Un M¨¢rquez salvaje vuelve a ganar en Sepang

Cuando muchos trataban de contener la emoci¨®n ante la imagen de un Valentino Rossi de nuevo en lo m¨¢s alto del podio; cuando muchos cruzaban los dedos, incr¨¦dulos ante la idea de poder celebrar dos victorias consecutivas de Yamaha en el a?o m¨¢s cr¨ªtico de su historia en el mundial de motociclismo; cuando muchos otros se relam¨ªan ante la expectativa de una reedici¨®n del mayor duelo vivido en los ¨²ltimos a?os; Rossi perdi¨® el control de su moto inexplicablemente en la curva 14, la que da entrada a la contra recta de Sepang, a falta solo de cuatro vueltas para el final. Y Marc M¨¢rquez, que iba apret¨¢ndole las tuercas, recortando distancias poco a poco, vuelta a vuelta, como una hormiguita, se qued¨® con el liderazgo de la prueba. Y con un final de carrera solo en cabeza, para disfrutar del ¨¦xito. Del ¨¦xito de sumar la novena victoria de la temporada, la n¨²mero 70 en su palmar¨¦s. Un triunfo que logr¨® en Malasia, donde no hab¨ªa ganado desde 2014, donde la memoria siempre le traer¨¢ de nuevo a la retina aquella imagen de 2015 con ¨¦l en el suelo, fuera de la trazada, y Rossi escapando de la escena del crimen. Un triunfo que logr¨® a pesar de la sanci¨®n que le priv¨® de salir desde la primera posici¨®n de la parrilla, suya la vuelta r¨¢pida del s¨¢bado.

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M¨¢rquez cede otra ¡®pole¡¯ por una sanci¨®n

M¨¢rquez, o c¨®mo marcar ¨¦poca en la era Rossi

M¨¢rquez, con un ritmo magn¨ªfico por fin en Sepang, mejorada esta Honda d¨ªa a d¨ªa, sin cambios abruptos ni radicales, corregido su estilo para encajar mejor en este trazado de largas rectas y curvas lentas, tir¨® de su pilotaje m¨¢s agresivo para atacar las curvas y encontrar los huecos que le permitieran ir ganando posiciones, con adelantamientos al l¨ªmite, aprovechando la m¨ªnima ocasi¨®n, como cuando apur¨® para adelantar a Iannone y por poco pierde en control de la moto ¨Ccodo y rodilla al suelo, flexi¨®n lateral y moto enderezada, as¨ª salva las ca¨ªdas, lo hab¨ªa hecho hasta cuatro veces en una jornada de entrenamientos y lo volvi¨® a hacer en carrera, para desgracia del italiano, que del susto acab¨® ¨¦l en el suelo¨C, como cuando pas¨® a Zarco tras un despiste de este y le oblig¨® a levantar la moto para no caerse. ¡°De algo sirve ir al l¨ªmite en los entrenos; la gente se pregunta por qu¨¦ me caigo tanto, pero en la vida el que no arriesga no gana nunca. Este domingo he salvado tres o cuatro ca¨ªdas¡±, dir¨ªa despu¨¦s.

M¨¢rquez, que sal¨ªa desde la s¨¦ptima posici¨®n de la parrilla, volvi¨® a apurar las frenadas como m¨¢s le gusta, tir¨® de las derrapadas, y encontr¨® su ritmo, rapid¨ªsimo, constante, necesario para buscar el col¨ªn de una Yamaha, la de Rossi, que impon¨ªa su regularidad al frente del pelot¨®n, su estabilidad y agilidad en las curvas m¨¢s largas.

Al italiano, segundo en parrilla, que se puso al frente ya en la primera curva, le cost¨® poco abrir distancias con sus competidores. En dos giros ya hab¨ªa dejado a m¨¢s de medio segundo a Zarco, maravilloso con su Yamaha sat¨¦lite en este tramo final de la temporada. Las distancias se mantuvieron al tiempo que M¨¢rquez iba ganando posiciones, remontando hasta la segunda plaza, calentando los neum¨¢ticos m¨¢s de la cuenta, tambi¨¦n. Por lo que se exigi¨® frenar un poco, bajar el ritmo. A nueve giros del final, Rossi le sacaba 1,3 segundos. Pero esa ser¨ªa la m¨¢xima distancia que separar¨ªa ambos. Pues el espa?ol, vi¨¦ndole a tiro, recuperadas las gomas, apret¨® m¨¢s y m¨¢s hasta darle caza. ¡°No iba bien, no iba fino, pero ve¨ªa que Vale se iba alejando y no quer¨ªa rendirme: hab¨ªa mucha motivaci¨®n extra. ?bamos los dos al l¨ªmite, a ver qui¨¦n ced¨ªa antes, qui¨¦n aguantaba m¨¢s¡±, confesaba M¨¢rquez al terminar la carrera. Y el que aguant¨® fue ¨¦l. Que cuando redujo esa distancia a poco m¨¢s de medio segundo vio c¨®mo su gran rival se iba al suelo delante de sus narices. ¡°Hubiera sido bonito llegar a la ¨²ltima vuelta as¨ª, pero¡­¡±, conced¨ªa el campe¨®n del mundo, que no quiso mentir: ¡°S¨ª, se me ha pasado el 2015 en alg¨²n momento por la cabeza, tambi¨¦n la penalizaci¨®n de ayer, la carrera de Australia ?¨CZarco le tir¨® y no pudo terminarla¨C. Ser campe¨®n te permite tener ese punto de m¨¢s. No ten¨ªa presi¨®n, eso me ha permitido pilotar con el f¨ªsico, poniendo la cabeza¡±.

As¨ª gan¨® un M¨¢rquez que, para variar, corri¨® con raciocinio y tambi¨¦n pele¨® con el coraz¨®n, una combinaci¨®n dif¨ªcil en la que no se deja nada al azar. Era la primera vez que ganaba la carrera desde una posici¨®n en parrilla m¨¢s all¨¢ de la segunda fila. Claro que, en este caso, si no sali¨® primero fue por su piller¨ªa en la clasificaci¨®n, no porque no se sintiera c¨®modo con la Honda, magn¨ªfica en el tramo final de la temporada.

Como maravilloso est¨¢ siendo el final de curso de la Suzuki. No pudo pelear Iannone en Sepang, descartado de la prueba a la primera de cambio, pero s¨ª lo hizo Rins, con su estilo delicado, veloz, constante, lanzado desde la octava plaza, finalmente segundo, por delante de Zarco. Tambi¨¦n ha dado muestras de recuperaci¨®n la Yamaha. No hab¨ªa m¨¢s que disfrutar de Rossi este domingo, fuerte en las frenadas, competitivo tambi¨¦n en las aceleraciones, se?al de la evoluci¨®n de la moto en los ¨²ltimos grandes premios. Lo demostr¨® la remontada de Vi?ales, que, sin embargo, sigue acusando la poca manejabilidad de su M1 en las primeras vueltas, con el dep¨®sito lleno, y tuvo que conformarse con el cuarto puesto. Ni rastro hubo esta vez de Dovizioso, anulado de la batalla curiosamente en un circuito en el que gan¨® los ¨²ltimos dos a?os. Tener una Ducati m¨¢s completa tiene una contrapartida: donde antes arrasaba ya no es tan fuerte. Y ante estos rivales ya nadie gana por velocidad punta.