Londres abronca al ¡®Pr¨ªncipe¡¯ Zverev
El joven alem¨¢n, silbado por interrumpir un punto decisivo en el ¡®tie-break¡¯, recoge el testigo de Becker y disputar¨¢ su primera final del Masters contra Djokovic (doble 6-2 a Anderson) tras deshacerse de Federer
La historia va de silbidos, los que se llev¨® Alexander Sascha Zverev cuando super¨® (7-5 y 7-6, en 1h 35m) a Roger Federer, el ojito derecho del p¨²blico londinense, y accedi¨® a la final de la Copa de Maestros por primera vez, priv¨¢ndole al suizo de seguir aspirando a su t¨ªtulo n¨²mero 100 y confirmando que mucho se tienen que torcer las cosas para que ¨¦l no sea el primer heredero de Los Tres Tenores; la historia, tambi¨¦n, va de aplausos, porque la grada del O2 rectific¨® y al final entendi¨® que si el joven hab¨ªa detenido un punto decisivo en el tie-break no fue de modo gratuito, por uno de esos ademanes excesivos que ofrece de vez en cuando, sino porque la bola que se le hab¨ªa escapado a uno de los recogepelotas del fondo le despist¨® y adem¨¢s ten¨ªa todo el derecho a hacerlo, por una mera cuesti¨®n de reglamento; y, sobre todo, la historia va de n¨²meros.
El Pr¨ªncipe Zverev tiene hoy 21 y 7 meses. Es decir, 16 menos que Federer, que cuando ¨¦l naci¨® (1996) ya daba pasos firmes hacia el circuito profesional, y 29 menos que Boris Becker, su compatriota y ¨²ltimo alem¨¢n que disput¨® la final de un Masters, entonces 1996 y 22 primaveras el tenista, derrotado por Pete Sampras en Hannover. Entre una fecha y otra, otros 22 a?os, uno m¨¢s de los que contabiliza un jugador que ser¨¢ el m¨¢s joven que apunte al t¨ªtulo en el torneo maestro desde Juan Mart¨ªn del Potro, este la misma edad cuando cedi¨® en la primera edici¨®n celebrada en la pista de Londres contra Nikol¨¢i Dadydenko. Nadie, en cualquier caso, m¨¢s precoz que el propio Becker, quien en 1985 se plant¨® en el episodio definitivo ante el rudo Ivan Lendl, ahora en el banquillo de Zverev.
Pitos, palmas, a?os. Y un Sascha enorme, bien asentado y templado, centrado exclusivamente en desarmar a Federer para ara?ar otro triunfo de altos vuelos contra el de Basilea, al que ya le ha vencido la mitad de las veces que se han encontrado, tres de seis: Halle 2016, Canad¨¢ 2017 y ahora Londres. No son los mejores tiempos para el suizo, que abri¨® el curso como un tiro y ha ido desinfl¨¢ndose, perdiendo color y mecha hasta ceder otra vez en las semifinales del Masters, al igual que el a?o pasado. Su derecha no desprende veneno y vuelve a perderse innecesariamente en el abuso del rev¨¦s cortado, viejo vicio del pasado que ya le penaliz¨® en el estreno contra Kei Nishikori.
Tenista de car¨¢cter, a Zverev le molestaron los chiflidos de la grada del O2, pese a que el p¨²blico entendiera la circunstancia y finalmente le aplaudiera. ¡°El recogepelotas dej¨® caer una bola en mitad del intercambio y luego corri¨® a por ella. Sin pensarlo, detuve el punto, dije que era let. As¨ª son las reglas¡±, explic¨® el n¨²mero cuatro, que solicit¨® al juez Carlos Bernardes que detuviera el juego. ¡°El p¨²blico no se dio cuenta. El abucheo me molest¨® un poco, y al final me sent¨ª triste, pero tal vez no sab¨ªan lo que hab¨ªa pasado realmente¡±, a?adi¨®. ¡°Pero al final le ped¨ª perd¨®n a Roger en la red. Dijo: ¡®Mira, ni siquiera tienes que disculparte. Todo esto es parte del juego. Esto sucede¡¯. A Federer le quieren en todo el mundo, como debe ser¡±, cerr¨®.
El suizo: ¡°No cuestiono su deportividad¡±
Por su parte, el suizo trat¨® de quitarle hierro al asunto. ¡°Sascha no se lo merece¡±, introdujo. ¡°No cuestiono su deportividad. No deber¨ªa disculparse, no hizo nada al respecto. Solo reclam¨® lo que era. Es parte del juego.?Son solo circunstancias desafortunadas, cosas que pasan. Hay una regla que dice que si algo as¨ª sucede, obviamente se repiten los puntos... ?Afectarme? ?Claro que me afect¨®! Luego me hizo un ace... Pero espero que no tenga una noche de insomnio¡±, concluy¨® en tono de broma el ganador de 20 grandes.
Con un regusto agridulce, Federer (37 a?os) cerr¨® su 20? temporada en la ¨¦lite del tenis como n¨²mero tres del mundo, entre luces y sombras. Lo hizo en el podio y con un grande m¨¢s en el listado, pero habiendo dejado escapar el cetro de Wimbledon y ofreciendo la sensaci¨®n de que el ritmo del reloj tampoco se apiada de ¨¦l, de modo que cada oportunidad perdida vale doble.
Ayer, Zverev se adjudic¨® un pulso de corte generacional y este domingo (19.00, Movistar+ D2) se enfrentar¨¢ al n¨²mero uno, Novak Djokovic, superior a Kevin Anderson por doble 6-2. ¡°Contra Roger hay que ser agresivo¡±, precis¨® el de Hamburgo, incisivo desde el principio ¨C23 golpes ganadores, frente a solo 13 del rival¨C, sensacional al servicio ¨Cgan¨® el 88% de puntos jugados con primeros¨C y finalista merecido en su segunda participaci¨®n en el torneo. Con un margen de progresi¨®n extenso, ¨¦l ser¨¢ quien defina su futuro: el ¨¦xito toca a su puerta llama.
* V?DEO: ZVEREV INTERRUMPE UN PUNTO DURANTE LA SEMIFINAL CONTRA FEDERER.
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