Cecchinato atormenta a Djokovic

En el Bois de Boulogne saltan las alarmas cuando cae el sol y Marco Cecchinato revienta la banca. El italiano, desconocido para el gran p¨²blico hasta ayer, despide un ¨²ltimo rev¨¦s y noquea a Novak Djokovic despu¨¦s de tres horas y media de partido: 6-3, 7-6, 1-6 y 7-6. Se convierte, en un abrir y cerrar de ojos, en el verdugo de uno de los grandes y el primer tenista de su nacionalidad que alcanza las semifinales de un Grand Slam desde hac¨ªa 40 a?os. E Italia, de repente, vuelve al mapa mientras Nole volvi¨® por momentos a ser el Nole volc¨¢nico de los viejos tiempos, el tigre que ruge y al que le hierve la sangre; el campe¨®n herido que se vuelve hacia la grada y la ordena callar porque el ruido le ha hecho fallar una derecha en el tie-break y la bola sale despedida por los aires, como un homerunbeisbolero. El despertar y la furia, sin embargo, son insuficientes.

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Cecchinato, de 25 a?os y sin rastros de gloria en la ficha, se transform¨® en una tortura con forma de fondista, porque lleg¨® a todo y desquici¨® al serbio. En menos de dos semanas consigue lo que se le hab¨ªa negado en los ocho a?os previos de carrera y su nombre sale a la luz. Tumba, sucesivamente, a Copil, Trungelliti, Carre?o, Goffin y Djokovic, y de este modo sucede a su compatriota Corrado Barazzutti, que en 1978 tambi¨¦n alcanz¨® la pen¨²ltima ronda del grande franc¨¦s. De repente, el jugador de Palermo aparece en Par¨ªs y deslumbra en un duelo el¨¦ctrico que comenz¨® muy bien para ¨¦l y luego se le torci¨®, amenazando Nole con la remontada. Pero no. El balc¨¢nico lo intent¨® por todos los medios, pero a su derecha todav¨ªa le falta p¨®lvora y el italiano corri¨® y peg¨® como si fuera ¨¦l el gigante.

De golpe y porrazo, vence a un hist¨®rico que iba poco a poco levantando la cabeza (aunque no del todo rehecho) y pide una cita con el especialista Dominic Thiem, que unas horas antes hab¨ªa despedido a Alexander Zverev (6-4, 6-2 y 6-1, en 1h 50m) y se hab¨ªa postulado otra vez para intentar dar la sorpresa, por tercer a?o consecutivo en las semifinales. En un abrir y cerrar de ojos, Cecchinato es noticia. ?l y sus piernas, las de un correcaminos, irrumpen en el pen¨²ltimo escal¨®n del torneo poniendo la puntilla a la cuarta oportunidad de match point. Y Nole, rendido porque delante se top¨® con un front¨®n, sin manera de hallar el hueco, finalmente claudica.

¡°Estoy de vuelta en el vestuario, aqu¨ª es donde estoy¡±, expres¨® el de Belgrado apenas 10 minutos despu¨¦s de haber ca¨ªdo, cuando uno de los reporteros trataba de animarle dici¨¦ndole que su actuaci¨®n en Par¨ªs es el punto de partida de su retorno. ¡°I don't know, I don't know, I don't know¡­¡±, repet¨ªa luego, una y otra vez a todas las preguntas que se le planteaban, porque estaba dolido; fastidiado por el hombro derecho, que le molest¨® durante toda la tarde, y sobre todo por una derrota que solo un mes atr¨¢s no hubiera sorprendido tanto. Pero s¨ª ahora, porque estaba levantando el vuelo y Cecchinato no supon¨ªa, a priori, la amenaza que fue a posteriori.

Sospechoso de ama?os y admirador de Safin

¡°?Que por qu¨¦ tengo tatuado el 13 en el brazo? Porque me gustan los tatuajes y el 13 es mi n¨²mero¡±, contaba tras el bombazo Cecchinato, que hasta hace 10 d¨ªas no hab¨ªa ganado nunca un partido en un Grand Slam.

