Dovizioso y su maravillosa pachorra en Brno

Dice que tiene la sangre fr¨ªa. La capacidad de no perder los papeles. De tomar decisiones en los momentos dif¨ªciles. Tambi¨¦n, de salir airoso de las carreras m¨¢s complejas, esas que se ganan con el coco y la mu?eca, la que manda a la salida de las curvas. Por eso,?Andrea Dovizioso suma (casi) siempre. El salto definitivo lo dio el a?o pasado, cuando adem¨¢s de sumar, de estar, de intentarlo, de subir al podio, empez¨® a ganar. Y gan¨® como nunca: seis victorias, las mismas que el campe¨®n, Marc M¨¢rquez. Empez¨® esta temporada con otro triunfo. En Qatar. La Ducati era cada d¨ªa un poco mejor. Y no parec¨ªa haber nadie como ¨¦l para llevarla primero a la meta.

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Ahora sabemos que son dos los pilotos que pueden sacarle todo el jugo a esta m¨¢quina, mucho mejor que la del a?o pasado, por otro lado. Porque Jorge Lorenzo, adem¨¢s de ganar, por fin (lo hizo en Mugello y Montmel¨®), ha conseguido que la Desmosedici tome las curvas con cierta normalidad. Y todos se han aprovechado de ello. Despu¨¦s de que las motos rojas dominaran la carrera en Mugello, Ducati suma en Brno otro doblete. Esta vez, sin embargo, se impuso Dovizioso. Con toda su maravillosa pachorra.

La victoria de ayer en Brno, donde ha ganado una Honda seis veces en los ¨²ltimos siete a?os, se la trabaj¨® desde el viernes. Tanto que el s¨¢bado sorprendi¨® con la pole position, un premio a la explosividad, a la perfecci¨®n en una vuelta r¨¢pida, al que no est¨¢ acostumbrado: su ¨²ltima pole data de 2016. Desde esa primera posici¨®n de la parrilla, el de Forli sali¨® convencido a defender su estrategia: planificar, resistir, guardar fuerzas y neum¨¢tico, y atacar. Defendi¨® su posici¨®n en las primeras curvas. Y fue ¨¦l quien dirigi¨® el cotarro desde la primera vuelta. Marc¨® un ritmo lento en cabeza. Pero nadie se le resist¨ªa. Ninguno quer¨ªa tomar el mando, apretar m¨¢s de la cuenta, estresar las gomas. Porque 5,4km son muchos. Incluso cuando el sol te da una tregua y la temperatura baja por primera vez en todo el fin de semana de los 30?.

As¨ª, aguant¨® paciente en la primera posici¨®n. Tan paciente que su ritmo cay¨® demasiado como para evitar ser relegado en la cabeza. Rossi, a su rueda desde el inicio, se puso enfrente durante un rato, el que le aguant¨® su neum¨¢tico delantero, el ¨²nico blando en cabeza. Y el que Dovizioso quiso. Cambi¨® el ritmo a mitad de la prueba. Tambi¨¦n M¨¢rquez. Los dos adelantaron al de Yamaha en la misma vuelta, la 11 (de 21). Por detr¨¢s, se las ten¨ªan Crutchlow y Lorenzo, que acabar¨ªan tambi¨¦n por dejar al 46 fuera de la pelea demasiado pronto despu¨¦s de que Yamaha ya hubiera visto rodar por los suelos a Vi?ales en la primera vuelta.

La prueba cambi¨® definitivamente a falta de cinco giros para el final. Cuando Lorenzo adelant¨® a Crutchlow y el grupo por el podio se redujo a tres. Tres pilotos, a cuchillo por el primer puesto.

Y por primera vez en mucho tiempo ganaron las Ducati en la Rep¨²blica Checa. La casa italiana no ha tenido que esperar a llegar a Austria para dominar un domingo. Ya no vive a expensas de las largas rectas, ya no se lo juega todo a la potencia de su Desmosedici. Excelente en aceleraci¨®n, el punto d¨¦bil en el que m¨¢s trabaj¨® la casa de Bolonia el a?o pasado, toda vez que supo que no podr¨ªa aprovechar ese extra en aerodin¨¢mica que le daban las alas, la GP18 fluye tan bien en circuitos como el de Qatar, ancho, fabuloso para los motores m¨¢s potentes, como en trazados como el de Brno, un cl¨¢sico, repleto de cambios de direcci¨®n. Ha mejorado el paso por curva. Y responde fabulosamente en las frenadas. Ah¨ª donde se ganan las posiciones.

Y de entre las Ducati, gan¨® Dovizioso, fr¨ªo, eficiente, en la defensa de su posici¨®n. Vencedor, a pesar de que Lorenzo lo intent¨® todo. Como cuando, a falta de tres vueltas, prob¨® con un adelantamiento doble en esa ¨²ltima chicane que da entrada a la recta de meta. Primero a M¨¢rquez, luego a Dovizioso. Pero no acab¨® de cerrar el ¨²ltimo viraje. Y por mucho que lo intent¨® un buen pu?ado de veces m¨¢s en dos giros finales majestuosos, no lo logr¨®. Le puso tanto empe?o que, en su lucha por buscarle los huecos que no exist¨ªan a Dovizioso, se le acerc¨® tanto M¨¢rquez que hasta puso en peligro la segunda plaza. Fue en otro de los cambios de direcci¨®n, el de las curvas tres y cuatro, donde pill¨® el 93 al mallorqu¨ªn. O eso cre¨ªa. En la cinco, Lorenzo le devolvi¨® la jugada. Con su compa?ero de equipo ya no pudo hacer lo mismo. Ni a golpe de vuelta r¨¢pida en el ¨²ltimo giro.