Carlos Queiroz: ¡°Espa?a circulaba en quinta¡­ y Lopetegui ha puesto sexta y s¨¦ptima¡±

De Figo a Cristiano, de Portugal a Inglaterra, del Real Madrid al Manchester United, de sir Alex Ferguson al Ir¨¢n de los Ayatolas, hay un cosmos futbol¨ªstico en la cabeza de Carlos Queiroz (Mozambique, 1953). Pocas personas han peregrinado m¨¢s por campos m¨¢s variados. El mi¨¦rcoles en Kaz¨¢n este te¨®rico vanguardista dirigir¨¢ a la selecci¨®n asi¨¢tica contra Espa?a en la segunda jornada de la fase del Grupo B.

Pregunta. ?C¨®mo se hizo entrenador de f¨²tbol?

Respuesta. Empec¨¦ muy pronto. Mi primera experiencia en el f¨²tbol federado la hice en el f¨²tbol infantil en la temporada 80-81 con categor¨ªas inferiores del Belenenses. Hace un rato que estoy vistiendo este ropaje.

P. Desde el punto de vista de la t¨¢ctica, en estas cuatro d¨¦cadas, ?cu¨¢l fue el momento m¨¢s transformador?

R. En mi vida profesional como entrenador la etapa m¨¢s importante, m¨¢s significativa de toda mi carrera, curiosamente ocurri¨® al principio. Comenc¨¦ en las dos orillas del r¨ªo: en el campo y en la Universidad T¨¦cnica de Lisboa. Dediqu¨¦ la primera etapa a hacer mucha investigaci¨®n. En 1982 hice la primera maestr¨ªa superior en f¨²tbol. Esto fue casi una revoluci¨®n porque la Universidad T¨¦cnica era muy tradicional y conservadora. Hab¨ªa maestr¨ªas en biomec¨¢nica y en fisiolog¨ªa, las disciplinas cient¨ªficas que soportan el entrenamiento, pero no en entrenamientos de f¨²tbol. Yo me bat¨ª hasta la ¨²ltima gota de mi sangre para hacer una maestr¨ªa en metodolog¨ªa del entrenamiento de f¨²tbol. No estaba sistematizado. No exist¨ªa la licenciatura en f¨²tbol. Yo fui el primero y con eso abr¨ª muchas cosas en mi vida en el campo intelectual como entrenador. Hice una ruptura que fue un paso de gigante.

P. ?C¨®mo fue el proceso?

R. Yo estudi¨¦ durante a?os todas las escuelas de entrenamiento m¨¢s caracter¨ªsticas: la sudamericana, la europea meridional, la europea septentrional, Inglaterra y Alemania, y tambi¨¦n los conceptos de entrenamiento de los pa¨ªses del Este. Los caracteric¨¦ hasta que en 1982 se me ocurri¨® la idea de empezar a hablar de una cosa que yo llam¨¦ ¡®la simplificaci¨®n de la estructura compleja del juego¡¯. Cuando present¨¦ ese trabajo empec¨¦ a extraer los elementos b¨¢sicos de los juegos reducidos: 11x11, 8x8, 7x7, 4x3, 3x2, 2x1 hasta los elementos sencillos del juego. En ese trabajo conclu¨ª que el juego se fundamentaba en tres elementos base y un elemento que sintetiza y armoniza los otros tres y transmite la ciencia compleja del trabajo de equipo. Present¨¦ un estudio para abordar el cambio metodol¨®gico de todo el entrenamiento bastado en estos tres elementos: espacio, tiempo y n¨²mero. Con esos tres vectores estructur¨¦ una cuarta componente de observaci¨®n de la complejidad relativa del juego que formaba la cohesi¨®n y el juego de equipo. Eso cambi¨® mi vida. Cuando tuve la oportunidad de aplicar mi visi¨®n al trabajo con las categor¨ªas inferiores de la selecci¨®n de Portugal gan¨¦ dos copas del Mundo. Luego conduje toda mi vida de entrenador con los fundamentos metodol¨®gicos de ese tiempo. Observ¨¦ que el entrenamiento ten¨ªa que reflejar la naturaleza del juego y mostr¨¦ c¨®mo hacerlo y por qu¨¦. Esos ni?os que cog¨ª con 12, 13 a?os, Figo, Joao Pinto, Rui Costa¡­ todos han trabajado conmigo con esa visi¨®n diferenciada del entrenamiento. Ese ha sido el marco m¨¢s importante de toda mi vida.

