Espa?a logra la plata en el K4-500

La pista de agua del campo de regatas en Montemor-O-Velho es un c¨ªrculo. Por la derecha se compite; por la izquierda se entrena. La organizaci¨®n ha colocado un puente de madera que cruza el agua y en el que est¨¢n colgados los p¨®sters de todos los ganadores del Mundial del a?o pasado. Ah¨ª se puede ver la foto de Cooper y Germade, que se colgaron el oro en 2017 en el K2-500. Desde hoy, hay una foto m¨¢s all¨ª arriba, la del K1-200 de Carlos Garrote. Parec¨ªa que pod¨ªa acompa?arla la del K4-500 de Craviotto-Toro-Cooper y Germade y romper as¨ª una sequ¨ªa de 43 a?os. El ¨²ltimo oro mundial en un K4 fue el del K4-1000 de Herminio Men¨¦ndez, Luis Mision¨¦, Jos¨¦ Ram¨®n D¨ªaz-Flor y Esteban Celorrio en Belgrado en 1975. El K4 de 2018, liderado por Craviotto, se qued¨® a tres d¨¦cimas y media de conseguirlo. Esta vez gan¨® el barco alem¨¢n, al que hab¨ªan derrotado en el Europeo de junio.

¡°Estamos fundidos y cabreados, una plata siempre jode. Ma?ana igual empezamos a saborearla, ahora estamos cabreados", explica Craviotto. Sus compa?eros y ¨¦l se quedaron un buen rato sentados en la banqueta de madera detr¨¢s del podio, cabizbajo, intercambiando impresiones. Les fue a animar el presidente de la Federaci¨®n. Los levant¨® del suelo Miguel Garc¨ªa, el t¨¦cnico. Las caras eran de decepci¨®n.

¡°Hemos hecho lo que ten¨ªamos que hacer, hemos salido al ritmo con el que quer¨ªamos salir, pero han ganado los alemanes, ya est¨¢. No pasa nada, han sido los mejores hoy, pero hay mucho camino y donde hay que ganar es en otros sitios. Lo de hoy echa combustible a la hoguera¡±, a?ade Craviotto. Se refiere a los Juegos de Tokio, el objetivo de este K4 que ech¨® a andar el pasado mes de mayo y que todav¨ªa tiene cosas que ajustar.

¡°Lo dec¨ªamos entre nosotros estos d¨ªas: preferimos quedar segundos en todo lo que haya de aqu¨ª a Tokio y ganar el oro en los Juegos¡±, cuenta Germade. ¡°Para el gallego, los alemanes estuvieron m¨¢s inteligentes que ellos en la carrera: ¡°hemos sido fieles a nuestra estrategia, todav¨ªa quedan muchas cosas por trabajar en cuanto a t¨¦cnica, palada y t¨¢ctica de carrera. Ellos nos analizan mucho y han sido m¨¢s inteligentes t¨¢cticamente¡±, a?ade. ?Por qu¨¦? ¡°Han cambiado su t¨¢ctica, han pegado un hachazo en el medio y nosotros en el medio ¨ªbamos muy constantes y nos han echado un poco fuera de la pelea¡±, contesta.

Mientras iban a ponerse el ch¨¢ndal para subir al podio, segu¨ªan rumiando entre ellos, repasando la carrera, intercambiando opiniones sobre lo que queda por ajustar. Llevan paleando juntos cuatro meses. ¡°Hemos ido ajustando a base de ensayo-error. Yo ven¨ªa de una distancia m¨¢s corta [K2-200] y al principio sal¨ªa m¨¢s fuerte de lo que deb¨ªa porque estaba acostumbrado a salir as¨ª de fuerte. Pero¡­ no llegas al final. Cuando ves que te vac¨ªas y no llegas hasta meta es un sufrimiento inhumano, as¨ª que a la siguiente vas un pel¨ªn m¨¢s despacio y as¨ª hasta que vas calculando cual es el ritmo medio. Sabes lo que no puedes gastar porque te va a hacer falta al final¡±, explicaba Toro a finales de junio, durante las dos semanas de trabajo en el embalse de las Picadas de Madrid. ¡°Es un minuto y 20 de prueba y es muy complicado ajustar la fuerza. El 500 es explosivo, pero tambi¨¦n de resistencia, hay que ajustar mucho la t¨¢ctica y la estrategia porque si te pasas un pel¨ªn llegas muerto, si te pasas por abajo¡­ se te va¡±, corroboraba Craviotto.

