El Espanyol y Las Palmas firman la paz

El Espanyol y Las Palmas firmaron la paz en Cornell¨¤. En un partido cambiante, por momentos plomizo, en otros entretenido, el cuadro blanquiazul igual¨® a uno con el canario. Ni David Gallego ni Paco J¨¦mez tienen m¨¢s argumentos que sus delanteros. Calleri (autor de ocho de las 23 dianas del conjunto amarillo) abri¨® el marcador desde el punto de penalti. Respondi¨® Gerard Moreno (15 de 29).? No hab¨ªa m¨¢s misterio, nadie dudaba del orgullo de Las Palmas ni de la rebeld¨ªa del Espanyol; tampoco, por supuesto, del poder goleador de Calleri y Gerard Moreno.

Envalentonado por la ¨²ltima victoria ante el Girona, sobre todo por la visita del descendido Las Palmas, el Espanyol de David Gallego ten¨ªa varias cuentas pendientes ante su afici¨®n, irascible con sus jugadores, siempre memoriosa con Andr¨¦s Iniesta. ¡°Gracias Iniesta por ser ante todo un amigo¡±, rezaba la pancarta en el RCDE Stadium. Cuando parec¨ªa que el Espanyol pasaba por arriba a Las Palmas, Hermoso calibr¨® mal un pase en la salida y campo abierto para Tana y Ezekie. El centro del extremo se estrell¨® en la mano del David L¨®pez, todav¨ªa en el ¨¢rea de Pau. Calleri no tuvo problemas para batir al portero blanquiazul desde los 11 metros. Eso s¨ª, ni lo celebr¨®. No est¨¢ el ¨¢nimo para grandes festejos en el cuadro canario.

Otro duelo comenz¨® en la casa del Espanyol. Las Palmas pas¨® de dominado a dominador, m¨¢s reconocible con su estilo, aferrado a la pelota para desarmar al conjunto blanquiazul. Tampoco es que le haya costado mucho, el Espanyol anda golpeado, sin m¨¢s esperanza que la de su nuevo t¨¦cnico. Gallego se entreg¨® a los pesos pesados del grupo: los cuatro capitanes, m¨¢s Sergio Garc¨ªa, estaban al mando del equipo frente a Las Palmas. La soluci¨®n, sin embargo, no est¨¢ en los galones del grupo, sino en la bota izquierda de Gerard Moreno. Nada nuevo, el resumen de la temporada del Espanyol.

El goleador blanquiazul una vez m¨¢s se puso testarudo. No estaba dispuesto a volver a dejar a su hinchada con la rabia en la boca. Lo intent¨® de cabeza, pero su dispar¨® se estrell¨® en larguero. Arm¨® un latigazo con la zurda, apareci¨® Chichizola. Pero Gerard siempre tiene algo m¨¢s. D¨ªdac Vil¨¢ estir¨® el campo, Sergio Garc¨ªa pein¨® el bal¨®n y entonces el 7 ya solo ten¨ªa que llenarse la garganta de gol. Remat¨® fuerte desde el borde del ¨¢rea chica, para festejar su tanto n¨²mero 15 en la Liga. Entonces, volvi¨® el Espanyol atrevido. Ese equipo que puso de rodillas al Madrid, al Atl¨¦tico y al Barcelona (en la Copa). Pero la insistencia del cuadro blanquiazul chocaba o con las manos Chichizola o con su mala punter¨ªa. Un punto que sirvi¨® para sellar matem¨¢ticamente su permanencia en Primera. Una salvaci¨®n, en cualquier caso, que nunca estuvo bajo sospecha.