La pedagog¨ªa nos dec¨ªa que la suma de las partes hace el todo. Eso ha sido un desastre durante a?os para el f¨²tbol. Primero entrenaban la f¨ªsica, ma?ana la t¨¦cnica, pasado la t¨¢ctica. ?Y la suma no daba el todo!? Nos olvid¨¢bamos de la libertad de decisi¨®n

P. Guardiola, Lillo, los entrenadores de la escuela de Oporto, los que hablaban de la integraci¨®n de todos los elementos en la pr¨¢ctica, la ¡°periodizaci¨®n t¨¢ctica¡±, etc. ?No se refieren a la misma idea?

R. Cuando hice mi tesis observ¨¦ que cuando jug¨¢bamos en un patio, espont¨¢neamente, nos organiz¨¢bamos. Fu¨¦ramos cuatro, cinco, seis, siete u ocho, siempre jug¨¢bamos. Tres contra dos, cuatro contra tres, y el portero-jugador¡­. ?C¨®mo es posible que si mi sue?o es ser profesional, voy a jugar y me ponen a subir escaleras y a hacer carrera continua? Los ni?os llegaban al campo de f¨²tbol y se confund¨ªan. Eso me ha estimulado a estudiar con otro ¨¢ngulo. Al final, lo que est¨¢bamos ofreciendo a los ni?os en la educaci¨®n no era f¨²tbol. Y m¨¢s grave a¨²n: se hac¨ªa un trabajo de divisi¨®n de la t¨¦cnica. Las teor¨ªas de aprendizaje que tienen que ver con la pedagog¨ªa nos dec¨ªan que la suma de las partes hace el todo. Eso ha sido un desastre durante a?os para el f¨²tbol. Primero entrenaban la f¨ªsica, ma?ana la t¨¦cnica, pasado la t¨¢ctica. ?Y la suma no daba el todo! Eso he escrito. ¡°La suma de las partes de los todos es lo que da el todo: y m¨¢s, tiene que dar el todo con una componente muy importante, que es la libertad de decisi¨®n¡±. Porque ese ha sido el error de la pedagog¨ªa del f¨²tbol durante muchos a?os. Los entrenadores lleg¨¢bamos ah¨ª y destroz¨¢bamos el juego. Porque nos volv¨ªamos directores del juego. Creamos la abstracci¨®n de la decisi¨®n. No quer¨ªamos jugadores con habilidades para tomar decisiones. Eso es lo que ha cambiado. Por eso el f¨²tbol ha cambiado en ese siglo. Porque la mayor¨ªa de los entrenadores percibieron que es la parte de los todos lo que da el todo. Y que los jugadores imaginativos y creativos se construyen estimulando la libertad de decisi¨®n. Por eso la calle antes era muy importante.

P. ?Ahora son m¨¢s importantes los entrenamientos en las escuelas?

R. Se nota en la espiral de calidad en Europa. ?Cu¨¢l est¨¢ siendo la mayor ruptura del f¨²tbol de Europa con ?frica, e incluso con Sudam¨¦rica¡­y Asia¡­? La espiral de calidad, de equipos y jugadores. En Europa de muchos tiras uno. Cuantas m¨¢s cualidades tienes en la base m¨¢s diferencias se hacen en la c¨²spide. La espiral de calidad potencia la excelencia del todo. Por eso Europa camina a una velocidad que va a sacar muchos a?os de adelanto a ?frica y Asia, incluso Am¨¦rica. Los ¨²nicos pa¨ªses que est¨¢n sobreviviendo en t¨¦rminos de trabajo de selecci¨®n son los equipos que tienen la suerte de tener jugadores en edades formativas en Europa. Se benefician de esta espiral de calidad. Cuando tienes mucha calidad en la base compitiendo, si quieren hacer la diferencia Cristiano, Messi y Neymar tienen que ser m¨¢s geniales que nunca. Los americanos dicen: ¡°from many comes one¡±. Esto no es totalmente correcto. Hay que decir: ¡°from many comes one but in quality¡±. Porque la cantidad por s¨ª sola no acrecienta la calidad, pero la cantidad en calidad acrecienta la genialidad.

