Carambola o nada
Espa?a afronta el amistoso con Bosnia con la atenci¨®n puesta en Londres, donde solo un empate entre Inglaterra y Croacia la clasificar¨ªa para la final de la Liga de las Naciones
Espa?a est¨¢ en Las Palmas, pero juega en Londres. As¨ª es el enredo en el que se ha metido la selecci¨®n de Luis Enrique, que se enfrenta a una encrucijada. Por un lado debe tramitar el engorro de un partido para la nada contra Bosnia (20.45, La 1). Por otra parte, vive a expensas de un empate entre ingleses y croatas en Wembley (15.00, Telecinco) que la embarque en la final a cuatro de la Liga de las Naciones del pr¨®ximo mes de junio. Cuatro horas separar¨¢n el resultado definitivo en el templo londinense del bolo entre espa?oles y bosnios en Gran Canaria, deprimente para los primeros si el equipo est¨¢ fulminado por el marcador ajeno.
Todo el inter¨¦s de la Roja est¨¢ focalizado en un cartel en el que nada tiene que decir tras los azotes sucesivos con Inglaterra y Croacia, que han rebajado el entusiasmo inicial con los primeros pasos de Luis Enrique al frente del combinado. Hoy, esta selecci¨®n es tan rutinaria que hasta el t¨¦cnico no lo maquilla: ¡°Es lo que hay¡±, vino a decir el preparador asturiano despu¨¦s de la derrota en Zagreb. En Las Palmas matiz¨®: ¡°Creo recordar que me hablaban del sistema de competici¨®n de la Liga de las Naciones, a eso me refer¨ªa. No le busquen doble contestaci¨®n porque no la hay, ya saben que yo soy muy directo¡±.
A los malos apuntes dejados por la Roja desde su brindis en Kiev en la Eurocopa de 2012 se a?ade ahora un verdadero cambio de ciclo. En Brasil 2014 y Francia 2016, el espinazo de Espa?a a¨²n remit¨ªa a los tiempos gloriosos. Las licenciaturas voluntarias de Piqu¨¦, Iniesta y Silva han dado paso a una nueva generaci¨®n que no acaba de explotar. Quiz¨¢ por el eterno eco de sus predecesores. Quiz¨¢ porque, como el sentir de Luis Enrique, la escala es otra, por mucho que a los aficionados les venza la nostalgia. Tanto que ya se clama en las encuestas y otros foros la vuelta de Iker Casillas. De Gea no es santo, lo mismo que otros muchos que le secundan perder¨ªan en la comparaci¨®n con la Roja de las cumbres. La Espa?a de hoy nada tiene que ver ni tendr¨¢ con la del trienio de la gran pasarela.
Sobre el portero del Manchester United, el t¨¦cnico se mostr¨® ¨¢cido al comentar las cr¨ªticas a su pupilo. ¡°Hay que aceptarlas, pero me resulta curioso cuando van tan dirigidas y personalizadas hacia un jugador¡±, dijo Luis Enrique. Y subray¨®: ¡°A un portero no le marcan goles solo porque est¨¦ m¨¢s o menos acertado; si el bal¨®n llega hasta ¨¦l es porque antes ha pasado por otras l¨ªneas¡±.
Un total de 27 jugadores ha reclutado el asturiano en cinco partidos. Muchos de ellos ya con acreditada experiencia internacional, con sus clubes y con la Roja. No se trata de un conjunto de cadetes, sino de un grupo con amplia mayor¨ªa de jugadores que superan los 25/26 a?os. Su yacimiento principal es la generaci¨®n que se impuso en el europeo sub-21 de 2013, justo un curso despu¨¦s del tercer y ¨²ltimo bingo de la absoluta en las Eurocopas. Nadie de aquel elenco ¡ªCarvajal, Isco, Nacho, Koke, De Gea, Rodrigo, Thiago, Morata¡ª ha despegado hasta tomar las riendas del primer equipo, asunto que todav¨ªa ancla en Sergio Ramos y Sergio Busquets.
