Argentina-Brasil, un cl¨¢sico para aburrir a Am¨¦rica

Argentina se venci¨® a bal¨®n parado, a la salida de un saque de esquina, en la pen¨²ltima jugada, despu¨¦s de anudar durante una hora larga a Brasil. Afeitada en ataque, la Albiceleste se esmer¨® en la defensa de su arco hasta que los zagueros desfallecieron en un c¨®rner botado por Neymar y cabeceado por Miranda. No pas¨® nada m¨¢s en el cl¨¢sico 100 de las Am¨¦ricas. Apenas jugaron a f¨²tbol Brasil y Argentina. Tampoco hubo noticias de Dybala y solo a ratos compareci¨® Neymar, que festej¨® la victoria como si fuera suya, consciente de que el partido se resolvi¨® en el ¨²ltimo tramo, cuando se empe?¨® en derrotar a la Albiceleste.

Argentina parece decidida a vertebrar un equipo suficientemente interesante como para provocar el regreso de Messi. El 10 ser¨ªa el punto y final y no el origen de la Albiceleste. As¨ª que nadie le pide nada de momento a Scaloni. El plan es una especie de casting que incluye a noveles como Saravia, un interesante lateral de Racing, o a un ariete ya contrastado en el Inter y por el contrario in¨¦dito hasta cierto punto en la selecci¨®n como Icardi. La inc¨®gnita contin¨²a siendo Dybala, insustancial tambi¨¦n cuando no est¨¢ Messi.

Brasil avanza por el contrario por el lado opuesto de Argentina. Tite intenta organizar a un equipo para que Neymar marque las diferencias, circunstancia que obliga a reparar en sus compa?eros de delantera y en la l¨ªnea de centrocampistas, liderada por el azulgrana Arthur, muy presente ante Argentina. El choque gir¨® siempre alrededor de Neymar, a veces bien reducido por Saravia y en ocasiones, desequilibrante, como en la jugada definitiva del 1-0.

No fluy¨® el f¨²tbol en Brasil y defendi¨® fuerte Argentina. La Albiceleste ya no concede tantas ocasiones como antes sino que es un equipo m¨¢s organizado, penalizado solo por las p¨¦rdidas de bal¨®n de sus puntas, apretados por Brasil. Recostado en las bandas, Dyabala tuvo poca incidencia el juego, a excepci¨®n de las acciones de estrategia, excelente en un tiro que roz¨® el ¨¢ngulo izquierdo de Alisson. No arriesgaron los equipos en un partido pesaroso, con pocas ocasiones y sin riesgo, con solo dos sobresaltos antes de alcanzar el descanso: un tiro de Miranda que sac¨® Otamendi y una falta directa de Coutinho.

A Brasil le faltaba regate, emoci¨®n en su f¨²tbol, f¨¢cilmente rebajado por un rival muy aplicado en el control de los espacios y de tiempo, inofensivo por contra en ataque, todav¨ªa necesitado de volantes capaces de cambiar el ritmo y de delanteros desequilibrantes, sin apenas conexiones con Icardi ni Dybala, sustituido a la hora de partido con Lautaro Mart¨ªnez.

Los cambios avivaron la contienda, y hubo m¨¢s ritmo, m¨¢s faltas, m¨¢s tarjetas, m¨¢s llegadas y finalmente el gol de Miranda, que emborron¨® la buena tarea de meritorios como Pezzella, Paredes o Saravia y reconfort¨® a Neymar. El delantero impuso su determinaci¨®n en un partido igualado, f¨ªsico, lento y presidido por las interrupciones y las faltas t¨¢cticas, s¨ªntoma del equilibrio que presid¨ªa el duelo: 37 victorias por barba y 25 empates hasta que la balanza se decant¨® de momento a favor de Brasil cuando los equipos se apuntaban el 0-0. Y entonces apareci¨® Neymar en un c¨®rner, la defensa albiceleste se qued¨® mirando y marc¨® de cabeza Miranda.