P. ?C¨®mo se refleja este cambio en la competici¨®n?

R. La evoluci¨®n de los partidos y la competici¨®n reflejan la nueva concepci¨®n en la base metodol¨®gica de los entrenamientos. Los entrenadores son los agentes de la transformaci¨®n del juego porque cada a?o, cuando introducen elementos nuevos m¨¢s perfeccionistas, m¨¢s adaptados a la naturaleza y a la esencia del juego, consiguen cambiar la formaci¨®n de los jugadores y transformar el propio juego.

P. ?No cree que esto ha conducido a que los equipos se ordenen cada vez m¨¢s, y el orden ha hecho que los jugadores por s¨ª solos no puedan transformar los partidos como en su d¨ªa hicieron Ronaldo Nazario, Zidane, Maradona o Cruyff?

Europa se beneficia de una espiral de calidad. Por eso Europa camina a una velocidad que va a sacar muchos a?os de adelanto a ?frica y Asia, incluso Am¨¦rica

R. No es lo normal. Hablemos de Copas del Mundo. Pensemos en Italia 90 o en USA 94. Ah¨ª s¨ª es verdad eso. Fue un periodo un poco mon¨®tono, dictatorial, en que los jugadores estaban un poco presos, amarrados a los sistemas est¨¢ticos y la disciplina de juego, de la norma del equipo. Pero si pensamos en 1982, en 1986, en 2008, en 2006 o 2010, es diferente. Ah¨ª pudimos observar grandes equipos que no estaban sujetos a la dictadura de la disciplina. Un f¨²tbol que respetaba la cohesi¨®n del equipo, los principios de la mentalidad del equipo sin romper con los fundamentos de la libertad, la creatividad y la decisi¨®n de los jugadores. Lo vimos en Sud¨¢frica. Vimos la exaltaci¨®n de las individualidades con base en la potencia que el trabajo de equipo les puede dar. A la correspondencia de una gran cohesi¨®n y disciplina de juego se eleva la posibilidad del riesgo individual. Hemos tambi¨¦n observado dos tipos caracter¨ªsticos de grandes jugadores. Puedo comparar dos jugadores que todo el mundo compara: Cristiano y Messi. Ambos tienen cuatro fundamentos iguales: una habilidad atl¨¦tica superior, una superioridad t¨¦cnica y t¨¢ctica genial, una preparaci¨®n mental fort¨ªsima, y la capacidad de sintetizar estos elementos en el trabajo de equipo. Cristiano se diferencia un poco de Messi porque ¨¦l es un solista que dice: ¡®Vale, soy solista pero si en la orquesta falta un pianista, un violinista o un violoncelista no tengo problema si tengo que tocar el piano o el viol¨ªn o la viola, yo lo hago¡¯. Messi es un poco diferente: puede ser el mejor solista tambi¨¦n pero se presta como un maestro haciendo que sus compa?eros sean lo mejor que pueden ser. En dos formas diferentes de jugar tenemos dos jugadores que nos trazan un quinto elemento en el juego, que es exclusivo de los genios: el elemento final de la cohesi¨®n y de la maestr¨ªa colectiva. Con dos actitudes de base diferentes. Cristiano si siente que alguien no toca bien el piano, dice: ¡®yo lo toco¡¯. Y Messi es el mejor tocando todos los instrumentos. Hace sentir que son parte constante del juego. Hay momentos que s¨ª, la dictadura de la normalidad nos traza un f¨²tbol aburrido que no es innovador, pero pienso que hoy estamos viviendo un momento fant¨¢stico.

