M¨¦xico es cosa seria en Rusia
La selecci¨®n de Juan Carlos Osorio se impone con autoridad a Corea del Sur con goles de Hern¨¢ndez y Vela
Est¨¢ desacomplejada la selecci¨®n mexicana en Rusia. Como en las trilladas historias de resurrecci¨®n, la Tri tambale¨® antes de viajar al Mundial, se levant¨® ante un t¨®tem como Alemania y este s¨¢bado venci¨® a Corea del Sur con autoridad en el Rostov Arena. Va en serio M¨¦xico en Rusia, intensa y vertical, a veces distra¨ªda en la zaga, muy pendiente de su poder¨ªo en ataque. Si contra la Mannschaft apareci¨® Lozano, ante Corea fue el turno de Chicharito Hern¨¢ndez y de Carlos Vela, que anularon el golazo de Heung-Min Son. Los surcoreanos se despiden virtualmente de Rusia, M¨¦xico mantiene intacta su ilusi¨®n, al son de una generaci¨®n de jugadores tan talentosa como impredecible, ordenada por Juan Carlos Osorio.
La hist¨®rica victoria ante Alemania pus¨® a M¨¦xico donde no quer¨ªa Juan Carlos Osorio, en el escaparate, como si derrumbar a la campeona del mundo le adjudicara autom¨¢ticamente el cartel de favorito. La Tri sali¨® ansiosa, incomoda, sin la autoridad ni la determinaci¨®n que tuvo de arranque contra la Mannschaft. Corea del Sur tiene pocos argumentos, pero con uno solo le bast¨® para desestabilizar a la zaga mexicana, muy pasiva ante los pelotazos verticales para la velocidad de Heung-Min Son. Corrieron a tiempo los centrales de Osorio y, cuando llegaron sus piernas, lo hicieron las manos de Ochoa. Tan seguro como para cerrarle el camino al delantero del Tottenham como para rechazar el sorprendente testarazo de Cho.
Sin pausa, el partido pas¨® de err¨¢tico a entretenido, m¨¢s propicio a los errores que los aciertos, tan favorable para M¨¦xico como condenatorio para Corea del Sur. Inocente, Jang Hyun-Soo sali¨® a cortar un centro al suelo. Su problema es que lo hizo con las manos levantadas y que estaba dentro en el ¨¢rea. El centro de Guardado se estrell¨® en la mano del central. Ni siquiera hizo falta el VAR. No dud¨® el ¨¢rbitro en se?alar la pena m¨¢xima. Y Carlos Vela tampoco dud¨® para disparar con seguridad para gritar el primero de la Tri. Entonces, M¨¦xico burl¨® a sus temores, sobre todo Vela. El exatacante de la Real Sociedad se lanz¨® para dejarle el bal¨®n manso Lay¨²n. Pero el disparo del lateral del Sevilla se estrell¨® en el larguero.
Era el M¨¦xico del primer tiempo contra Alemania. Electrizante, atrevido pero organizado, valiente para atacar y solidario para defender. Pero los coreanos son testarudos, no estaban dispuestos a vender barata su despedida del mundial. Y volvieron a la carga con sus ligeritos en ataque, ahora complementados por Lee Seung-woo. Sin embargo, el exbarcelonista, protagonista del conflicto que desencaden¨® la sanci¨®n FIFA para el cuadro azulgrana, no arranca. Ni en el Bar?a ni en el Hellas Verona, tampoco en en su selecci¨®n. Corea del Sur solo era el v¨¦rtigo de Heung-Min Son y de Hwang Hee-Chan.
Cuanto m¨¢s se estiraba Corea, m¨¢s se divert¨ªan los delanteros mexicanos. Y volvi¨® a aparecer la dupla que noque¨® a Alemania. Esta vez, intercambiaron los roles. Asisti¨® el Chucky Lozano, marc¨® el Chicharito Hern¨¢ndez. Parec¨ªa que no hab¨ªa manera de robarle la victoria a la Tri y Osorio volvi¨® a meter mano en el banquillo, tambi¨¦n en la experiencia. Como contra Alemania mand¨® al campo a Rafa M¨¢rquez. Tiene una idea fija el t¨¦cnico colombiano, no existen titulares ni suplentes, siempre con una alineaci¨®n diferente, con la premisa de mantener a todo el grupo enchufado. ¡°Juan Carlos Osorio, Juan Carlos Osorio¡±, cantaba la hinchada mexicana al ritmo de Seven Nation Army de The White Stripes. Ciclot¨ªmicos, siempre pasionales, los seguidores de la Tri indultaron a Osario en Rusia.
No se relaj¨® Mexico, pero se envalenton¨® Corea, por supuesto, con Heung-Min Son como punta de lanza. El delantero del Tottenham arranc¨® de derecha a izquierda (le da lo mismo cualquier perfil) y sac¨® una par¨¢bola preciosa, imposible para Ochoa. La suerte de M¨¦xico, en cualquier caso, es que el reloj ya estaba a punto de expirar. Corea del Sur se despide del Rusia, de nuevo en la fase de grupos, no hay manera de repetir la gesta del 2002, cuando en su casa se col¨® entre los cuatro mejores. Sigue M¨¦xico, firme en su camino hacia octavos como siempre. Ahora, sin embargo, los muchachos de Osorio quieren rebelarse contra su historia. Tienen motivos.
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