El Athletic sufre una bajada de tensi¨®n
La Real se lleva el derbi aprovechando los errores de su rival, que tuvo la pelota pero no gener¨® ocasiones
En los derbis hay tensi¨®n, aunque no lo parezca. En las gradas, donde todos disimulan y sonr¨ªen al aficionado rival, y m¨¢s todav¨ªa en las horas previas. En Pozas, las cervezas se beben sin saborear. Viajan personas adultas en el metro, con camiseta rojiblanca, y hablan del tiempo, de los planes del fin de semana y de la boda de fulano, ?te acuerdas de fulano?, pero ni una palabra sobre el partido que luego la Real le ganar¨ªa al Athletic. Bajan todos en la estaci¨®n de San Mam¨¦s, se mezclan con algunas camisetas blanquiazules, y siguen hablando de la boda, del tiempo, o del fin de semana.
La tensi¨®n se exteriorizaba con ¨¢nimos sobreexcitados, el himno a voz en grito, como para coger una ronquera, los silbidos a cada toque del rival, a cada pitido del ¨¢rbitro, y se sublim¨® cuando Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez detuvo el partido, hizo el gesto de la pantallita y se fue a ver la tele a la banda. Estaba jugando mejor el Athletic, apretando fuerte la salida de bal¨®n de la Real, que no pasaba del medio campo, y en una falta botada por Rub¨¦n Pardo, Sangalli intent¨® rematar, I?igo Mart¨ªnez levant¨® el pie y alcanz¨® en la cabeza al joven delantero donostiarra. ¡°Dura lex, sed lex¡±, dice el aforismo del Derecho romano, implacable con el Athletic. Marc¨® Oyarzabal y la tensi¨®n se desbord¨®.
Pero Muniain, con la adrenalina desatada, recibi¨® el saque de centro, avanz¨® a trompicones, combin¨® con Williams primero, con Susaeta despu¨¦s, que centr¨® para que, a la segunda, el propio Muniain empatara, apenas un minuto despu¨¦s. Duele m¨¢s as¨ª que marcharse al descanso con empate a cero, pero a la Real no pareci¨® afectarle demasiado.
Gol tras el descanso
No al menos a Sangalli, el empleado del mes, que con m¨¢s tensi¨®n que los dem¨¢s, incluso que los aficionados a los que el bocadillo les baj¨® las pulsaciones, estaba atento para rematar de cerca el pase de Zubeldia, que aprovechaba dos errores consecutivos de Yuri y Be?at, nada m¨¢s comenzar la segunda mitad.
La tensi¨®n que empuj¨® al Athletic en el inicio, cay¨® en picado en la segunda mitad, cuando las fuerzas estaban m¨¢s justas y la presi¨®n rojiblanca no funcionaba de la misma manera. Garitano opt¨® por la paciencia, cerr¨® bien las posibles v¨ªas de agua y desesper¨® al Athletic. Los donostiarras suelen ser cuidadosos con la pelota, pero en San Mam¨¦s decidieron regal¨¢rsela al Athletic, que pocas veces supo qu¨¦ hacer con ella.
Cuando otro error defensivo, en una cesi¨®n muy corta de Yuri a Unai Sim¨®n, acab¨® en un nuevo penalti que transform¨® Oyarzabal, se acab¨® el partido para los rojiblancos. La Real, plagada de bajas, se llev¨® los tres puntos de la Catedral. La tensi¨®n rojiblanca, por los suelos, no pudo subir en los minutos finales. Ni la salida de Aduriz levant¨® los ¨¢nimos de la hinchada local. Los 2.000 donostiarras que viajaron a Bilbao tuvieron un festivo viaje de regreso por la autopista. La tensi¨®n (baja) se qued¨® en la capital vizca¨ªna.
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