P. ?Por qu¨¦ est¨¢ tan seguro?

R. Porque el elemento de la libertad y la decisi¨®n individual est¨¢ promovido en las normas colectivas del equipo. Ahora los genios lo pueden hacer de un modo incre¨ªble porque el nivel de riesgo puede ser cada vez mayor. Como entrenador y persona del f¨²tbol me entusiasma esta rivalidad genial que tenemos de Cristiano y Messi. Los comparo con Lennon y McCartney. Si uno lo hace bien el otro quiere hacerlo mejor. Si uno nos asombra con lo mejor, el otro nos ofrece la excelencia. La gran pregunta del f¨²tbol moderno es: ?hasta d¨®nde? Atenci¨®n: porque llega Michael Jackson, que es Neymar. Estamos en un momento bueno. En algunos momentos los reyes y los pr¨ªncipes del f¨²tbol se han apagado un rato pero no es lo normal. El f¨²tbol se ha caracterizado siempre por etapas con reyes y pr¨ªncipes. Hoy los pr¨ªncipes y los reyes est¨¢n a un nivel como nunca antes han estado.

P. Es cierto, pero ?no cree que al final se impone el orden colectivo al jugador heroico? Messi choc¨® contra Alemania en 2014 y Portugal sin Cristiano se impuso a la Francia de Pogba y Griezmann en 2016.

R. La belleza del f¨²tbol es que siempre nos ofrece lo inesperado. Hay que considerar tambi¨¦n que los equipos sin jugadores de talento no pueden ganar. Pero el f¨²tbol es un juego de equipo. Ganas con los talentos, pero salir campeones es otra cosa. Con talento tienes calidad para ganar. Para salir campeones hace falta car¨¢cter, repetici¨®n, sacrificio, jugadores dispuestos a sacrificar sus egos por el equipo. Muchas veces en el f¨²tbol, el baloncesto, ves salir campeones a equipos con menos talento individual y m¨¢s sincronizaci¨®n y poder de s¨ªntesis, de sinergias para la victoria. Para ser campe¨®n no basta tener un equipo con grandes jugadores hay que ser funcional. Eso hace la diferencia. Lo dem¨¢s es el juego.

P. ?Qu¨¦ hay de verdaderamente novedoso en el f¨²tbol contempor¨¢neo?

R. Hoy nosotros vivimos una involuci¨®n; estamos subordinados a la dictadura del opinatorio. Todos dan opiniones sin moralidad. Hay irresponsabilidad, impunidad e injusticia en las opiniones que muchas veces crean ambientes alrededor del equipo que condicionan los resultados. Es un fen¨®meno¡­ Muy temprano en mi carrera tuve el privilegio de colaborar un ratito con los analistas de Brasil 1982. Probablemente uno de los mejores equipos de Brasil de siempre. Pero mira el ejemplo de Italia: c¨®mo Italia cre¨® un concepto de ¡°nosotros contra el mundo¡±. El entrenador Enzo Bearzot provoc¨® una pelea con toda la sociedad italiana y todos los entrenadores. ?Y salieron campeones! Eso me dio una visi¨®n de otra componente que para m¨ª es muy decisiva del trabajo con los jugadores. Porque nosotros podemos maniobrar en el tiempo, la intensidad o la metodolog¨ªa del entrenamiento, pero nos olvidamos mucho del cerebro. Nos olvidamos de c¨®mo operar todo el entrenamiento a trav¨¦s de una cosa que¡­ Nosotros como seres humanos crecemos y nos desarrollamos utilizando el cerebro para hacer todo, y el cerebro ha sido el elemento menos utilizado e investigado en la vida humana. No sabemos nada del cerebro. Pienso en el entrenamiento mental. ?Por qu¨¦ factores ex¨®genos pueden influir tanto en la definici¨®n de un equipo: la confianza, la autoestima la convicci¨®n, el car¨¢cter¡­? En resumen: s¨ª podemos comprar talentos e intentar ganar un campeonato, pero t¨² no compras car¨¢cter para salir campe¨®n.

P. Usted ha visto crecer de cerca a Cristiano. ?No cree que cada a?o juega mejor en la medida en que cada a?o toca menos el bal¨®n?

