Inquietantes tiempos para Bar?a y Madrid
La irrupci¨®n de los equipos-Estado, caso del Par¨ªs Saint Germain o el Manchester City, penaliza econ¨®micamente a los grandes
Algo en la clasificaci¨®n de esta Liga invita a recordar otros tiempos, m¨¢s abiertos o menos maniqueos. Es un viaje a un pasado cercano, donde se discut¨ªa la hegemon¨ªa del Bar?a y el Real Madrid, ganadores de 13 de los ¨²ltimos 14 campeonatos, el recorrido de 2004 a 2018 que coincide con la trayectoria de Messi en el f¨²tbol espa?ol y la distribuci¨®n de los derechos televisivos desde 2006 hasta 2016. En ese periodo de 10 a?os, el Real Madrid y el Bar?a obtuvieron una ventaja sideral sobre el resto de sus competidores en Espa?a y en Europa.
Ni los grandes equipos de la Liga inglesa, favorecida por el mayor contrato televisivo del mundo, pod¨ªan acercarse a las cantidades que recib¨ªan el Bar?a y el Madrid (150 millones por temporada cada uno). Su plan de distribuci¨®n respond¨ªa a un criterio mucho m¨¢s igualitario que el espa?ol, cuyo modelo ha cambiado sustancialmente desde la promulgaci¨®n del decreto-ley del Gobierno del PP en mayo de 2015. Es una ley que configura una distribuci¨®n m¨¢s equitativa de los ingresos por televisi¨®n de la Liga y reduce la distancia del Real Madrid y Barcelona con el resto de los clubes.
La Liga espa?ola se explica a trav¨¦s de muchas miradas, pero ninguna es m¨¢s importante que la del dinero. En los diez a?os anteriores al modelo de ingresos televisivos que santific¨® la hegemon¨ªa del Barcelona ¡ªnueve t¨ªtulos de Liga, tres Copas de Europa¡ª y del Real Madrid ¡ªcuatro Ligas y cuatro Copas de Europa¡ª, el campeonato espa?ol conoci¨® cinco vencedores: Valencia en dos ocasiones, Deportivo, Atl¨¦tico de Madrid, Barcelona y Real Madrid. Ese periodo, trascendental para el f¨²tbol contempor¨¢neo, se caracteriz¨® por aplicaci¨®n de la sentencia Bosman desde 1996 y su efecto en el mercado televisivo.
La apertura total del mercado futbol¨ªstico signific¨® la internacionalizaci¨®n de las plantillas y, como consecuencia, el aumento de los ingresos por televisi¨®n, distribuidos de manera bastante parecida a la actual. Su efecto permiti¨® una Liga m¨¢s abierta: cinco equipos ganadores en 10 a?os. Esta Liga sin control quiere recordar aquellos tiempos, pero no se explica s¨®lo por la nueva distribuci¨®n de los ingresos por televisi¨®n.
Otros factores de calado inciden sobre la posici¨®n menos dominante del Real Madrid y Barcelona. El actual contrato televisivo de la Premier League es muy superior al espa?ol: los mejores futbolistas y entrenadores se dirigen a Inglaterra. La irrupci¨®n de los equipos-Estado, caso del Par¨ªs Saint Germain o el Manchester City, penaliza econ¨®micamente a clubes como el Bar?a o el Real Madrid, cuya vieja estructura societaria les vincula m¨¢s y mejor con el pueblo llano que con los nuevos desaf¨ªos del negocio futbol¨ªstico.
Quiz¨¢ por esta raz¨®n, el fichaje m¨¢s caro del Real Madrid desde James en 2014 ha sido el joven Vinicius, contratado con 17 a?os por 45 millones. Atr¨¢s quedaron los tiempos del star system que Florentino P¨¦rez implant¨® en el f¨²tbol mundial con la adquisici¨®n de Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, Cristiano, Kak¨¢ o Bale. Algo parecido ocurre en el Bar?a, agarrado a la tabla de Messi. Hace tiempo que no ficha a una estrella consagrada. Compra buenos jugadores a secas, Coutinho, o a promesas sin verificar: Demb¨¦l¨¦. Sin embargo, esta devaluaci¨®n de los dos grandes en el mercado de fichajes se aprecia bastante m¨¢s por los jugadores que se han ido que por los reci¨¦n llegados. El Bar?a ha perdido a Neymar y el Real Madrid a Cristiano Ronaldo, dos de los tres mascarones de proa de LaLiga. Ni tan siquiera se han ido a la Premier League. Representan un preocupante s¨ªntoma para una Liga que parece m¨¢s democr¨¢tica en el ¨¢mbito competitivo, pero que parece perder su capacidad de fascinaci¨®n en el mundo.
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