Ljub¨®jevic, a tumba abierta
Una joya del genial yugoslavo, que borda su ataque frente a uno de los mejores defensores de la ¨¦poca
Blancas: Ta1, Tf1, Rg1, Ae2, Cc3, Ae3, Dg3, Cd4; peones en a2, b2, c2, e4, f4, g2 y h2.
Negras: Ta8, Tf8, Rg8, Dc7, Ad7, Ae7, Cc6, Cf6; peones en b7, f7, g7, h7, a6, d6 y e6.
Ljubomir Ljub¨®jevic (?zice, Yugoslavia, 1950), residente en Linares (Espa?a), lleg¨® a ser el 3? del mundo en 1983, tras Anatoli K¨¢rpov y Gari Kasp¨¢rov. Y es uno de los jugadores m¨¢s creativos y arriesgados de su ¨¦poca. Su enorme talento empez¨® a brillar en torneos espa?oles a mediados de los setenta, tras un par¨®n en su carrera por el servicio militar. Pronto se convirti¨® en uno de los astros del ajedrez m¨¢s apreciados por sus colegas desde el punto de vista humano, porque contagiaba su pasi¨®n, por el ajedrez y por la vida. Ljub¨®jevic, casado con la linarense Araceli Lozano, fue profeta en su tierra cuando gan¨® el torneo que entonces era el m¨¢s prestigioso del mundo, el Wimbledon del ajedrez,en 1985, entre otros grandes ¨¦xitos. Un dato llamativo de su carrera es que derrot¨® alguna vez a todos los grandes maestros de ¨¦lite, incluidos los campeones del mundo Anatoli K¨¢rpov, Gari Kasp¨¢rov y Viswanathan Anand.La partida de este v¨ªdeo, frente al sueco Ulf Andersson en el torneo de Wijk aan Zee (Holanda) de 1976, es una obra maestra del ataque. Su rival aunaba dos cualidades que aumentan el m¨¦rito de la victoria: era uno de los mejores defensores del mundo en ese momento, y amigo de Ljub¨®jevic.
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