Sucede Cristiano Ronaldo
Por qu¨¦ remata solo y frente a la porter¨ªa con dos defensas pendientes de ¨¦l es algo que en el campo no se puede apreciar, y fuera a duras penas
Jordi Punt¨ª recuerda en Todo Messi (Anagrama, 2018) que durante un partido, Messi se plant¨® en el centro del campo con el bal¨®n y Pern¨ªa se dirigi¨® hacia ¨¦l pensando en la mala suerte de que hubiese ido a pararse con el bal¨®n justo en su zona ("Fui all¨ª por compromiso"). Al llegar a su altura Messi lo devor¨® en un bocado y se fue corriendo al ¨¢rea soltando rivales como lastre. "Menos mal que no la meti¨®, si no salgo en todas partes". "?Qu¨¦ te hizo Messi?", le pregunt¨® su mujer al llegar a casa. "D¨ªmelo t¨², que lo viste por la tele".
La verdad es que en el campo muchas veces los jugadores, delante de Messi y delante de quien sea, se quedan sin explicaciones. En el Madrid-Atl¨¦tico, por ejemplo, Lucas Hern¨¢ndez entr¨® en el ¨¢rea con Cristiano Ronaldo, que es como entrar en una fiesta con un Gallagher: sabes que tarde o temprano va acabar con todo. Cristiano se peg¨® a la espalda de su marcador y se fue despegando de ¨¦l a pasitos. Podr¨ªa pensarse que lo hizo sin que nadie se diese cuenta, pero el mayor objeto de atracci¨®n de 80.000 personas, una pelota, iba delatando su posici¨®n. Por qu¨¦ remata solo y frente a la porter¨ªa con dos defensas pendientes de ¨¦l es algo que en el campo no se puede apreciar, y fuera a duras penas. Cristiano ha llegado a un momento impresionante de su vida en que no se desmarca, ocurre. En estas fechas m¨¢s que un jugador es un acontecimiento. Empal¨® la pelota que ven¨ªa del cielo, la segunda en una semana, y adelant¨® al Real Madrid. Por muy poquito tiempo.
El Atl¨¦tico liguero lleva seis a?os y¨¦ndose del Bernab¨¦u con el Madrid tiritando. Hay un componente psicol¨®gico que fuera de Espa?a se disuelve ante otro a¨²n m¨¢s fuerte, que es la relaci¨®n del Madrid con la Champions. Pero en la Liga el Madrid ha sido sometido y vencido en ocasiones, y cuando ha merecido algo m¨¢s, como en el partido de ayer, aparece alg¨²n gigante a modo de pantalla final, como el portero Oblak. Ninguno de estos dos equipos sirve para disputar segundas plazas, ni es verdad que un derbi es un derbi y un cl¨¢sico, un cl¨¢sico: la tensi¨®n siempre es el campeonato, no los restos. Por eso hay m¨¢s nervios cuando un jugador tarda en levantarse del c¨¦sped que ante un ataque rival, y de ah¨ª que el final del partido dejase a todo el mundo con una conformidad extra?a, incapaz de apreciar nada. S¨®lo el recuerdo de sus goleadores, Cristiano y Griezmann, que levantaron sus estatuas cuando sus equipos m¨¢s lo ped¨ªan.
Navas, que lleva tres a?os respondiendo sobre su futuro como un interino, y al que enfocan con sa?a cuando cualquier portero de cualquier club del mundo tiene un domingo fabuloso, resumi¨® el error del Madrid: si le marcas un gol a un equipo al que cuesta mucho marc¨¢rselo, prot¨¦gelo. Protege el gol, y protege a Navas.
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