La entrevista de Celia Barqu¨ªn a Severiano Ballesteros: ¡°La vida es un partido continuo¡±
La golfista asesinada en EE UU convers¨® en 2011 con el genio c¨¢ntabro un mes antes de que este muriera
Esta es la transcripci¨®n de la entrevista que Celia Barqu¨ªn, asesinada hace unas horas en Estados Unidos, le hizo en 2011 a Severiano Ballesteros con motivo de su 54 cumplea?os y un mes antes de que este muriera. Esta charla result¨® premiada en 'El Pa¨ªs de los Estudiantes' como la mejor entrevista de esa edici¨®n del concurso.?
Severiano Ballesteros cumple 54 a?os y el mundo del golf quiere rendirle homenaje. El pr¨®ximo d¨ªa 9 de abril, 152 campos de golf celebrar¨¢n el torneo Desaf¨ªo cuyos ingresos ir¨¢n destinados a la investigaci¨®n del c¨¢ncer.
Cuando nos pusimos con ¨¦l en contacto para solicitar esta entrevista, accedi¨® de inmediato, cosa por la que le estamos muy agradecidos.
Seve, un hombre de origen humilde que siendo joven tuvo que buscarse la vida para hacerse un hueco entre los grandes, nos ha hablado de sus inicios en el golf, un deporte considerado totalmente elitista durante casi todo el siglo XX y que ahora, sin embargo, es el deporte individual m¨¢s practicado en EE UU y Jap¨®n, y el segundo en Espa?a.
Pregunta. ?C¨®mo era tu vida con tus padres y hermanos cuando eras ni?o?
Respuesta. Mi vida entre padres y hermanos transcurri¨® como en tantas otras familias. En aquellos tiempos, el ocio no exist¨ªa. Nos ayud¨¢bamos los unos a los otros, y fue aquel entorno el que me ayud¨® con el paso del tiempo a centrarme en lo que m¨¢s me gustaba. El golf era mi pasi¨®n. En mi casa todos estuvieron a mi lado. Si los que te rodean te dan buenos consejos y protegen, facilitan mucho las tareas que uno quiere realizar.
P. A¨²n viviendo junto al Real Golf de Pedre?a, tus comienzos no fueron f¨¢ciles, all¨ª trabajaste como caddie. ?No era muy duro para un ni?o de nueve a?os cargar con una bolsa de palos durante m¨¢s de cuatro horas?
R. Tienes raz¨®n, Celia. Hoy los comienzos en el golf para cualquier aficionado son demasiado sencillos. Todo el mundo tiene los mejores materiales y campos diversos donde poder dar rienda suelta a su afici¨®n. Yo, sin embargo, me las tuve que arreglar hasta llegar a entrenar cuando la noche se hac¨ªa presente. No tuve ninguna facilidad, salvo que alg¨²n socio del Club (Pedre?a), cuando yo les hac¨ªa de caddie, me dejaba jugar con ellos. El doctor Santiago Ortiz y Valent¨ªn Valle fueron mis valedores. A m¨ª no me importaba llevar la bolsa al hombro con ocho a?os, lo que me importaba era disfrutar jugando. Aquellos a?os de tanta prohibici¨®n fueron para m¨ª los que me dieron fuerza para sentar las bases de mi futuro como deportista.
P. 94 t¨ªtulos, entre ellos cinco grandes, ganador m¨¢s joven del siglo del Open Brit¨¢nico, a los 20 a?os ya hab¨ªas ganado en los cinco continentes ?C¨®mo asimilaste todo esto? ?Hab¨ªas so?ado alguna vez con algo parecido?
R. Lo especial de mi carrera no son los t¨ªtulos logrados, sino c¨®mo los consegu¨ª. Mi forma de jugar pasaba por divertirme. Y tambi¨¦n por divertir al espectador. La gente estaba de mi lado porque les garantizaba espect¨¢culo. En Jap¨®n y en las Islas Brit¨¢nicas, el p¨²blico quer¨ªa que yo ganase porque me sent¨ªan cerca de ellos. En Am¨¦rica, tambi¨¦n me quer¨ªan mucho, excepto algunos (pocos) jugadores que me ve¨ªan como un intruso que les quitaba sus d¨®lares. Personalmente, supe asimilar todo, lo bueno y menos bueno. Mi m¨¢xima atenci¨®n se centraba ¨²nica y exclusivamente en saber competir, para ganar. Los sue?os me indicaban que para lograr lo que quer¨ªa deb¨ªa centrarme en el trabajo y la constancia. Yo am¨¦ este deporte y las multitudes supieron corresponderme, porque yo fui un jugador que me entregaba.
P. Participaste seis veces en la Ryder Cup y fuiste capit¨¢n de, para muchos, la Ryder m¨¢s bonita ganada por Europa. En 2010 gan¨® Europa y te dedicaron el triunfo, sigues siendo un ¨ªdolo para ellos, ?c¨®mo te sientes por ello?
