La saeta mort¨ªfera de Valverde en el Caminito del Rey

Paolo Slongo trajina con una rueda rebelde en la salida y un periodista se le acerca chistoso y le suelta, ¡°?qu¨¦? ?te han degradado a mec¨¢nico?¡± El preparador f¨ªsico de Nibali y director del Bahr¨¦in levanta la vista y r¨¢pido responde. ¡°S¨ª, s¨ª, pero a¨²n no me han rebajado al escal¨®n inferior del ciclismo, que es el de periodista¡±.

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Basta el chiste para hundir al periodista viejo, touch¨¦, en un cierto estado de melancol¨ªa, o nostalgia del alma, como ha o¨ªdo un poco antes en la radio, donde sonaba de fondo el Son nata a lagrimar (nacida para llorar) de Haendel, y hacerle filosofar sobre su oficio b¨¢sico de contar a?o tras a?o las peripecias de j¨®venes que llegan cr¨ªos, maduran y desaparecen, hasta que llega Valverde, que no es joven, y gana la etapa. Se acaba la filosof¨ªa pues Valverde, que tiene 38 a?os, madura y madura y no envejece, y est¨¢ ah¨ª, en la Vuelta, casi desde que el periodista empez¨® a contarla, en la prehistoria, le rompe el hilo y los esquemas.

¡°Arranqu¨¦ donde quise, a casi 600 metros, y alcanc¨¦ a De Plus, que hab¨ªa saltado antes y como vi que ven¨ªa a mi rueda Kwiatkowski, el m¨¢s peligroso, le dej¨¦ pasar por dentro en la curva, le enga?¨¦, y luego le remat¨¦¡±, cuenta el murciano del Movistar, y al recitar as¨ª c¨®mo logr¨® la d¨¦cima victoria de etapa en las 12 Vueltas que lleva corriendo, despierta la memoria del romance de la ?lora, tan bien cercada, y el defensor que traicioneramente le clava al sitiador adelantado una saeta que le atraviesa el cr¨¢neo de la frente al colodrillo.

Pese a tama?a herida, Kwiatkowski, tambi¨¦n segundo la v¨ªspera en la contrarreloj, se puso de l¨ªder de la carrera, un maillot rojo que le habr¨ªa gustado conquistar de otra manera, dijo, y que mantiene con 14s de ventaja sobre Valverde.

Por ?lora, y junto a su r¨ªo bajo el castillo moro y cubista, a 18 kil¨®metros de la meta en el comienzo del Caminito del Rey sobre el ca?¨®n del Guadalhorce y sus aguas azul turquesa, comenzaron justo las rendiciones que marcaron la segunda etapa de la Vuelta, tan tempranas. Sagan, del que tanto se hablaba como favorito, cre¨ªa por la ma?ana que el final era dur¨ªsimo, lejos de su alcance incluso, y sali¨® con mala disposici¨®n. El calor, tan fuerte, le termin¨® de convencer de que no val¨ªa la pena sufrir y se descolg¨®, y junto a ¨¦l lo hizo Porte, tan d¨¦bil est¨¢ el australiano, y el anterior l¨ªder, Dennis, que no quiere hacer alardes. Ambos perdieron 14 minutos.

Un poco m¨¢s aguant¨® Nibali, que perdi¨® cuatro minutos, y el desconsuelo debi¨® de atacar a Slongo porque su potro, tan desgraciado en el Tour, no ganar¨¢ tampoco la Vuelta, seguramente, y pensar¨¢ en alimentarse de kil¨®metros para llegar fuerte al Mundial mientras su coach le prepara las ruedas. Los dem¨¢s favoritos apretaron los dientes tras los fabulosos sprinters del repecho para perder lo menos posible. Kelderman, Ur¨¢n, Nairo y Pinot fueron los m¨¢s pimpantes de entre ellos, y llegaron a solo 3s de la pareja, quienes, adem¨¢s, se beneficiaron de las bonificaciones (10s el primero, 6s el segundo) para confortar su puesto en la general.

De la general de la Vuelta, justamente, ambos, Valverde y Kwiatkowski, no quieren hablar, pero hablan.

Para los adoradores del Sky, su equipo, el polaco, que nunca ha querido intentar ganar una de tres semanas, pero llega de ganar su Tour de Polonia (diez d¨ªas), y su victoria en la Vuelta ser¨¢n la prueba irrefutable de que el equipo brit¨¢nico es el que m¨¢s sabe de todos, el que mejor lo hace. Ser¨ªa Kwiatkowski(o Kiato, como simplifican Valverde y muchos para no liarse con sus consonantes), el tercero diferente, tras Froome y Thomas, que lo consiguiera en su 2018 magn¨ªfico. ?l, inteligente, no entra. Solo habla de lo dif¨ªcil que es todo.

Valverde, que tras un abril duro y un Tour por debajo de sus expectativas, ha encontrado su forma entren¨¢ndose en la playa de Torrevieja, no desalienta a sus muchos fans que creen que puede ganar su segunda Vuelta nueve a?os despu¨¦s de la primera. ¡°No me descarto¡±, dice el murciano, que celebra su 12? victoria de la temporada, y lo recalca. ¡°Nairo es el jefe de filas, pero, a diferencia del Tour, no me va a impedir que yo vaya a ganar todas las etapas que pueda. Tengo esa libertad. Con 38 a?os y todo lo que he ganado este a?o, ?qu¨¦ presi¨®n voy a tener¡±.