Gareth Bale recupera la ilusi¨®n
Lopetegui recalca que el gal¨¦s, l¨ªder sin Cristiano y c¨®modo sin lesiones, se entrena con la pasi¨®n de un juvenil
¡°No es un estadio Champions, es muy peque?o para un partido as¨ª. Se os va a hacer raro ver jugar all¨ª a Real Madrid y Atl¨¦tico¡±, opinan varios taxistas en Tallin. El campo que alberga la final de la Supercopa de Europa se llama Le Coq Arena ¡ªLe Coq es la conocida industria cervecera del pa¨ªs¡ª y tiene capacidad para algo m¨¢s de 11.000 espectadores. Peque?ito y de pueblo, est¨¢ en la zona sur de la capital de Estonia, lejos de las hordas de turistas que invaden el casco hist¨®rico desde primera hora de la ma?ana.
Es un ronroneo constante el que se escucha dentro del per¨ªmetro de las murallas. Por las callejuelas de adoquines hay m¨¢s turistas casi que en Florencia. Los grupos ¡ªen el puerto de Tallin hacen parada todos los cruceros del B¨¢ltico¡ª van a paso acelerado, siguiendo el letrero con el n¨²mero que lleva el gu¨ªa. Ya no le hace falta ni gritar como anta?o para contar an¨¦cdotas, ahora lleva puesto un micro y todos los que le siguen escuchan sus historias a trav¨¦s de los cascos.
Le Coq Arena no es un estadio Champions, pero Gareth Bale s¨ª espera que lo sea esta noche a partir de las 21.00. El gal¨¦s, que en Kiev anot¨® un doblete en la victoria contra el Liverpool (3-1), ha marcado en cuatro de las 11 finales que ha disputado desde que lleg¨® al Madrid en el verano de 2013 (Mestalla, Lisboa y Marrakech, todas en 2014, m¨¢s Kiev este a?o). Con la marcha de Cristiano Ronaldo, se ha convertido en el foco de atenci¨®n, tambi¨¦n medi¨¢tico, del equipo. La inc¨®gnita es ver c¨®mo responder¨¢ emocional y f¨ªsicamente a eso; si el liderazgo que nunca pudo ejercer le liberar¨¢ definitivamente o le a?adir¨¢ presi¨®n. ¡°A esto me es dif¨ªcil contestar¡±, dijo ayer Lopetegui cuando le preguntaron.
¡°Lo que s¨ª he visto en este mes que llevo con ¨¦l es que tiene una ilusi¨®n tremenda, es s¨²per profesional y ha trabajado con la ilusi¨®n de un juvenil, como tiene que ser. A¨²n as¨ª, no pondr¨ªa tanto el foco en un jugador, sino en que el equipo sea el protagonista. Eso no quita que estemos convencidos de que Gareth tiene experiencia y mentalidad para hacer una gran temporada¡±, prosigui¨® el entrenador del Madrid.
Quiere protagonismo
En el vestuario, al gal¨¦s le ven especialmente sereno y sonriente, adem¨¢s de c¨®modo sin lesiones. ¡°Ha llegado tu momento¡±, le han dicho desde todos los estamentos del club con los que ha hablado el gal¨¦s a la vuelta de las vacaciones. Quieren que sea el protagonista. Y, sin fichajes de renombre, necesitan que lo sea. No en vano, Villas Boas entr¨® en las quinielas para ocupar el sitio de Zidane porque conoc¨ªa al gal¨¦s de sus tiempos en el Tottenham.
Bale, al que de momento Lopetegui no piensa cambiar de banda pese a su condici¨®n de zurdo cerrado, empez¨® a comprobar que ha llegado su momento el pasado s¨¢bado en el Santiago Bernab¨¦u. Desde la llegada de Cristiano en 2009, el speaker del estadio le¨ªa la alineaci¨®n del equipo y dejaba al portugu¨¦s en el ¨²ltimo lugar para la ovaci¨®n final, la m¨¢s estruendosa. El s¨¢bado, Bale vio c¨®mo los tambores se reservaron para su nombre. Ahora es el suyo el ¨²ltimo nombre que lee el speaker.
Los tambores los hab¨ªa empezado a tocar Bale en mayo, en Kiev, con un extraordinario gol de chilena. Esa noche el extremo sali¨® del banquillo, jug¨® 29 minutos, anot¨® dos goles y explot¨® de alegr¨ªa y frustraci¨®n. Dijo que necesitaba m¨¢s protagonismo y continuidad y que si no pod¨ªa conseguirlos en el Madrid, se sentar¨ªa con su agente para pensarlo. ¡°Quiz¨¢s me quede en el Madrid, quiz¨¢s no¡±, asegur¨®.
La marcha de Zidane, con el que ya no ten¨ªa feeling desde hace meses ¡ªal t¨¦cnico no le gustaba su actitud en los entrenamientos y dej¨® de considerarlo intocable¡ª resolvi¨® sus dudas. La salida de Cristiano, por otra parte, le ha dado galones. Las lesiones musculares, su cruz desde que lleg¨® al Madrid (se ha perdido m¨¢s de 70 partidos en cinco temporadas) parecen haberle dado una tregua en el ¨²ltimo mes. La campa?a pasada fueron un quebradero de cabeza para el club: muchas veces las pruebas a las que se somet¨ªa el extremo gal¨¦s no revelaban lesiones, se?al de que el problema no era f¨ªsico. Para sentirse m¨¢s c¨®modo y arropado y para salir del agujero negro en el que andaba metido, el extremo hasta fich¨® a un fisio de confianza que conoci¨® en sus tiempos del Tottenham y que trabajaba en las categor¨ªas inferiores.
Ahora en el club le ven entrenar c¨®modo y jugar c¨®modo. La temporada empieza hoy y Bale cruza los dedos para que este comienzo no tenga tropiezos musculares.
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