R. ?Normal! Hay una palabra muy simple que hay que introducir en la reflexi¨®n: madurez. El entrenador puede hacer todo con el jugador: trabajo t¨¦cnico, mental, f¨ªsico. Podemos comprar talento. Pero no podemos comprar car¨¢cter y experiencia. Un jugador que juega un Mundial y una Copa de Europa con 31 a?os no es lo mismo que el jugador que jug¨® conmigo el Mundial de 2010. No es un jugador diferente. Ha hecho una evoluci¨®n natural. Recuerdo bien algunas cosas. Un d¨ªa lo llam¨¦ a mi despacho en Manchester y le dije algo que solo he dicho a dos jugadores en mi vida: ¡°Hemos trabajado un tiempo, te conozco desde que jugabas en el Sporting, y vamos a llegar a un acuerdo entre los dos: t¨² naciste para ser el mejor jugador del mundo; si est¨¢s dispuesto a trabajar y a caminar para ser el mejor del mundo; yo estoy dispuesto a trabajar encantado contigo. Hay un precio para pagar en la vida cuando quieres tener ¨¦xito. Si quieres te vas a casa, piensas y ma?ana hablamos y empezamos un nuevo d¨ªa de trabajo. Porque ya eres un gran jugador de f¨²tbol. Pero llegar a ser el mejor es otra cosa¡±. Fue interesante porque una de las cosas que empezamos a trabajar fue que hay que llegar al ¨¢rea. Le dec¨ªa: ¡°Cristiano, t¨² tienes gol, pero no puedes hacer goles fuera del ¨¢rea, siendo un jugador de servicio, de entrega del bal¨®n a los otros. Porque es en el ¨¢rea donde t¨² puedes hacer la diferencia y tener un mayor impacto. Es en el ¨¢rea en donde t¨² puedes demostrar por qu¨¦ vas a llegar a ser el mejor del mundo¡±. Poco a poco, como extremo¡­ Los jugadores de esas caracter¨ªsticas, como Cristiano o Figo, quieren el bal¨®n al pie. No quieren llegar. ?No quieren entregar el bal¨®n!

P. No quieren jugar sin bal¨®n.

R. Es muy interesante. Un d¨ªa yo estaba hastiado y estaba echando la bronca a los jugadores y vino Roberto Carlos y me dijo: ¡°?M¨ªster, no se cabree, d¨ªgale a ellos que si hay un problema que me den el bal¨®n a m¨ª! Yo resuelvo¡±. Los grandes jugadores quieren el bal¨®n al pie. Tienen que entender que a veces la maestr¨ªa del juego est¨¢ en encontrar una salida sin bal¨®n. Un d¨ªa un gran entrenador me ha ense?ado una cosa: ¡°El entrenador tiene que saber cu¨¢ndo hablar y qu¨¦ hablar, pero lo m¨¢s importante de un entrenador es saber cu¨¢ndo tiene que estar callado y dejar que hable el silencio¡±. Eso me ha marcado mucho. Traslado eso a los jugadores. Los jugadores se afirman con bal¨®n y sin bal¨®n. Esa ha sido la transici¨®n de Cristiano. No puede estar siempre al piano, a la guitarra, al viol¨ªn y a la bater¨ªa. Porque al final el maestro tiene que conducir el colectivo haciendo impacto, por ejemplo, haciendo los goles. Messi en esto es como Michael Jordan. Jordan estaba en los rebotes, estaba en los puntos y en las asistencias, pero al final el equipo trabaja funcionalmente a su alrededor. Eso no est¨¢ al alcance de todos. Eso est¨¢ al alcance de los que no son del f¨²tbol. Son el f¨²tbol. Cristiano, Messi, Eusebio, Pel¨¦, son el f¨²tbol.

P. ?Lleg¨® a coincidir con Sergio Ramos? Se lo va a encontrar en Kaz¨¢n¡­

R. Sergio fue una de mis derrotas. La prensa conoce bien mis derrotas con el Madrid al final de la temporada 2003-2004. Hablo de mis derrotas con el presidente Florentino P¨¦rez. El presidente gan¨® con sus decisiones y los que quisimos traer a Sergio Ramos del Sevilla en 2004 perdimos. As¨ª es que Florentino 5, y Queiroz y Valdano 0. Lo ficharon m¨¢s tarde, en 2005, y fue mucho m¨¢s caro. Yo pele¨¦ mucho para traer a Pepe y a Sergio. ?Recuerdan cuando yo dec¨ªa que un Ferrari con tres ruedas no puede correr?

