Un t¨ªtulo al estilo Diego Costa
El goleador, que habla de "cojones para ganar", no fue a la concentraci¨®n de Italia y se qued¨® en Madrid para ponerse en forma
Situados justo encima de la bocana del vestuario, el millar de aficionados del Atl¨¦tico desplazados a Tall¨ªn jalearon a Simeone cuando le vieron entrar en el palco al que le conden¨® la UEFA por la sanci¨®n que arrastra de la temporada pasada por insultar al colegiado franc¨¦s Turpin en la ida de las semifinales de la Liga Europa. Poco antes, los jugadores rojiblancos hab¨ªan buscado deliberadamente el ¨²ltimo aliento de su afici¨®n aprovechando su ubicaci¨®n. Los videomarcadores se?alaban que el tiempo de calentamiento hab¨ªa concluido, pero permanecieron en el campo para no coincidir con los jugadores del Real Madrid en la entrada a la caseta, al que les cay¨® la misma lluvia de improperios que antes se hab¨ªa llevado Thibaut Courtois.
Simeone vio casi todo el partido de pie y gesticulando como si estuviera en el banquillo, cuando Diego Costa aprovech¨® un bal¨®n largo de Savic para tirarle un sombrero de cabeza a Sergio Ramos, girarse y empotrar la pelota en la red por el palo que tapaba Keylor Navas. El tanto, a los 48 segundos, supuso el m¨¢s r¨¢pido de la historia de la Supercopa de Europa. Abajo, el Profe Ortega sonre¨ªa y jaleaba el tanto fuera de s¨ª. El plan que le hab¨ªa dise?ado al delantero de Lagarto para afinarle hab¨ªa dado resultado por la rapidez y la agilidad con la que ejecut¨® la maniobra. El cuerpo t¨¦cnico hab¨ªan determinado que Costa no viajara a la miniconcentraci¨®n de cinco d¨ªas que hubo en Bolzano, a las faldas de los Alpes italianos a principios de mes. El delantero se qued¨® en Madrid para ejercitarse junto a Thomas y Vitolo, ambos con molestias. En esos cinco d¨ªas Costa disminuy¨® sensiblemente el volumen de su abdomen. ¡°El Profe sabe lo que hace¡±, asever¨® Costa tras el duelo. ¡°El partido de Costa ha sido incre¨ªble¡±, le alab¨® Simeone.
Crecido por su primer gol, fue a cada disputa con Sergio Ramos como si fuera la ¨²ltima. Por arriba y por abajo, acept¨® y gan¨® el combate. ¡°Somos amigos, pero los dos sabemos que si su madre y la m¨ªa est¨¢n en el campo cada uno va a lo suyo¡±, aclar¨® el bigoleador con el trofeo de mejor jugador del partido. No cej¨® en su empe?o Costa de darle salida al equipo incluso cuando parec¨ªa que la historia parec¨ªa endiablarse. De nuevo el Madrid le daba la vuelta al marcador en una final. Costa sigui¨® lo suyo, tirando desmarques, chocando su cabeza con Ramos y protestando. Cuando caz¨® la jugada de rat¨®n de Correa, quiso buscar a Juanfran, que se redimi¨® de la mano persiguiendo la pelota para recuperarla y d¨¢rsela a Correa. ¡°Con las ganas y los cojones que tenemos podemos pelear con quien sea¡±, advirti¨® euf¨®rico Costa, que se permiti¨® incluso bromear: ¡°Le dije al Cholo que si quer¨ªa ganar me ten¨ªa que fichar¡±.
El golazo de Sa¨²l tambi¨¦n vino de otra recuperaci¨®n, esta vez de Thomas. ¡°Entr¨® bien. Seguro que cuando le met¨ª y, adem¨¢s en esa posici¨®n de mediapunta, alguno dir¨ªa qu¨¦ hace este, se ha vuelto loco. Pero Thomas ha jugado en esa posici¨®n en su selecci¨®n¡±, relat¨® Simeone, que admiti¨® con un ¡°ahora s¨ª¡±, cuando fue preguntado por la profundidad del banquillo. ¡°Necesit¨¢bamos ganar, el Real Madrid hac¨ªa mucho que no perd¨ªa una final europea¡±, aseguraba el t¨¦cnico, que en el c¨¦sped, durante la celebraci¨®n, fundi¨® su imagen de hincha, entrenador y exjugador con la de padre para fotografiarse junto a su hija peque?a con su s¨¦ptimo trofeo, el que le convierte en el t¨¦cnico del Atl¨¦tico con m¨¢s t¨ªtulos de la historia: una Liga, una Copa, dos Ligas Europa, dos Supercopas europeas y una de Espa?a.
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