El Baskonia tropieza en la valla del Bayern
Encadena en Alemania su tercera derrota europea consecutiva por culpa de los errores individuales y el desacierto ofensivo
![El escolta del Bayern, Nihad Dedovic, defiende al del Baskonia, Jayson Granger.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MBLN76A5PUR4YYYZ6SFJLFXEGQ.jpg?auth=c2753d90f339d8ceed34ffb7020e906fd1e6084f4f489858583aacae7aa67cc5&width=414)
Tres derrotas consecutivas en Europa y suenan las alarmas en Vitoria. El camino es muy largo, pero comienza a hacerse pesado porque la mochila se empieza a llenar de piedras. El Baskonia intent¨® saltar la valla del Bayern, que parec¨ªa salvable, pero se qued¨® enganchado y se hizo un siete en el pantal¨®n (77-71).
Al Baskonia le cuesta un mundo arrancar en sus partidos europeos. A Pedro Mart¨ªnez se le ve un gesto abrumado cuando sube el bal¨®n al aire porque no le acaba de convencer la aceleraci¨®n de sus chicos en los primeros minutos. Y no es que el Bayern fuera un prodigio de intensidad en el comienzo del duelo muniqu¨¦s. La afici¨®n alemana acostumbra a animar de pie hasta que anota su equipo, y permaneci¨® as¨ª m¨¢s de cuatro minutos. A algunos les empezaban a doler las piernas mientras esperaban.
Pero en cuanto abrieron la lata se dieron cuenta de que la irregularidad baskonista iba a jugar a su favor. Sin hacer nada del otro mundo; defendiendo correctamente, a pesar de los errores en ataque, se fueron marchando en el marcador los alemanes seg¨²n descontaba el reloj. La nefasta gesti¨®n de tiro del equipo vitoriano iba a resultar crucial para el despegue alem¨¢n, y sus errores infantiles, que se prolongaron durante los 40 minutos, fueron letales. Fallaron los hombres de Mart¨ªnez los seis triples que intentaron en el primer cuarto, y ni siquiera estuvieron acertados en los tiros libres. El Bayern, con tres de seis, mantuvo las diferencias que se fueron a nueve puntos en el primer cuarto.
Despert¨® el Baskonia en el segundo. Estuvo m¨¢s templado en la cancha, pero ni Granger acertaba con la intensidad, ni Shengelia estaba tan agresivo como otras noches. Poirier se salvaba de la quema, pero su insistencia no era correspondida por sus compa?eros. A base de picar piedra, los vitorianos acortaron diferencias. A falta de 2.24 se pusieron un punto por debajo (33-32), pero la magia les abandon¨® entonces. No volvieron a anotar, y el Bayern, con un parcial de 10-0, se fue al descanso con un resultado muy satisfactorio, inversamente proporcional a la frustraci¨®n de Pedro Mart¨ªnez.
Las fuerzas se igualaron un tanto en el segundo tiempo, pero cada vez que el Baskonia se estiraba para apretar el marcador, alguna circunstancia puntual estropeaba la remontada. Lo mismo era un tiro libre fallado que un bal¨®n perdido sin oposici¨®n alguna o un par de faltas intencionadas a favor que se quedaron en casi nada, apenas los tiros libres.
La del Bayern parec¨ªa una valla salvable, pero el Baskonia tropezaba cada vez que intentaba el salto. S¨®lo Poirier daba la talla en medio de un equipo fall¨®n y desconcertado. Sus anotaciones y sus rebotes mantuvieron vivo al equipo mientras le fue posible, pero el franc¨¦s no lo pudo hacer todo. El equipo alem¨¢n, nada del otro mundo, no se pudo despegar pese a los errores vitorianos, que estuvo nefasto en el tiro a distancia (4 de 25 en triples). Radonjic se desesperaba en el banquillo, pero el Baskonia no fue capaz de cogerle el rebufo al Bayern. Tercera derrota, m¨¢s piedras en la mochila y una valla sin saltar.
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