Nacido en Palermo, pero seguidor del Milan y admirador del ruso Marat Safin ¡ªcampe¨®n este de dos grandes¡ª, el italiano ascender¨¢ del puesto 72 del ranking al 27. No hab¨ªa pistas suyas hasta ayer, o en todo caso las que hab¨ªa no ven¨ªan por sus ¨¦xitos en las pistas. Hace dos a?os, en julio de 2016, fue acusado de ama?ar partidos en un challenger de Mohammedia (Marruecos) y uno de dobles en Prostejov (Rep¨²blica Checa). Inicialmente fue suspendido 18 meses por la Federaci¨®n Italiana de Tenis (FIT), aunque luego el castigo se redujo a 12 y al final fue exonerado porque el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Italiano (CONI) detect¨® algunas irregularidades durante el proceso.

¡°Me lo preguntaste el otro d¨ªa¡±, le respondi¨® a un periodista. ¡°Me lo preguntaste y te dije que no quer¨ªa hablar sobre este asunto. Solo quiero pensar en este momento de mi vida, as¨ª que la pr¨®xima vez: no gracias¡±, cerr¨® el gran protagonista del d¨ªa. Hay que remontarse a 1999 para encontrar un semifinalista en Par¨ªs con un perfil tan bajo: fue Andrei Medvered, el 100. Ayer, el flashazo lo dio Cecchinato.

Thiem se postula tumbando a Zverev

Antes, el debate sobre qui¨¦n puede ser el hombre que plante cara a Rafael Nadal en la arena de Par¨ªs despej¨® otra inc¨®gnita, cuando Dominic Thiem derrib¨® a Alexander Zverev (6-4, 6-2 y 6-1, en 1h 50m) y certific¨® su presencia en las semifinales de Roland Garros por tercer a?o consecutivo. El austriaco se mantiene en la carrera a costa del joven alem¨¢n, tocado de una pierna y que una vez m¨¢s volvi¨® a suspender la asignatura del Grand Slam: pese a ser el tenista con m¨¢s proyecci¨®n del circuito, una realidad en toda regla ya, nunca conseguido ir m¨¢s all¨¢ de los cuartos de final en un major. Ha firmado su mejor recorrido en un gran torneo ¨Cel anterior eran los octavos de Wimbledon, el a?o pasado¨C, pero el examen de los cinco sets se le sigue resistiendo.

Hay que remontarse a 1999 para encontrar un semifinalista en Par¨ªs con un perfil tan bajo: fue Andrei Medvered, el 100

Mientras, Thiem contin¨²a consolid¨¢ndose en la arcilla y abri¨¦ndose paso en el Bois de Boulogne un a?o m¨¢s. En el trayecto se ha dejado tres sets, pero ha eliminado a adversarios correosos como Tsisipas, Nishikori y Zverev, este ¨²ltimo mermado por un problema muscular en la parte posterior de la pierna izquierda. Perjudicado, al fin y al cabo, por el desgaste que acumul¨® en el viaje hacia los cuartos. En las tres rondas previas tuvo que recurrir a las cinco mangas para deshacerse de Lajovic, Dzumhur y Khachanov, y contra Thiem pag¨® el sobreesfuerzo. Se ech¨® la mano a la pierna pronto y en el segundo set tuvo que ser atendido (y vendado) por el m¨¦dico.

Guerre¨®, pero Thiem domin¨® el pulso con autoridad. Si de por s¨ª su movilidad es m¨¢s bien deficitaria todav¨ªa, la dolencia de la pierna lo limit¨® m¨¢s. Y tambi¨¦n se equivoc¨® en la estrategia. En lugar de buscar el rev¨¦s defensivo de Thiem insisti¨® en la derecha y ah¨ª el austriaco tiene un mazo. Inapelable con el servicio (no le cedi¨® ni una vez), no brind¨® m¨¢s que dos oportunidades de break y dispar¨® la cifra de errores de su rival hasta los 42 no forzados. Dio, pues, un golpe de autoridad sobre la tierra, en su refugio, puesto que de los 10 t¨ªtulos que ha celebrado en su carrera, ocho vinieron en esta superficie.

Eliminado Zverev, se despej¨® un poco m¨¢s el escenario. El n¨²mero tres gan¨® en M¨²nich y Madrid, y cay¨® con Nadal en la final de Roma; su adi¨®s abri¨® paso a Thiem, el ¨²nico jugador que ha podido derrotar al balear en los dos ¨²ltimos a?os sobre arena. El austriaco, de 24 a?os y n¨²mero ocho de la ATP, se postula otro a?o m¨¢s como la alternativa m¨¢s s¨®lida a Nadal.