P. ?C¨®mo valora la trayectoria de Espa?a?

En Manchester le dec¨ªa: ¡°Cristiano, t¨² tienes gol, pero no puedes hacer goles fuera del ¨¢rea, siendo un jugador de servicio, de entrega del bal¨®n a los otros. Porque es en el ¨¢rea donde t¨² puedes hacer la diferencia y tener un mayor impacto¡±. Los jugadores de esas caracter¨ªsticas quieren el bal¨®n al pie. No quieren llegar. ?No quieren entregar el bal¨®n!

R. ?Fant¨¢stica! Con Del Bosque la selecci¨®n tuvo una tonalidad muy acentuada en los componentes del control del juego, de din¨¢micas colectivas y de expresi¨®n individual en todo el campo. Ve¨ªas por todas partes jugadores con muchas iniciativas y libertad de decisi¨®n con todos los jugadores armonizados en una coherencia de tiempo, de ritmo, de pase, penetraci¨®n y progresi¨®n. Yo siento que Espa?a ha tenido un aval con los ¨²ltimos resultados. Por una raz¨®n sencilla. El f¨²tbol es muy conservador. Hace unos a?os se dec¨ªa: ¡°equipo que gana no se toca¡±. Es al contrario: cuando est¨¢s al top de tu juego hay que cambiar. Porque cuando ganas los otros te copian, te imitan, te desaf¨ªan. Ese ha sido el problema de Espa?a en los ¨²ltimos a?os: no ha tenido una aproximaci¨®n diferente basada en jugadores que con los a?os no pod¨ªan dar el mismo rendimiento. Siento que Lopetegui observ¨® esta situaci¨®n y aport¨® al equipo otra velocidad. Estaban circulando en primera, segunda, tercera cuarta quinta¡­ y Lopetegui ha puesto la sexta y la s¨¦ptima. Hacen lo mismo que hac¨ªan antes pero de una forma m¨¢s consistente y efectiva. Me parece que con eso Espa?a puede ser un serio candidato a ganar la Copa. Claro que depende de muchos factores. Espa?a, Portugal, Alemania, Francia¡­ Todos los jugadores llegan con 60-65 partidos en las piernas. Y el factor de fatiga mental puede causar da?os.

P. El objetivo de Ir¨¢n superar fase de grupos. ?Tiene alguna ventaja respecto a Espa?a, Portugal o Marruecos? ?Puede concentrar m¨¢s tiempo a sus jugadores?

R. Tengo que ser honesto conmigo y con todos. Respondiendo directamente a esa pregunta soy cada vez m¨¢s pesimista. ?Por qu¨¦? Porque nosotros no estamos¡­ Para todo en la vida hay un precio. Para un ¨¦xito tan grande, tan milagroso, para una misi¨®n casi imposible¡­. Para hacerlo posible tienes que pagar un precio muy alto. Si quieres tener ¨¦xito con un equipo que sale de Asia para que se clasifique contra Espa?a, Portugal y Marruecos tienes que ser valiente. Tomar decisiones grandes no decisiones de compromiso y simpat¨ªa. ?Qu¨¦ pasa? Nosotros hemos sido el segundo equipo del mundo en clasificarnos para la Copa. Ten¨ªamos un a?o y cuatro meses para prepararnos. Desde el primer d¨ªa he dicho: para lograr la clasificaci¨®n a octavos hay que pagar un precio. No puedes tener ¨¦xito en la Copa del Mundo a precio de saldos. Tienes que tener una preparaci¨®n intensa. Especial. ?nica. ?C¨®mo lo vas a hacer? ?Siguiendo las normas de FIFA con una concentraci¨®n cuatro d¨ªas antes de la Copa, como Espa?a y Alemania que tienen jugadores del Real Madrid, Bar?a, Liverpool, Manchester City, United o PSG?

