Solo Dovizioso frena a M¨¢rquez en Qatar

Como si no hubiera pasado el tiempo. He vivido un d¨¨j¨¢ vu, dijo Marc M¨¢rquez. Los mismos protagonistas. La victoria aguardando en la ¨²ltima curva de la ¨²ltima vuelta. Y el mismo vencedor, Andrea Dovizioso. Por supuesto, un espect¨¢culo may¨²sculo. No se esperaba menos. Y no porque empezara el mundial de motociclismo bajo miles de haces de luz en el encanto a?adido de la noche catar¨ª. Sino porque las presentaciones hab¨ªan elevado sobremanera las expectativas. Y la competici¨®n estuvo a la altura. Porque el piloto italiano se record¨® a s¨ª mismo y, de paso, a los dem¨¢s, que si el a?o pasado estuvo a un pesta?eo de ser campe¨®n del mundo, este puede volver a intentarlo; y volvi¨® a sacar lo mejor de su pilotaje, esa combinaci¨®n de elegancia y agresividad majestuosa que le hace ¨²nico.

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Es dulce con el gas y sabe c¨®mo usar el freno trasero para no hacer derrapar m¨¢s de la cuenta el neum¨¢tico trasero, la mejor manera de resistir en buena forma hasta el final de este gran premio, 22 vueltas de pura degradaci¨®n. Pero tiene otra cara, la que hab¨ªa ense?ado a fogonazos en los ¨²ltimos a?os, la que nos deslumbr¨® en 2017. La del piloto que no baja los brazos, que trinca los frenos como nadie, se mete por donde quiere y gana posiciones por derecho. Como este domingo, en que cay¨® a la novena plaza en la salida, pas¨® por meta s¨¦ptimo al primer giro y, cuando el grupo se estabiliz¨®, empez¨® a ganar posiciones. Y no siempre lo hizo en la recta, donde m¨¢s f¨¢cil se le da. Porque este Dovizioso ya no solo gana porque le impulse el motor potent¨ªsimo de una Ducati con una velocidad punta may¨²scula y la mejor aceleraci¨®n, sino tambi¨¦n porque es quien mejor sabe manejarla. Este Dovi cree y se atreve. Por eso, despu¨¦s de tres a?os quedando segundo en la primera carrera del a?o en Qatar, un circuito que le va genial a su moto y que ¨¦l maneja como nadie, por fin, gan¨®. Con solo 27 mil¨¦simas de segundo de ventaja. Pues se encontr¨® con un rival inesperado.

Porque si la competici¨®n estuvo a la altura de las expectativas este domingo fue, tambi¨¦n, por M¨¢rquez, que le ret¨®. Y acab¨® segundo. Lo intent¨® todo en la ¨²ltima vuelta, como el a?o pasado hizo en Austria y Jap¨®n. Porque pese a saber que este circuito se le atraganta a ¨¦l y a su moto, el campe¨®n del mundo prim¨® el show, que a ¨¦l le va la marcha, que es la primera carrera del a?o y ya habr¨¢ tiempo de hacer cuentas o andarse con cuidado, cosa que, por otro lado, hace muy pocas veces. Porque como perdi¨® aquellos duelos en Spielberg y Motegi no cesar¨¢ hasta que le gane, al menos, uno. Pero todav¨ªa no puede manejar su Honda con la soltura que le gustar¨ªa a la salida de las curvas y eso le limit¨®.

Si los escas¨ªsimos espectadores que hab¨ªa en las tribunas del circuito de Losail gritaron y vibraron fue, tambi¨¦n, por hombres como Rossi, que hacen que a una se le acaben los argumentos y las razones, tan complicada como ha sido la pretemporada, tantos problemas como ha tenido para entenderse con su Yamaha estos meses y, aun as¨ª, con una moto m¨¢s lenta en t¨¦rminos generales y m¨¢s dif¨ªcil de entender, se col¨® en el podio junto a los pilotos que m¨¢s en forma est¨¢n ahora mismo en la parrilla de MotoGP. Como si nada hubiera cambiado.

Pero s¨ª lo ha hecho. Porque hubo un chaval que, al manillar de una Yamaha del a?o pasado, sali¨® desde la pole y lider¨® desde la primera vuelta al grupo. ¡°Porque le dejamos¡±, puntualizar¨ªa luego Dovizioso. Y no era fanfarroner¨ªa. Sino la lectura de la carrera. Nadie quer¨ªa ponerse al frente. Y lo hizo Zarco. Fino, constante, sin aspavientos, sin grandes errores, al ritmo justo. Hasta que no le qued¨® m¨¢s goma. Y en un solo giro, al paso por la recta de meta, vio c¨®mo le superaban, en un tris, Dovizioso y M¨¢rquez, y unas curvas m¨¢s tarde tambi¨¦n Rossi. Finalmente, Zarco termin¨® octavo. Pag¨® la novatada de llevar el peso de un amplio grupo que se sirvi¨® de su gu¨ªa para llegar algo m¨¢s fresco a los ¨²ltimos giros en uno de los circuitos que m¨¢s castiga los neum¨¢ticos. Pero todos saben de lo que el franc¨¦s es capaz.

Como tienen ya todos un ojo puesto en Rins, metido en ese grupo en cabeza hasta que, pasado el ecuador de la prueba se fue al suelo sin mediar rival, como Lorenzo, que, en esa misma vuelta prefiri¨® tirarse al suelo cuando se percat¨® de que iba sin frenos. Tuvo que abandonar cuando remontaba el ritmo muy poco a poco, en d¨¦cima posici¨®n.

S¨ª que lo logr¨® Vi?ales, tantas dudas y sufrimiento durante todo el fin de semana, mejor dicho, durante todo el invierno. Recobrada la confianza el s¨¢bado, necesit¨® unas vueltas para situarse en la carrera, pero cuando lo hizo consigui¨® rodar incluso m¨¢s r¨¢pido de lo que lo hac¨ªan Zarco y compa?¨ªa. Y de la 15? posici¨®n en la que se le lleg¨® a ver acab¨® en la sexta. No es para nada el lugar en el que se quiere ver, ni mucho menos el que se espera de ¨¦l, pero dio un salto de gigante que nadie esperaba. Y que augura una mejor¨ªa.

Este Mundial acaba de empezar y ya es una maravilla.