La resurrecci¨®n de Quinterito
En medio del batacazo ante Jap¨®n, Colombia recuper¨® al desequilibrante volante del River Plate
A Juan Fernando Quintero, pese a su enorme talento, siempre lo han apodado en Colombia con cari?osos diminutivos. Juanfer o Quinterito. Quiz¨¢ por sus 25 a?os o quiz¨¢ por su 1,68 de estatura. En cualquier caso, el enlace de la selecci¨®n cafetera se ha hecho mayor de edad. Sus compatriotas, atentos al debut de Falcao Garc¨ªa, que se perdi¨® el Mundial de Brasil por lesi¨®n, se encontraron con otra resurrecci¨®n. En medio del calamitoso naufragio ante Jap¨®n en su estreno ruso, Colombia rescat¨® para su causa al desequilibrante volante del River Plate.
Forzado por las circunstancias, el t¨¦cnico Jos¨¦ Pekerman sorprendi¨® este martes con la alineaci¨®n de tres fichas de muy escaso recorrido en la selecci¨®n. El lateral izquierdo Johan Mojica reemplaz¨® a Frank Fabra, que se rompi¨® los ligamentos con la selecci¨®n ya concentrada en Europa; Jefferson Lerma acompa?¨® a Carlos La Roca S¨¢nchez en las labores de recuperaci¨®n, y Jos¨¦ Heriberto Izquierdo se plant¨® como extremo por delante de Mojica. Pero en medio de tantos debutantes en una cita orbital, la gran novedad fue ese viejo joven conocido de la selecci¨®n, que en Rusia concluye su traves¨ªa por el desierto. Como el m¨ªtico diez que no puede faltar en la selecci¨®n tricolor, Quintero, que jug¨® con el veinte, es el reemplazo natural de un James Rodr¨ªguez entre algodones, al que una fatiga muscular sac¨® de la titular.
Quinterito, un a?o m¨¢s joven que James, amigos desde que eran apenas unos ni?os en el Envigado, sali¨® de la pasada Copa del Mundo con una enorme proyecci¨®n. Con apenas 21 a?os, el jugador m¨¢s joven entre los convocados por Pekerman para entonces, fue un suplente de lujo en Brasil, e incluso marc¨® el gol del triunfo 2-1 sobre Costa de Marfil en el segundo juego de la etapa de grupos con un zurdazo rasante. El que le marc¨® este martes a Jap¨®n fue su segundo tanto en la m¨¢xima cita del f¨²tbol.
Hace cuatro a?os estaba instalado en el f¨²tbol europeo con el Porto, donde se vislumbraba como el heredero natural de James. Su carrera, sin embargo, entr¨® en declive. En sus redes sociales abundaban fotos acompa?ado de estrellas del reggaet¨®n, pero escaseaban postales de sus haza?as en el c¨¦sped. Deambul¨® a pr¨¦stamo por otros clubes sin gran suceso hasta regresar cedido al Independiente Medell¨ªn para la campa?a del 2017, en busca de una esquiva continuidad que le permitiera volver a la selecci¨®n. En las eliminatorias suramericanas, Pekerman lo mantuvo afuera de las convocatorias. El pase de Quintero est¨¢ fuera del alcance de los clubes de la liga colombiana, y su tiempo en Medell¨ªn fue un constante hervidero de rumores sobre su inminente partida. Finalmente, fich¨® este a?o por el River Plate.
Sus destacadas actuaciones en uno de los gigantes de Argentina no le aseguraron el boleto a Rusia. Por delante estaba no solo James, tambi¨¦n Edwin Cardona, el diez del Boca Juniors que fue clave en la clasificaci¨®n de Colombia. Sin embargo, Cardona cedi¨® terreno al ser sancionado por un gesto racista en un amistoso frente a Corea del Sur, y en la lista definitiva Pekerman decidi¨® volver a contar con los pases, las gambetas y la gran pegada de Quinterito.
Estreno desafortunado
El partido del martes tuvo un arranque fatal para Colombia. Con apenas tres minutos de juego una cadena de errores defensivos termin¨® en un mano a mano que David Ospina ataj¨®, pero tras el rebote La Roca S¨¢nchez atraves¨® su brazo en un remate que iba al arco. Penal que Kagawa transform¨® en gol y expulsi¨®n del gran recuperador de balones de Colombia. Lerma qued¨® hu¨¦rfano desde el inicio. A la media hora Pekerman se corrigi¨® con el ingres¨® a Wilmar Barrios por Juan Guillermo Cuadrado para evitarle a Quintero el desgaste de hacer trayectos tan largos. El protagonismo del mediapunta de River Plate rindi¨® frutos. A pesar de jugar con uno m¨¢s, Jap¨®n se fue diluyendo en medio de un excesivo respeto a las camisetas amarillas, y los colombianos asumieron la iniciativa gracias a Falcao y Quintero, que se encarg¨® de mover los hilos y lanzar pases profundos.
En jugadas calcadas, El Tigre logr¨® rematar con dificultad pases largos lanzados por Quintero al ¨¢rea que terminaron en las manos del portero Kawashima. Fueron apenas dos avisos. Antes del descanso, el delantero del M¨®naco protegi¨® un bal¨®n con el cuerpo para fabricar una falta cerca de la esquina del ¨¢rea, un ¨¢ngulo perfecto para la elegante zurda del ausente James. O la de Quintero. Colombia no extra?¨® en ese tiro libre el guante del enlace del Bayern Munich, pues su reemplazante cobr¨® con picard¨ªa, un remate rasante, por debajo de la barrera, que se le col¨® a Kawashima. Los pupilos de Pekerman supieron reponerse de un inicio calamitoso y se fueron en tablas al descanso.
En la segunda mitad, ingres¨® James por Quintero, como lo hab¨ªa hecho hace cuatro a?os en Brasil cuando Colombia gole¨® 4-1 a Jap¨®n, pero el desenlace fue muy distinto. Los asi¨¢ticos acorralaron a los sudamericanos, que sufrieron el desgaste, hasta que Osako marc¨® de cabeza el gol del triunfo tras un tiro de esquina. Un batacazo que evidentemente deja herido al equipo cafetero pero llega con un peque?o consuelo de 1,68 metros de estatura.
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