El reto de Cabo de Hornos

Aqu¨ª estamos de nuevo. Una etapa m¨¢s por delante y, adem¨¢s, esta vez la etapa reina, la m¨¢s larga, la que pasa por Cabo de Hornos. A partir de ella, todo es volver a casa.

Como ya he dicho en m¨¢s ocasiones, esta etapa es muy importante para nosotros, e imagino que tambi¨¦n para el resto de los equipos. Adem¨¢s de que punt¨²a doble -y al final gana el que m¨¢s puntos tenga en la general-, hay un punto extra en juego en Cabo de Hornos y otro, como siempre, para que el que gane la etapa. Somos conscientes que las expectativas sobre nosotros son altas, pero tenemos que ser realistas. Sabemos muy bien que es una etapa muy dura y dif¨ªcil, y tenemos que hacer nuestro trabajo como sabemos. Que nadie adelante acontecimientos, nunca.

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Un resultado perfecto

Bajo un calor insoportable

Una buena noticia es que se reincorpora ?eti, que desde Ciudad del Cabo ha estado recuper¨¢ndose de una lesi¨®n y trabajando muy duro para estar de vuelta cuanto antes con las m¨¢ximas garant¨ªas. Con ¨¦l de nuevo a bordo se baja Louis [Sinclair], uno de nuestros tripulantes reserva desde el principio de la vuelta y que, debo subrayar, ha hecho un gran trabajo en estas etapas; tambi¨¦n s¨¦ que ahora debe estar tan feliz y encantado cuidando su huerto en su casa de Nueva Zelanda, que me consta que lo echaba de menos.

La verdad es que por ahora creo que con las lesiones hemos tenido suerte. Por el momento solo hemos tenido la de ?eti, que como digo, ya est¨¢ recuperado y de vuelta. Siempre hay problemas peque?os, algo normal durante la competici¨®n, pero que no han detenido a nadie y todos est¨¢n dando el cien por cien en el barco. Nosotros intentamos mantener el grupo tan unido como sea posible y por el momento est¨¢ funcionando. Pero est¨¢ claro que la preocupaci¨®n por que le pase algo a alguien siempre est¨¢ ah¨ª, aunque hasta ahora vaya bien.

Como siempre, la salida de Auckland fue muy bonita, con much¨ªsima gente en el agua y record¨¢ndome un poco a la de Vigo de 2005, en todo tipo de barcos o lo que fuese mientras flotase: gente en veleros, lanchas, yates, kayaks, motos de agua, windsurfistas, gente haciendo kite, paddle¡­ de lo m¨¢s variopinto. Y la verdad es que se agradece empezar una etapa, sobre todo como es esta, sinti¨¦ndose tan arropado.

La etapa empez¨® con mandanga de la buena: ci?endo y con rasca. No son las condiciones que nos gustan porque, aunque no somos de quejarnos y las cosas son como son para todos y punto, nos hacen la vida a bordo muy, muy inc¨®moda. Pantocazo tras pantocazo, todo se mueve todo el tiempo, vas muy escorado¡­ Vamos, que mareo asegurado y el est¨®mago hecho trizas. Y da igual las millas que lleves navegadas a lo largo de todos estos a?os; son cosas que por mucho que uno est¨¦ acostumbrado a navegar son as¨ª y siempre lo ser¨¢n. Te mareas, hay que aguantarlo y ya se pasar¨¢. Pero claro, mientras lo aguantas es cuando piensas: ¡°?Qui¨¦n me mandar¨ªa a m¨ª¡­?¡±

En fin. Pasadas unas 24/30 horas m¨¢s o menos, lleg¨® un poco de calma y pudimos poner todo un poco en orden. Tambi¨¦n me lleg¨® la felicitaci¨®n de mis chavales por el d¨ªa del padre, que la verdad no sab¨ªa ni en qu¨¦ d¨ªa estaba. Pero son detalles que te alegran la vida, y m¨¢s si no puedes estar con ellos. Ahora, por el momento, las condiciones son buenas, con 20-25 nudos navegando de popa. Esto ya es otra cosa, aunque las temperaturas, si bien no muy malas, ya empiezan a bajar. Si echas un ojo en cubierta ya ves alg¨²n que otro pasamonta?as y bastantes guantes.

* Sigue paso a paso la aventura del Desaf¨ªoMapfre.