El barco, que ech¨® a andar en mayo despu¨¦s de una criba con otras tres embarcaciones, es una mezcla de veteran¨ªa y juventud (Craviotto, el mayor, tiene 33 a?os; Marcus, el peque?o, 23). El objetivo era este Mundial, por el camino ganaron el Europeo y la vista ahora est¨¢ puesta en los Juegos de Tokio 2020. ¡°Sa¨²l es el capit¨¢n por experiencia y veteran¨ªa. Adem¨¢s de su poder¨ªo f¨ªsico, tiene una fuerza mental incre¨ªble. A la hora de competir, su cabeza es una m¨¢quina. Marcus es igual, lo tiene todo tan estructurado en su cabeza que lo maneja muy bien cuando tiene que competir. Es adem¨¢s un todoterreno, de pronto te rinde en el 200 como en el 1000. Toro es como su apellido: potencia pura y pele¨®n. Donde se siente bien es compitiendo, tiene muy mal perder en todo. En las concentraciones largas sin competiciones de por medio hay que estar muy encima de ¨¦l porque como le encanta competir y dar guerra, sin eso le dan bajones. Rodrigo es el equilibrado: se adapta muy bien a cualquier posici¨®n en el barco y podr¨ªa ocuparlas todas. Es muy vers¨¢til y tiene muy buenas condiciones para el 500¡±, les describe Miguel, el entrenador. Un tipo que fue tambi¨¦n pirag¨¹ista (gan¨® un bronce mundial en el K1-200 en 1994) y que se desvive por este deporte. Los d¨ªas de descanso para el K4, ¨¦l baja a la pista de Trasona con el equipo j¨²nior. No para.

Los pirag¨¹istas le aprecian precisamente por eso. ¡°Sabe leer los momentos de la temporada y sobre todo sabe llevarnos a cada uno de nosotros. No es f¨¢cil porque cada uno somos mundo y sacar el cien por cien de todos es muy importante. Suele acertar la planificaci¨®n, siempre hemos llegado al cien por cien al momento m¨¢s importante de la temporada y eso es muy, muy complicado. Adem¨¢s, ha estado en el agua, luchando al m¨¢ximo nivel y sabe lo que se siente¡±, le define Toro que ayer, despu¨¦s de bajar del podio del K2-200 cogi¨® el micr¨®fono y le pidi¨® matrimonio a su novia, sentada en las gradas.

Garc¨ªa, que siempre va con su bol¨ªgrafo y libreta en el que lo apunta todo, suele dividir la temporada en macrociclos. ¡°Dentro de cada macrociclo hay mesociclos y dentro de esos mesociclos, hay microciclos¡±, explica. Despu¨¦s de cada ciclo de tres semanas, deja a sus chicos una semana de descanso. ¡°Se van a casa, con tareas pero muy suave. Es fundamental que recarguen pilas¡±, dice. Y m¨¢s despu¨¦s el oro en el Europeo de junio. ¡°En las semanas siguientes [dos en Madrid y el resto en Trasona] buscamos ajustar las cargas para conseguir un rendimiento mayor. Hay que ajustar mucho para medir los picos de forma porque se corre m¨¢s el riesgo de tener bajones¡±, apunta. Al Mundial de Portugal llegaron bien, pero los alemanes, un poco mejor.