R. Particip¨¦ en ocho ocasiones, m¨¢s otra como capit¨¢n del equipo europeo, y en todas puse el m¨¢ximo de entrega. Hice ver a los europeos que deb¨ªamos sentirnos tan buenos o mejores que los americanos. Europa, desde siempre, se hab¨ªa sentido perdedora frente a los americanos y eso yo no pod¨ªa admitirlo. Nos faltaba esp¨ªritu ganador, entrega y sentido de equipo. Y aqu¨ª fue donde yo puse el granito de arena que nos faltaba para no doblegarnos frente a USA. Y por esta raz¨®n pienso que mis colegas de este a?o tuvieron el magn¨ªfico detalle de brindarme el triunfo. Ellos saben que mis sentimientos, siempre estar¨¢n presentes. Mi agradecimiento ante tanto cari?o y halago, siempre lo tendr¨¦ presente.
P. Importantes figuras como Lee Trevino han afirmado: ¡°Seve lo tiene todo, toque, poder, saber, coraje y carisma¡±; o como Ben Crenshaw: ¡°Seve juega golpes que yo no imagino ni en sue?os¡±. Hay mil fotos tuyas golpeando la bola realmente espectaculares: de rodillas, encima de un ¨¢rbol, desde un aparcamiento¡ He buscado el v¨ªdeo del famoso golpe que diste con la madera 3 en la Ryder Cup, pero no lo he encontrado, ?C¨®mo fue?
R. Te lo explico. 14-16 de octubre de 1983. Ryder Cup. PGA National Golf Club, Palm Beach Gardens, Florida. Se jugaba el primer match individual del ¨²ltimo d¨ªa. Jugu¨¦ contra Fuzzy Zoeller, vencedor del Masters de 1979. Yo precisamente hab¨ªa ganado el Masters de Augusta seis meses antes. Era un rival muy duro. En el tee del 18 llev¨¢bamos el match empatado. El ¨²ltimo hoyo era un par 5 de 578 yardas, con b¨²nkers en el lado izquierdo y agua en el lado derecho. Conect¨¦ un drive?no bueno y la bola se qued¨® hundida en la pared de hierba de un b¨²nker. Al ser bermuda era muy dif¨ªcil sacarla de all¨ª, solo pude jugar el wedge. Pero apenas la mov¨ª 20 metros y en direcci¨®n a otro b¨²nker. La bola repos¨® bastante cerca de la pared del b¨²nker, tanto es as¨ª que la soluci¨®n normal era golpearla con el sand-wedge hacia un lado. En definitiva, como mi posici¨®n era bastante comprometida, y el match era vital, tuve que arriesgar al m¨¢ximo para no perderlo. Aunque la situaci¨®n era casi imposible, no lo pens¨¦ m¨¢s, cog¨ª la madera 3. Con el frente del b¨²nker muy cerca, golpe¨¦ con toda mi alma la bola que sali¨® como un cohete (vol¨® unos 235 metros), alcanzando el borde del green. As¨ª consegu¨ª empatar el partido, que te¨®ricamente ten¨ªa perdido. Fue un golpe excepcional.
P. Ganaste muchos torneos y mucho dinero. ?Cumpliste alg¨²n sue?o inmediato?
R. Cumpl¨ª con el deber que me impuse, entregarme en cuerpo y alma a un deporte al que entregu¨¦ mi juventud. Despu¨¦s de retirarme hice un balance de lo que fue mi carrera deportiva. Y lo que m¨¢s me satisface de ella es haber logrado que el golf haya entrado en la casa de los espa?oles. Esto y los campos p¨²blicos hacen sentirme orgulloso.?
P. Tras 30 a?os de competici¨®n decides abandonar por problemas de espalda. Ahora est¨¢s compitiendo de otra forma y tambi¨¦n se est¨¢ yendo muy bien poco a poco, con mucho esfuerzo y paciencia. Pero t¨² de eso sabes mucho, expl¨ªcanos qu¨¦ es el ¡°Desaf¨ªo Ballesteros¡±.
R. La vida es un partido continuo de encuentros y desencuentros. Ahora me enfrento a una situaci¨®n que tambi¨¦n otra gente est¨¢ padeciendo y con la cual me identifico. Desde hace dos a?os, contin¨²o peleando contra una enfermedad a la que no pienso darle la espalda. Por esta raz¨®n he creado la Fundaci¨®n Seve Ballesteros. Quiero ayudar a la ciencia para que alg¨²n d¨ªa este mal sea desterrado. Durante m¨¢s de 30 a?os compet¨ª con fuerza y entrega. Ahora, en esta diferente situaci¨®n que me encuentro tambi¨¦n d¨ªa a d¨ªa, lucho por salir ganador.
P. Se suele hablar de la simpleza de este deporte (meter una bolita en un agujero), cuando en realidad es una aventura en toda regla. ?C¨®mo animar¨ªas a los j¨®venes a practicarlo?
R. El golf es un deporte que, una vez es conocido por la gente, la opini¨®n sobre el mismo cambia radicalmente. Este deporte incita pasi¨®n y provoca superaci¨®n. Yo aconsejar¨ªa a los j¨®venes que probaran sus aptitudes. Digo esto porque, si quieren superarse a s¨ª mismos, aqu¨ª est¨¢ el reto. Retarse uno mismo es adquirir un bonito desaf¨ªo. Por esta raz¨®n, el golf engancha.
P. ?Es verdad que en tu primer torneo como profesional quedaste en ¨²ltima posici¨®n y en el ¨²ltimo tambi¨¦n?
R. Efectivamente. En Portugal qued¨¦ el ¨²ltimo y en EE UU, ya como senior, obtuve el mismo resultado. ?Otro r¨¦cord para mis estad¨ªsticas!
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