¡°Los Pirineos son mucho Pirineos¡±

¡°Los Pirineos son mucho Pirineos, y vamos a ver muchas cosas¡±, dice Eusebio Unzue, como si fuera un Juanitodel f¨²tbol hablando de un partido de vuelta de una eliminatoria.

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No las ver¨¢, ni las protagonizar¨¢, Nibali, cuyo equipo (Bahrain) anunci¨® anoche su retirada tras sufrir una fractura vertebral, confirmada en una revisi¨®n en el hospital de Grenoble. Un rival menos en la lucha por el podio.

El jefe del Movistar no necesita que le alimenten la moral. Tantos a?os de Tours muy buenos y muy malos le han convertido en un especialista, tan especializado en el asunto como en el de escuchar paciente todas las cr¨ªticas. Su chico, Mikel Landa, no necesita que le consuelen. Echa la vista atr¨¢s y repasa la etapa que acaba de terminar y el propio recuento de todo lo que ha hecho, y hasta ha entrado el primero en la ¨²ltima curva, y con un dolor de espalda nacido en la ca¨ªda de Roubaix que le hace hasta usar palabras malsonantes a su pesar para describirlo. ¡°Me dol¨ªa un huevo la espalda, desde La Madeleine. un pinchazo prolongado. Me puedo levantar de pie, pero me impide imprimir toda la fuerza en la pedalada¡±.

Al d¨ªa siguiente de responder seco Unzue con un ¡°no son buenas las sensaciones¡± a quien le preguntaba si el Tour estaba acabado, ambos, el jefe y su l¨ªder para la postricefalia (o los nueve d¨ªas de Tour que quedan) no se parecen nada al Unzue y al Landa de la v¨ªspera, el d¨ªa del choque con la realidad. Ya han tenido tiempo para buscar razones para la esperanza. Y tambi¨¦n para seguir asust¨¢ndose de la forma con que el Sky domina, controla y aniquila, como en los tiempos de los patrones feroces que no dejaban ni un resquicio para la ilusi¨®n. ¡°Habr¨ªa que hacer que tuvieran un corredor menos, o que corrieran con otros gregarios¡±, bromea Unzue, a quien, tanto como Thomas y Froome, le ha asombrado c¨®mo ha gestionado el Sky la ascensi¨®n a la Croix de Fer y c¨®mo ha manejado Bernal los movimientos en el Alpe d¡¯Huez. Bernal, al que tuvo casi firmado para su equipo el a?o pasado antes de que el Sky echara el resto. ¡°Bernal¡±, dice Landa, que lo ha sufrido de muy cerca, ¡°nos ha llevado a un ritmo asfixiante, y yo he sufrido much¨ªsimo y lo he pasado muy mal, de verdad, pero he conseguido olvidar el dolor¡±.

Gracias a la analgesia conseguida jugando con sus receptores cerebrales, Landa hasta fue capaz de alcanzar al grupo de los mejores, que, de todas maneras, se hab¨ªa parado antes de preparar el sprint, tanto valor tiene ganar en Alpe d¡¯Huez. Y hasta lanz¨® un ataque lejano, a 700 metros. ¡°Me dije que mejor ir por delante y que me pillaran que quedarme detr¨¢s¡±, dice Landa (s¨¦ptimo en la general, a 3m 13s de Thomas; a 1m 23s de Dumoulin, tercero), quien habla de podio, de etapa, de muchas cosas, de un Tour que no ha terminado. ¡°Habr¨¢ que seguir peleando. D¨ªa a d¨ªa. Luchar¨¦ por el t¨ªtulo, el podio, una etapa o lo que sea. No me rendir¨¦¡±.

Nairo volvi¨® a hablar de un mal d¨ªa y de que espera ir a m¨¢s. ¡°Se ha ido muy r¨¢pido y, por desgracia, ya no me quedaban fuerzas en la ¨²ltima subida¡±, afirm¨® el colombiano. ¡°Hay que ver c¨®mo va respondiendo el cuerpo con el paso de las pr¨®ximas etapas antes de llegar a Los Pirineos¡±. Y Unzue quiere creerle. ¡°A¨²n hay vida, a¨²n hay vida¡±, repite.

Los Pirineos ser¨¢n, de mi¨¦rcoles a s¨¢bado pr¨®ximos, tres etapas y una contrarreloj. Y, se sospecha en el Tour, lejos de las voces de esperanza, nuevo escenario de lucimiento del tren blanco del Sky, y de Egan Bernal.