El gol de Putin: sin ultras y con estadios llenos
El presidente ruso celebra el ¨¦xito organizativo del campeonato y que hayan desaparecido ¡°mitos y prejuicios¡± sobre su pueblo
Hoscos, hura?os, malhumorados y violentos: as¨ª se imaginaban muchos seguidores mundialistas a los rusos, pero durante el campeonato a los aficionados les esperaba una sorpresa. Se encontraron en su mayor¨ªa con gente alegre y abierta que se uni¨® a la gran fiesta futbol¨ªstica en todas las ciudades donde se celebraron los partidos.
Llegar a los cuartos fue un triunfo para Rusia, pero mucho m¨¢s importante ha sido la positiva imagen que ha dado como organizadora de esta Copa del Mundo. No se vio a los tan temidos ultras que hab¨ªan causado revuelos en las competiciones europeas de clubes, los estadios han registrado grandes entradas, la infraestructura y la log¨ªstica han funcionado bien y los dirigentes se esforzaron por dejar de lado la pol¨ªtica, lo que incluso se vio reflejado en la asistencia de Vlad¨ªmir Putin, el presidente ruso, ¨²nicamente al partido de inauguraci¨®n y a la final.
Dos eran las principales amenazas: la posibilidad de un atentado terrorista por partidarios del Estado Isl¨¢mico ¡ªposible venganza por la intervenci¨®n del Kremlin en Siria al lado de Bachar el Asad¡ª y los temidos ultras. La cooperaci¨®n entre los polic¨ªas de los pa¨ªses participantes logr¨® neutralizar a los hinchas violentos.
El ensayo general que signific¨® para Rusia la Copa Confederaciones el a?o pasado sirvi¨® para superar una serie de deficiencias y atender a las cr¨ªticas que entonces se hicieron. Al p¨²blico se le permiti¨® entrar a los estadios tres horas antes del partido y la salida se organiz¨® de forma que resultara m¨¢s eficaz, sin la enervante lentitud que era propia de Rusia.
El fan ID, el carnet para identificar a los seguidores y permitirles la entrada en el pa¨ªs, result¨® un afortunado instrumento que de hecho reemplaz¨® los visados y permiti¨® usar gratis el transporte terrestre y asistir a eventos culturales. Los ultras rusos, que motivaron que alg¨²n gobierno, como el brit¨¢nico, no recomendara a sus aficionados viajar a Rusia pues se tem¨ªa que agredieran a los hinchas de otros pa¨ªses, desaparecieron o se convirtieron en inofensivas ovejas. Tampoco se concret¨® el temor de que nacionalistas xen¨®fobos y hom¨®fobos agredieran a los representantes de minor¨ªas sexuales. Y, cosa curiosa, la kokoshka, una prenda femenina, se transform¨® en unisex y mujeres y hombres lucieron en sus cabezas este antiguo tocado.
¡°Agradecemos los millones de buenas palabras sobre Rusia y nuestro pueblo¡±, dijo Putin el s¨¢bado en el Teatro Bolsh¨®i; ¡°estamos contentos de que los aficionados hayan visto todo con sus propios ojos y que hayan desaparecidos mitos y prejuicios¡±.
En las 11 sedes, los estadios estuvieron llenos; aunque el problema ahora es mantenerlos, c¨®mo hacer que sigan sirviendo para la pr¨¢ctica del deporte y c¨®mo justificar los grandes recursos invertidos: en los ¨²ltimos cinco a?os, Rusia gast¨® cerca de 12.000 millones de euros para el Mundial.
Pese a algunos peque?os incidentes, en el Mundial ha reinado un ambiente festivo. El suizo Gianni Infantino, presidente de la FIFA, resumi¨® el sentimiento de muchos al afirmar que el Mundial ha cambiado la percepci¨®n que Occidente ten¨ªa de Rusia, pa¨ªs que demostr¨® ser ¡°c¨¢lido y hospitalario¡±. Lo que muchos ahora se preguntan es si esta imagen perdurar¨¢. La viceprimera ministra Olga Golodets considera que la Copa ha contrubuido a destruir estereotipos, lo que se traducir¨¢, calcula, en un aumento del 15% del n¨²mero de turistas que visitar¨¢n Rusia el pr¨®ximo a?o.
Para algunos analistas, como Yevgueni Zuyenko, del think tank Carnegie en Mosc¨², sucedi¨® algo inesperado: ¡°Rusia se present¨® ante el mundo como un pa¨ªs normal y amable, con una capital-megapolis multi¨¦tnica. El gran milagro del campeonato es que se puede ser normal sin que se desplome el mundo ni le suceda nada al pa¨ªs¡±.
Es este milagro el que much¨ªsimos rusos quieren consolidar, dejar de ser un ogro para el resto del mundo.
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