ales, que trata de recordar, cambiando la puesta a punto de un d¨ªa para otro, lo bien que se sinti¨® los primeros meses que mont¨® en su M1 el a?o pasado. Ni siquiera Rossi, que firma mejores tiempos, es capaz de ser convincente sobre si se ha abortado la crisis, de modo que el a?o pasado parec¨ªa clar¨ªsimo que el problema era que hab¨ªan equivocado la elecci¨®n del chasis y hoy resulta que todos sus males remiten a una electr¨®nica que todav¨ªa no son capaces de comprender y aplicar para lograr una buena tracci¨®n para ser competitivos m¨¢s all¨¢ de la vuelta r¨¢pida.

El Mundial de MotoGP empieza hoy en el circuito de Qatar y las jornadas previas no pueden dejar un poso m¨¢s consistente y oloroso. Cuando se hac¨ªan quinielas para adivinar qu¨¦ Ducati se apuntar¨ªa la pole, salvo que el veloz M¨¢rquez se sacara alg¨²n truco de la chistera, apareci¨® otro mago, Zarco, para demoler un r¨¦cord que llevaba vigente m¨¢s de diez a?os.

Para la carrera, asegura, no tiene el ritmo suficiente. El hombre a batir es Dovizioso, la Ducati inalcanzable en una recta de m¨¢s de un kil¨®metro, manejable en las curvas, genial el italiano con la gesti¨®n del gas, lo que le ayuda a controlar la degradaci¨®n de los neum¨¢ticos, que tanto se desgastan en este trazado. Pero los rivales son muchos m¨¢s. Otras Ducati, incluida la de Petrucci, optimista Lorenzo, chicos como Rins, suave al manillar de una Suzuki que va como la seda. No hay m¨¢s que ver a Iannone un a?o despu¨¦s. Y M¨¢rquez. Siempre M¨¢rquez. Aunque este no sea el circuito que m¨¢s le guste, ni las curvas de derechas, abundantes en Losail, las que mejor se le dan. A pesar de pilotar, por fin, una Honda m¨¢s d¨®cil y amigable. Solo le faltaba eso.