P. ?Por qu¨¦ no pudo preparar el Mundial como cre¨ªa?

R. Pensaba que pondr¨ªamos una preparaci¨®n intensa, digna, muy responsable. Pienso en la responsabilidad y la dignidad de la competici¨®n. El compromiso, la entrega. Esas no son cosas que pasan de moda en la vida. Est¨¢n presentes cuando quieres lograr un objetivo. Yo solo soy el entrenador. ?Y qu¨¦ hago? Poner todas mis ganas. El 5 de mayo empezamos una concentraci¨®n con jugadores locales. Te¨®ricamente ten¨ªamos que empezar con 20. Pero voy a empezar con tres. ?Mejor tres que cero! Es la realidad. Cuando haya cuatro vendr¨¢n cuatro. No puedo hacer m¨¢s pero las posibilidades que nosotros tenemos antes de que empiecen los partidos tienen que ver con las responsabilidades y capacidades de cada uno. ?Qu¨¦ tenemos que hacer? Cuando sali¨® el sorteo ten¨ªamos tres posibilidades. Primero, cambiar de Copa del Mundo. Con el grupo que nos toc¨®, que uno ocupe nuestro lugar y nosotros lo dejamos para el 2022. ?No lo queremos hacer! Si hay un equipo que piensa que vamos a ofrecer nuestro puesto, que se olviden. Queremos ir a Rusia. La segunda: cambiar de objetivos. Si nos planteamos clasificarnos para la segunda fase frente a Espa?a, Portugal y Marruecos, la actitud de los jugadores va a bajar. Entonces, como tenemos la Copa de Asia en enero, lo que digo a mis jugadores son dos cosas muy sencillas para todos. La ventaja de Ir¨¢n jugando contra Marruecos, Espa?a y Portugal es una: nosotros tenemos dos resultados. Espa?a Portugal y Marruecos tienen tres: pueden ganar, empatar y perder. Ir¨¢n solo puede ganar o aprender. De una forma u otra tenemos que salir ganadores. Para que cuando empiece la Copa de Asia, Ir¨¢n solo tenga una cosa en su cabeza: ganar la Copa de Asia. La segunda cosa que digo a los jugadores es muy sencilla en cada partido: al final de los 90 minutos tienen que tener la certeza de que la camiseta de Ir¨¢n est¨¢ en un lugar mejor.

P. ?Intent¨® concentrar a los jugadores y no le dejaron?

He visto en Portugal ministros que no ten¨ªan opini¨®n pol¨ªtica pero siempre ten¨ªan una idea futbol¨ªstica y cre¨ªan que era la mejor. Pasa lo mismo en Ir¨¢n. Pero all¨ª no hay una tentativa de influencia de los dirigentes en lo que pasa en el campo, como s¨ª ocurre en los pa¨ªses occidentales

R. Intent¨¦ desarrollar un plan de preparaci¨®n espec¨ªfico desde el a?o pasado. No solo concentrando a los jugadores en Ir¨¢n. En el Mundial de 2014, de 23 jugadores nosotros solamente ten¨ªamos tres compitiendo en Ligas fuera de Ir¨¢n. Ahora, de los 23 tenemos 14-15 que est¨¢n fuera. Pero t¨² tienes que sustentar el ¨¦xito tambi¨¦n con los jugadores locales. Hace m¨¢s de un a?o introduje un plan para que los locales tuviesen una preparaci¨®n complementaria para compensar la diferencia de intensidad y ritmo de la Liga iran¨ª con las europeas. Pero para hacer eso hay que pensar en dos cosas: un liderazgo fuerte y tomar decisiones fuertes, hay que entender que debes hacer sacrificios y determinar prioridades. Infelizmente ese no ha sido el caso. Estamos limitados. Pero eso no quiere decir que no estemos haciendo un trabajo espec¨ªfico. Estamos haciendo pero no lo que yo pens¨¦ que ser¨ªa fundamental para que los futbolistas iran¨ªes hagan un campeonato del mundo brillando y con mucha dignidad en la pelea por los resultados. Ese era mi objetivo. Pero si en lugar de diez meses dispones de seis, entrenas seis meses; y si en lugar de tener 18 jugadores tenemos tres entrenamos con tres. Y si tuviera que entrenar con uno entrenar¨ªa con uno. El entrenamiento de uno aportar¨¢ algo que si no entrenase no podr¨ªa aportar.

