Las penurias detr¨¢s de los triunfos del pirag¨¹ismo espa?ol
El K4-500, que acaba de ganar el Europeo y aspira a una medalla en el Mundial de agosto y en los Juegos de Tokio, lamenta tener que sobrevivir a base de favores
-Venga que si hacemos bien la sesi¨®n hoy, os quito la bici-
-Est¨¢ bien que nos motives eh¡ pero no sab¨ªa ni que hab¨ªa sesi¨®n de bici hoy¡
Son casi las 11 de la ma?ana de un d¨ªa de finales de junio en el Pantano de San Juan y los campeones europeos del K4-500 acaban de llegar desde la Blume (casi una hora en coche) para empezar el entrenamiento. Mientras hacen el calentamiento en tierra, bromean con Miguel Garc¨ªa, el entrenador. ¡°Insistimos en lo del otro d¨ªa: volumen m¨¢s que intensidad¡±, les explica el t¨¦cnico a Sa¨²l Craviotto, Cristian Toro, Marcus Cooper y Rodrigo Germade. Buscan la poca sombra que hay; hace un calor infernal.
¡°?Venga, no os hag¨¢is los remolones, vamos!¡±, exclama Craviotto, el capit¨¢n y el primero en cargar la piragua en la espalda y bajar los escalones que serpentean entre los ¨¢rboles y que conducen al pantano. ¡°Son siete kil¨®metros de largo y es lo ideal para el trabajo de resistencia que estamos haciendo¡±, explica Miguel subido a una peque?a lancha desde donde sigue a sus chicos, les grita los tiempos y les corrige los movimientos. De su embarcaci¨®n cuelgan botellas con sales para que se enfr¨ªen en el agua. Llevan dos semanas concentrados en Madrid; en julio ya se ir¨¢n a Trasona (Asturias) para terminar la preparaci¨®n.
El K4-500, que ech¨® a andar a principios de mayo acaba de ganar dos oros ¨Cen la copa del mundo de Szeged y en el europeo de Belgrado-, se est¨¢ preparando para el Mundial de Portugal de finales de agosto con la vista puesta en los Juegos de Tokio 2020. Es el buque insignia del pirag¨¹ismo espa?ol que vive su momento m¨¢s dulce. La expedici¨®n sac¨® siete medallas en el Europeo de Belgrado (tres de oro). La competici¨®n s¨®lo se pudo ver a trav¨¦s de un streaming en YouTube que se colgaba todo el rato. ¡°Nos han dicho que el Mundial s¨ª lo televisar¨¢n. Para nosotros es una bendici¨®n¡±, explica Miguel.
Buscan visibilidad y patrocinador. Detr¨¢s de esa cosecha de medallas, no todo es color de rosas. ¡°No s¨¦ de qui¨¦n depende pero llevamos seis meses sin cobrar [la beca ADO para los deportistas ol¨ªmpicos]¡±, dice Cristian Toro que con Craviotto gan¨® el oro en los Juegos de R¨ªo en el K2-200 (distancia que no ser¨¢ ol¨ªmpica en Tokio).
Marcus Cooper, el peque?o del grupo (23 a?os), campe¨®n ol¨ªmpico en R¨ªo en el K1-1000, est¨¢ trat¨¢ndose a diario antes de cada entrenamiento por una contractura en la espalda que no sufri¨®, precisamente, por las cargas de trabajo. ¡°En Trasona estamos s¨²per incomodos [duermen en una residencia para categor¨ªas inferiores que est¨¢ pensada para periodos cortos de concentraci¨®n] los colchones est¨¢n muy viejos: as¨ª me lesion¨¦. Hemos pedido que los cambien y nada. La federaci¨®n tampoco quiere pagarnos la estancia en un hotel cercano para que descansemos mejor¡±, explica. Y en Trasona es donde tienen el cuartel general de trabajo durante casi todo el a?o. Miguel Garc¨ªa, el t¨¦cnico, ha sido el que ha ido a hablar con el due?o del hotel para que les haga precio. En julio, finalmente, dormir¨¢n all¨ª.
¡°Necesitamos urgentemente otra inversi¨®n para adaptar el gimnasio de Trasona a la ¨¦poca en la que vivimos. Es del Principado de Asturias, ellos no tienen ninguna obligaci¨®n y hacen lo que pueden para ayudarnos. Hemos preparado aqu¨ª los ¨²ltimos tres ciclos ol¨ªmpicos sin que se hicieran m¨¢s inversiones¡±, apunta el entrenador que espera que el CSD convierta el cuartel general de Trasona en un centro de alto rendimiento. Como el que hay en Sierra Nevada, por ejemplo.
El presupuesto de la Federaci¨®n es de 4 millones de euros y ellos tienen que ir parcheando. ¡°Estamos en un momento muy dulce a nivel deportivo, pero si no lo sabemos aprovechar¡ Esto que se est¨¢ consiguiendo no ha sido por dinero, ha sido gracias a una generaci¨®n muy buena de pirag¨¹istas y de entrenadores. Si no se le da continuidad, perdemos la siguiente generaci¨®n y el salto ser¨¢ terrible¡±, explica Miguel Garc¨ªa que fue tambi¨¦n pirag¨¹ista. ¡°Suplimos las carencias econ¨®micas con recursos de personas que nos echan una mano de forma desinteresada. Todos son apa?os, vamos trabajando todo demasiado a base de favores¡±, lamenta.
Un par de ejemplos: adem¨¢s de pedir un precio de favor al due?o del hotel, Garc¨ªa tambi¨¦n va pidiendo maquinarias espec¨ªficas de gimnasio a alg¨²n amigo que se la consigue a un precio m¨¢s barato. ?l presion¨® para que David Calvente, el encargado de la tecnolog¨ªa, viaje con el equipo, pero no a consta de su bolsillo. ¡°No cobra¡ hemos conseguido que al menos le paguen los desplazamientos. Nos echa una mano a t¨ªtulo personal. Maneja dispositivos que registran todo lo que pasa en la embarcaci¨®n, las aceleraciones, las curvas de velocidad y potencia en funci¨®n de la palada. Es fundamental porque la valoraci¨®n t¨¦cnica se tiene que medir de alguna manera. El buen ojo del entrenador cuenta, claro, pero necesitamos m¨¢s herramientas para luego tomar decisiones¡±, analiza.
Sus chicos asienten. ¡°Nos da rabia. Al final lo que hacemos es centrarnos en lo nuestro para olvidarnos de todas estas cosas¡±, aseguran Cooper y Germade. ¡°Vamos tapando agujeros a base de parches. Para cumplir con lo que queremos, que es una medalla en Tokio, necesitamos m¨¢s¡±, concluye Garc¨ªa.
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