El Eibar gana por incomparecencia

Que se lleven el Eibar-Legan¨¦s a Estados Unidos y los norteamericanos aborrecer¨¢n el f¨²tbol, inventar¨¢n infinitas trabas para los visados de los jugadores y pondr¨¢n a los entrenadores en la lista de los m¨¢s buscados del FBI. En Espa?a, los aficionados est¨¢n m¨¢s acostumbrados a tragarse bodrios como el de Ipur¨²a, y se lo toman con paciencia infinita; revolvi¨¦ndose en el asiento a casi 30 grados, o comiendo pipas compulsivamente.

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En Estados Unidos no comen pipas, all¨ª las transforman en aceite de girasol, y por eso no tragar¨ªan con el Eibar-Legan¨¦s. Que se lo lleven a Miami, pero que no lo devuelvan.

Fue una tarde de f¨²tbol perdida, salvo para el casillero del Eibar, que suma tres puntos m¨¢s, porque le puso m¨¢s inter¨¦s que el Lega, a quien pareci¨® confundirle su nueva camiseta. Italiana, dicen ellos, pero los futbolistas de Pellegrino parec¨ªan del Betis por un lado, y por el otro del Sevilla, y no fueron ni una cosa ni otra. Ni italianos, claro. No al menos los italianos de toda la vida en el f¨²tbol: rocosos y complicados, capaces de cualquier cosa.

El Legan¨¦s celebraba su nonag¨¦simo aniversario, pero ni jugando noventa a?os ser¨ªan capaces de marcarle un gol al Eibar jugando como en la calurosa tarde oto?al de la ciudad armera. Salieron los hombres de Pellegrino a aguantar el empate a cero, y cuando recibieron el tanto local, en el minuto 51, tras una acci¨®n de De Blasis, que remat¨® primero Enrich al laguero y remach¨® Quique Garc¨ªa lanz¨¢ndose en plancha, ya no supieron cambiar de registro. Perdieron 40 minutos en reciclarse, no crearon ni una sola ocasi¨®n de gol, y permitieron que Dmitrovic, que en el Metropolitano trabaj¨® a destajo, tuviera una tarde feliz: una parada en todo el partido. El resto se lo hubiera podido pasar comiendo pipas, como los aficionados aburridos.

El Eibar gan¨® y lo mereci¨®, porque a falta de f¨²tbol, le puso un inter¨¦s que no pareci¨® tener el Legan¨¦s. Sin demasiadas florituras, ¨Cuna ruleta del central Ramis fue el ¨²nico lujito de un partido plano¨C, apret¨® hasta conseguir su objetivo. Hab¨ªa amagado en la primera parte con un disparo de Sergi Enrich al larguero y varias aproximaciones peligrosos a base de voluntad, pero apenas encontr¨® r¨¦plica en el Legan¨¦s, salvo en un remate de Carrillo que desvi¨® Dmitrovic.

Cuando marc¨® su gol y esperaba la reacci¨®n del rival, simplemente no la encontr¨®. Enredado en su laberinto, Pellegrino no hall¨® soluciones y sus jugadores tampoco las buscaron. El Eibar opt¨® por dejarse llevar, y buscar el contragolpe, pero ni eso le hizo falta. Gan¨® por incomparecencia del Legan¨¦s y sum¨® los tres puntos. Claro que si en Estados Unidos ven el partido, puede que cierren las fronteras.