El pa¨ªs de los hijos
Me gusta que mi ni?o lleve la camiseta de Espa?a y Per¨², que sea capaz de sentirse de m¨¢s de un lugar
Yo soy peruano, pero mi hijo de 10 a?os naci¨® en Barcelona y ha vivido toda su vida ah¨ª. Es un fan¨¢tico ¡ªm¨¢s bien un adicto¡ª del Bar?a, conoce las alineaciones de todos los equipos de la Liga espa?ola, incluso sabe por cu¨¢nto vender¨¢n y comprar¨¢n a cada jugador en Europa la pr¨®xima temporada. Y sin embargo, para mi sorpresa, en v¨ªsperas del Mundial, me ha dicho:
¡ªPap¨¢, si Per¨² juega contra Espa?a en el Mundial, yo voy a querer que gane Per¨².
¡ª?En serio?¡ª, he preguntado, casi con l¨¢grimas en los ojos¡ª. Qu¨¦ bonito.
¡ªBueno ¡ªha aclarado ¨¦l, para evitar malentendidos¡ª, pero si gana Espa?a, no me voy a poner muy triste, ?ya?
Supongo que va a ser diplom¨¢tico.
De todos modos, tiene gestos concretos muy emotivos. Por ejemplo, ahora se pone la camiseta de Per¨². Sus amigos, que nunca han visto a nuestra selecci¨®n en un Mundial, creen que es la del Rayo Vallecano. ?l mismo ten¨ªa poco aprecio por la blanquirroja antes de ganarle a Nueva Zelanda. Pero tras la clasificaci¨®n a Rusia, ya le parecemos un pa¨ªs serio.
Su entusiasmo peruano me ha recordado la Eurocopa del 2008, que se celebr¨® meses despu¨¦s de su nacimiento. El d¨ªa de la final, mi esposa quer¨ªa salir con sus amigas y yo me qued¨¦ en casa cuidando al beb¨¦. Espa?a gan¨® con un tanto de Torres. Y yo me sorprend¨ª a m¨ª mismo gritando el gol como un energ¨²meno frente al televisor.
No sab¨ªa por qu¨¦ me sent¨ªa tan euf¨®rico. Ese no era mi pa¨ªs. Luego comprend¨ª que s¨ª lo era. Fernando Iwasaki me dijo una vez que tenemos una palabra para la tierra de los padres, ¡°patria¡±, pero no para la tierra de los hijos, que tiene el mismo peso en nuestro coraz¨®n. El pa¨ªs que alz¨® la Eurocopa del 2008 se hab¨ªa hecho m¨ªo con el nacimiento de ese beb¨¦.
Los ¨²ltimos a?os, vivir en Barcelona ha sido un constante reto a mi identidad. La pol¨ªtica catalana se esmera en recordarte cada cinco minutos que eres un extranjero, y que eso es malo. Hay incluso una palabra, ¡°charnego¡±, para recordarles a algunos catalanes que sus padres provienen de fuera. Una alta dirigente nacionalista les dijo a los dirigentes de otro partido catal¨¢n ¡°l¨¢rguense a C¨¢diz¡±, porque no les conced¨ªa el grado m¨ªnimo de pureza ¨¦tnica para representar a sus propios votantes. Yo mismo he escuchado en miles de conversaciones acusaciones contra los espa?oles por no ser ¡°suficientemente europeos¡±, lo cual, como consecuencia, me excluye de por vida. Yo nunca me acercar¨¦ siquiera a lo que una parte de la sociedad exige para formar parte de ella.
Forzado a posicionarse en un bando, mi ni?o ¡ªde madre valenciana¡ª ha optado por ser espa?ol. Durante los meses m¨¢s tensos de las manifestaciones soberanistas, ¨¦l se presentaba en el colegio con su camiseta de la Roja. Preocupado por ¨¦l, le dije muchas veces:
¡ªChico, estamos en el mismo bando... pero no hace falta ir por la calle publicit¨¢ndolo, ?ok?
¡ª?Qu¨¦ quieres? ¡ªrespond¨ªa ¨¦l indignado¡ª, ?que me esconda?
Y yo lo dejaba ir vestido como quisiera. ?Qu¨¦ pod¨ªa hacer?
Por eso mismo, me ha gustado especialmente que ahora se ponga su camiseta peruana. Me siento orgulloso de que mi hijo sea capaz de sentirse de m¨¢s de un lugar. De amar a m¨¢s de un grupo. De disfrutar de un mundo m¨¢s grande. Y de paso, me ha hecho entender algo muy importante: que vemos el f¨²tbol para saber de d¨®nde somos. Y somos del lugar donde alguien nos quiere.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.