El Bar?a se gana a Sud¨¢frica

El Barcelona, con motivo del centenario del nacimiento de Nelson Mandela, quiso participar en los actos de conmemoraci¨®n y disput¨® en Johannesburgo un duelo amistoso frente al Mamelodi Sundowns, uno de los conjuntos m¨¢s potentes del pa¨ªs. Aunque apenas dio para sacar alguna conclusi¨®n -acaso que Ale?¨¢ tiene pista por delante para aterrizar ya en el primer equipo, tal y como avanz¨® Valverde-, el duelo, como amistoso, careci¨® de ritmo. Pero no de f¨²tbol porque los cerca de 90.000 aficionados que acudieron al estadio azuzaron y contagiaron su voluntad a los jugadores, por m¨¢s que el Mundial est¨¦ a la vuelta de la esquina y que a la temporada de clubes le quede un suspiro. Una cita inc¨®moda para los futbolistas -20 horas de vuelo entre la ida y la vuelta-, pero valiosa para el club porque ingresar¨¢ unos cinco millones de euros.

La animosidad en el adorno se dio sobre todo en Luis Su¨¢rez, que trat¨® hacer quiebros complicados, pases imposibles y esl¨¢lones a lo Messi que no le salieron. Pero delante de puerta no falla y as¨ª lo volvi¨® a demostrar tras un pase de Denis Su¨¢rez, muy activo durante todo el partido, siempre entregado a la causa com¨²n sin una mala cara de por medio, por m¨¢s que apenas haya disfrutado de minutos durante el curso. Ese fue el segundo gol de la tarde, tras un error en la composici¨®n del Mamelodi. Un tropiezo reiterativo en el equipo sudafricano, que al abrir el tel¨®n del encuentro regal¨® un bal¨®n a Demb¨¦l¨¦ en la frontal del ¨¢rea. El franc¨¦s, h¨¢bil como es con las dos piernas, lanz¨® el quiebro con la derecha y solt¨® el latigazo con la zurda, cerca de la escuadra y a gol.

Aunque la posesi¨®n qued¨® m¨¢s o menos repartida entre los dos equipos, entre otras cosas porque el Barcelona no apret¨® tanto en la presi¨®n avanzada como acostumbra, los quilates los puso el equipo azulgrana. Tampoco le result¨® muy complicado porque el Mamelodi fue fiel reflejo de los que se suponen de los equipos africanos, muy f¨ªsicos pero con escaso orden t¨¢ctico. As¨ª, dejaban tremendos espacios entre las l¨ªneas, la presi¨®n era descabezada y les costaba horrores atacar en est¨¢tico. Pero en la primera parte les alcanz¨® con un par de pelotazos para Percy Tau ¨Cfutbolista destacado por su facilidad para tirar el regate, encontrar los espacios y a los compa?eros, y armar el disparo-, que descosi¨® a Yerry Mina. El central, de nuevo retratado, parec¨ªa desnortado en el campo, lejos de entender el juego hasta el punto de que, pasado de revoluciones, se llev¨® por delante a Busquets en una ocasi¨®n y al linier en otra. Y Tau se aprovech¨® de la situaci¨®n para cobrarse un mano a mano con Ter Stegen que venci¨® el portero, del mismo modo que tambi¨¦n meti¨® una mano tras una falta lateral que evit¨® un gol que ya se cantaba en el estadio.

Valverde quiso repartir los minutos entre la expedici¨®n y en el segundo acto comparecieron otros 11 jugadores. Sigui¨® el duelo con la misma t¨®nica, con un futbol desbravado del Bar?a que cog¨ªa fiereza en los metros finales y con un Mamelodi corriendo m¨¢s que jugando. Tuvo su oportunidad el central Cuenca (sobrio, sin problema alguno) y el delantero Galarreta, que por poco no emboc¨® su primer disparo desde fuera del ¨¢rea. Pero el partido perdi¨® hilo argumental, con los jugadores del Bar?a destensados y los del Mamelodi con la lengua fuera. De ah¨ª que la hinchada no tardara en reclamar a Messi, que aguardaba en el banquillo. A falta de 25 minutos, el t¨¦cnico le mando a calentar y lo que se encendi¨® fue el estadio, deseoso de ver al extraterrestre del bal¨®n. Al tiempo, Andr¨¦ Gomes festejaba su gol, de nuevo tras un error en la salida que rob¨® Alc¨¢cer y defini¨® el portugu¨¦s.

Cuando quedaba poco m¨¢s de un cuarto de hora, Messi entr¨® al c¨¦sped entre el alborozo general. Choc¨® las manos con Galarreta ¨Cque se estrenaba con el primer equipo- y en la primera jugada ya intervino cuatro veces y por poco no le dio una asistencia de gol a Alc¨¢cer, que puso mal el pie y la tir¨® a las nubes. La r¨¦plica y el premio la dio Tau, qui¨¦n si no, que filtr¨® un pase interior en el borde del ¨¢rea y Vilakazi defini¨® con tino a la red. Y ah¨ª se acab¨® el duelo, acaso alg¨²n detalle del 10, como un pase de 50 metros al pie de Alba, un regate el¨¦ctrico, un disparo lejano¡­ Era un amistoso y no daba para m¨¢s, aunque para Johannesburgo ya fuera mucho por la novedad. Y el Bar?a, competitivo como siempre, se llev¨® el partido y seguro que m¨¢s de un coraz¨®n de Sud¨¢frica.