Con unos y otros, Luis Enrique no ha logrado resetear al conjunto que sali¨® por la gatera del Mundial ruso. En la noria del seleccionador se suceden las alternancias, abundan las entradas y salidas. Y las sospechas por repentinas lesiones no del todo aclaradas, como los casos de I?igo Mart¨ªnez y ahora de Paco Alc¨¢cer. Como resultado de tanto vaiv¨¦n, Espa?a es un equipo irregular, con defectos en todas sus l¨ªneas, aunque tambi¨¦n con capacidad para disimularlos, como sucedi¨® en la visita a Inglaterra y en la zurra a Croacia en Elche.
Buscar un equipo tipo
Nadie, ni el propio Luis Enrique, ser¨ªa capaz de recitar de carrerilla el equipo tipo. En ello est¨¢ el entrenador, que pide tiempo para el ensamble sin que todav¨ªa se intuya cu¨¢l es el acople que busca. Mientras, algunos datos son inquietantes: Espa?a no recib¨ªa m¨¢s de dos goles en dos partidos consecutivos desde hace 27 a?os. ¡°Estoy en la b¨²squeda de un equipo de 23 jugadores; los futbolistas han cambiado y hay que ver distintas opciones¡±, expuso el exentrenador del Bar?a.
Toda b¨²squeda ser¨ªa m¨¢s llevadera con una final de la Liga de las Naciones en el horizonte. Asunto que ya no depende de la Espa?a que pareci¨® repuntar tras Rusia. Solo una carambola en Wembley ¡ªel empate es el ¨²nico marcador que sirve a los de Luis Enrique¡ª aliviar¨ªa el desamparo de tener que desfilar ante Bosnia con m¨¢s pena que gloria a la vista. Por mucho que el seleccionador apure su ¨²ltima cita con la Roja hasta marzo para seguir con su particular casting.
Robert Prosinecki, un viejo conocido en el banquillo bosnio
El seleccionador de Bosnia es un viejo conocido del aficionado espa?ol. Robert Prosinecki se sent¨® en la sala de prensa del estadio de Gran Canaria y no escatim¨® a la hora de hablar de Espa?a. ¡°Est¨¢is acostumbrados a ganar todo ¨²ltimamente, pero ahora va a venir una nueva generaci¨®n y para eso Luis Enrique necesita tiempo¡±, dijo el t¨¦cnico croata, que asumi¨® el cargo en Bosnia el pasado enero. ¡°Espa?a ha perdido dos partidos pero tiene buenos jugadores y creo que se va a clasificar sin problemas para la pr¨®xima Eurocopa¡±, continu¨® Prosinecki, que afronta su segunda aventura como seleccionador tras dirigir a Azerbaiy¨¢n de 2014 a 2017.
A sus 49 a?os, la carrera de Prosinecki en los banquillos no ha despegado a¨²n. Retirado de los terrenos de juego en 2004, se fogue¨® como asistente en la selecci¨®n croata durante cuatro a?os. En 2010 le lleg¨® su primera oportunidad como entrenador jefe. Fue en su club, el Estrella Roja de Belgrado, donde logr¨® su gran triunfo como jugador: la Copa de Europa de 1991. Aquel joven Prosinecki deslumbr¨® al mundo y el Real Madrid no par¨® hasta lograr su fichaje. Pero las lesiones y la irregularidad no permitieron su consagraci¨®n como estrella en el club blanco. Su mejor a?o fue en el Oviedo, lo que propici¨® su fichaje por el Bar?a de Cruyff en 1995. Tampoco triunf¨® de azulgrana ni en los pocos meses que estuvo en el Sevilla antes de marchar a Croacia.
Ahora Robert Prosinecki busca su sitio en los banquillos con el objetivo de llevar a Bosnia a la Eurocopa de 2020. Este domingo en Las Palmas se podr¨¢ ver un esbozo de su estilo, aunque sin dos de sus jugadores m¨¢s reconocidos, Pjanic y Vranes.
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