P. ?C¨®mo define el car¨¢cter del jugador iran¨ª?

R. Por justicia y moralidad, tengo que hacer una afirmaci¨®n sobre los jugadores iran¨ªes: nunca he visto en mi vida jugadores que ofrecen tanto al f¨²tbol y al equipo nacional a cambio de tan pocas compensaciones. En ning¨²n lugar del mundo hay jugadores que se entregan con tantas ganas y motivaci¨®n y al final no hay ni un ¡°gracias¡±. Eso habla mucho del car¨¢cter de los jugadores del equipo nacional. Llevo siete a?os con ellos y es un placer y un honor. Son personas muy educadas, muy simp¨¢ticas, muy dedicadas, y que tienen una ambici¨®n de aprender, de desarrollar, de jugar al f¨²tbol¡­ Si mandas entrenar siete horas en el campo dos veces por d¨ªa ir¨¢n siempre con una sonrisa en los labios y trabajando son fant¨¢sticos. Esa ha sido la nota m¨¢s positiva. Pero cuando llegu¨¦ aqu¨ª ten¨ªa un punto muy d¨¦bil que era una tendencia que traen de fuera, no s¨¦ si es cultural o social. Muchas veces procuran la disculpa y la victimizaci¨®n de la situaci¨®n.

P. ?A qu¨¦ se refiere?

R. Dar¨¦ un ejemplo. Cuando empec¨¦ mi trabajo estaba analizando a los jugadores en partidos anteriores y vi los cuartos de final de la Copa de Asia: Ir¨¢n contra Corea. Al final del partido vi a todos los jugadores en la hierba sentados o tirados. Muchos llorando. Me choc¨®. Ver jugadores llorando sentados¡­ Cuando nos reunimos por primera vez les mostr¨¦ las im¨¢genes y les dije: ¡®Conmigo aqu¨ª tu trabajo no es llorar por Ir¨¢n; tu trabajo es hacer que los otros lloren por su pa¨ªses. A partir de hoy no quiero ver a nadie llorar. Tienen que tener la certeza de convertir a los otros en h¨¦roes que lloran por sus pa¨ªses¡¯.

P. ?Y C¨®mo influye un r¨¦gimen pol¨ªtico totalitario y clerical en su trabajo?

Si quieres tener ¨¦xito con un equipo que sale de Asia para que se clasifique contra Espa?a, Portugal y Marruecos tienes que tomar decisiones grandes, no decisiones de compromiso y simpat¨ªa. Soy pesimista con Ir¨¢n

R. He trabajado con equipos de selecci¨®n muchos a?os. Las virtudes y defectos del f¨²tbol son comunes en todas las partes del mundo. Si hay una cosa virtuosa del f¨²tbol es que tiene una ra¨ªz com¨²n: el impacto pol¨ªtico, social y cultural provoca las mismas reacciones en todo el mundo. Todos quieren ganar, todos tienen opiniones¡­ He visto en Portugal ministros que no ten¨ªan opini¨®n pol¨ªtica pero siempre ten¨ªan una idea futbol¨ªstica y cre¨ªan que era la mejor. Pasa lo mismo en Ir¨¢n. La prensa es muy agresiva en t¨¦rminos de cr¨ªtica y cobertura. Las personas ligadas a la pol¨ªtica hacen comentarios sobre el f¨²tbol como en todos los pa¨ªses. En esos t¨¦rminos, el f¨²tbol de Ir¨¢n est¨¢ igual de desarrollado que en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados del mundo. En Ir¨¢n no hay una tentativa de influencia de los dirigentes en lo que pasa en el campo. Ves que en pa¨ªses modernos la parte pol¨ªtica y administrativa est¨¢ entrando dentro de las cuatro rayas. Es uno de los grandes problemas del f¨²tbol. La parte comercial est¨¢ entrando demasiado en las cuatro l¨ªneas. Tengo el ejemplo del United y el Madrid, donde el tiempo de reposo de los jugadores est¨¢ siendo utilizado como tiempo activo para cuestiones comerciales y financieras. Tenemos que saber vivir con eso pero a veces esa incursi¨®n es an¨¢rquica. Por respeto: por lo menos habr¨ªa que cuidar ciertas formas. T¨² no entras al despacho del presidente sin golpear la puerta, pero los ejecutivos s¨ª est¨¢n entrando al campo sin golpear la puerta. Y eso no es bueno para el f¨²tbol. Esa cuesti¨®n es muy curiosa: en el equipo nacional de Ir¨¢n no tienes ese problema: son muy respetuosos de las ¨¢reas de actuaci¨®n de cada uno.