Victoria con peaje para el Girona
El en¨¦rgico equipo de Eusebio desdibuja con dos tantos de Portu a un ca¨®tico Rayo, pero pierde a tres jugadores por lesi¨®n
Puede que Vallecas est¨¦ del lado del t¨¦cnico M¨ªchel porque es de los suyos, porque es del barrio y porque ha entregado la mitad de su vida al club. Puede tambi¨¦n que los jugadores le apoyen y le sigan a pies juntillas porque por algo es el entrenador que ascendi¨® al equipo en el curso anterior tras conquistar Segunda de forma categ¨®rica. Pero algo no funciona en este Rayo, equipo devorado por la desidia, que solo cuenta con un triunfo en 10 encuentros. As¨ª, encasquillado a la hora de componer f¨²tbol y atrofiado en los metros finales -solo espoleado por el talento a sorbos que desliza Ra¨²l de Tom¨¢s, un delantero excelente para la definici¨®n coral pero con serios apuros cuando le exigen ser el Juan Palomo de la franja diagonal-, el Rayo no insin¨²a la soluci¨®n a un enredo que se le puede hacer bola al acbar el curso, por m¨¢s que en los compases finales apretara m¨¢s por desespero que por calidad. Todo un desaguisado del que se aprovech¨® el Girona, mucho m¨¢s enchufado y en¨¦rgico, con hambre y remedios t¨¢cticos e individuales, sobre todo de Borja Garc¨ªa en la fabricaci¨®n y Portu en la definici¨®n.
Pretendi¨® el Rayo salir desde la ra¨ªz con el fluir del pase, pero result¨® un ejercicio quijotesco porque en contadas ocasiones se present¨® cerca del ¨¢rea rival con el bal¨®n entre los pies. De hecho, solo De Tom¨¢s pudo completar una jugada colectiva con un disparo de folha seca desde fuera del ¨¢rea que Bono atrap¨® sin demasiados problemas. La volvi¨® a tener el punta del Rayo, que ley¨® una mala cesi¨®n de Ramalho hacia el portero pero le dio de primeras cuando quiz¨¢ pudo pararla antes del remate, por lo que el bal¨®n se le march¨® alto. Y ah¨ª se acab¨® el Rayo del primer tiempo, que aguant¨® doble raci¨®n de chaparr¨®n: la de la lluvia torrencial y la que le infligi¨® el Girona con su idea de presi¨®n avanzada y contras, con Borja Garc¨ªa como crupier. El medio, un tanto escorado a la izquierda, fue el solista que requer¨ªa el duelo, el ¨²nico en descontar rivales con el quiebro y el pase por dentro. Como esa jugada que traz¨® por la banda hasta que la puso al ¨¢rea, donde Portu le dio de espuela y Pere Pons no atin¨® en el remate de chiripa. O como ese otro eslalon por los pasillos interiores que Lozano prolong¨® con un disparo, pero el portero Alberto desvi¨® a tiempo. Incluso tuvo la suya Borja Garc¨ªa, que atendi¨® a un centro del incombustible Porro pero le fall¨® la punter¨ªa. Hasta que, tras una gran presi¨®n colectiva, Planas rob¨® el esf¨¦rico y se lo entreg¨® a Borja, que filtr¨® un pase para el desmarque de Portu, que remat¨® seco al palo contrario, a gol. La segunda diana bien val¨ªa cortar una sequ¨ªa goleadora de ocho meses.
El primer tanto, sin embargo, ya evidenci¨® que el Rayo no necesita a nadie para hacerse a s¨ª mismo el harakiri. No supo jugar ni quiso el equipo de M¨ªchel porque bien pudo aprovechar la velocidad de Adv¨ªncula y Kakuta por las bandas, pero se remiti¨® a los pelotazos y a verlas venir antes que a componer f¨²tbol. Mala receta que todav¨ªa empeor¨® con la imprecisi¨®n en las entregas. Como esa de Jordi Amat hacia atr¨¢s que Lozano persigui¨® para rematar, pero que se qued¨® a medio camino porque G¨¢lvez le agarr¨® por detr¨¢s. Penalti y tanto de Portu, que para su desdicha acab¨® el encuentro antes de tiempo porque sufri¨® una rotura muscular. Tremenda mala pata la del Girona, que tambi¨¦n perdi¨® en el partido a Aday y Juanpe por lesi¨®n.
Una losa que meti¨® el miedo en el cuerpo al Girona, sobre todo cuando G¨¢lvez se resarci¨® de su pifia, cuando atendi¨® a ese saque de esquina y posterior remate de Ra¨²l de Tom¨¢s, a ese bal¨®n muerto en l¨ªnea de gol que le alcanz¨® con puntear para marcar su tanto. Se tir¨® atr¨¢s el Girona y el Rayo despleg¨® las alas, presente al fin en campo contrario y en las inmediaciones del ¨¢rea rival. Pero el despertar lleg¨® tarde y la punter¨ªa hizo mutis por el foro, por lo que el Girona, aunque apesadumbrado por la sucesi¨®n de lesiones y la expulsi¨®n postrera de Lozano por una entrada m¨¢s que fea, festej¨® un triunfo que es ox¨ªgeno puro. Justo lo que necesitaba el Rayo, que pronto empezar¨¢ a deshojar la margarita si contin¨²a con una propuesta tan raqu¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.