Espa?a da el cante ante Inglaterra

Una Espa?a atolondrada y gripada durante el primer tiempo acab¨® fundida ante una Inglaterra que la raj¨® a la contra. Lo hizo con eficacia ante la pasividad del equipo de Luis Enrique, golpeado de porter¨ªa a porter¨ªa con una p¨¢jara colosal. Un cante en toda regla para el que la Roja ya no tuvo enmienda pese a su arrojo del segundo acto, ya con su adversario limitado a la trinchera. Una estocada doble para Espa?a. Rebajada a la tierra en su intento por despejar los fantasmas de Rusia 2018. Y, de paso, obligada ahora en su pr¨®ximo duelo, en Croacia, si no quiere despe?arse de la fase final de la Liga de las Naciones, embarque que ten¨ªa a sus pies.

De repente, la Espa?a que parec¨ªa salir a flote en esta embrollada Liga de las Naciones se desplom¨® con estr¨¦pito, sin remedio. Dos fogonazos de inicio de Thiago y Marcos Alonso en dos saques de esquina consecutivos resultaron un espejismo. Sin continuidad, la Roja se descosi¨® de mala manera, tiritando en defensa, descontrolada en el eje y rasa en ataque.

Tan destartalado estaba el equipo de Luis Enrique que Inglaterra se bast¨® con dos jugadas parvularias a la contra. Ambas florecieron a pies de Pickford, el portero ingl¨¦s. Se?al del extrav¨ªo espa?ol. Pickford-Kane-Rashford-Sterling: gol. Esta vez, Marcos Alonso lleg¨® con retraso ante Sterling. Catorce minutos despu¨¦s el mismo roto. Pickford cit¨® a Kane a varias cuadras. El capit¨¢n ingl¨¦s, presuntamente arrestado por Sergio Ramos y con Nacho al quite, gan¨® el asalto al primero y al segundo y asisti¨® a Rashford. En esta ocasi¨®n, Jonny lleg¨® en el cami¨®n escoba para frenar al goleador ingl¨¦s. Una catarata de desprop¨®sitos de la que nadie se libr¨® en una Espa?a pasmada. Hasta tal punto atrofiada que Ramos y Busquets, dos centuriones, se anudaron los pies y sus pifias en la misma jugada derivaron en otro banderillazo. Una picadita de Barkley sobrepas¨® al muro espa?ol. Kane, estupendo aun sin goles, fue el m¨¢s pillo, salt¨® la alambrada y se mensaje¨® con Sterling. Tres azotes sin que De Gea hubiera podido calentarse las manos.

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No hubo migajas de la Espa?a de Wembley y Cardiff. Y, mucho menos, de la Roja que apabull¨® a Croacia. Luis Enrique envid¨® con un 4-3-3 replicado por su colega Gareth Southgate, que ha pasado p¨¢gina con el sistema de los tres centrales que despleg¨® en Rusia. No es una selecci¨®n para el descorche, pero en este tr¨¢nsito en b¨²squeda de un nuevo molde se apa?a de vez en cuando si puede explotar algunas vetas, como la de Kane ¡ªque juega mejor de lo que destila su aparente r¨ªgido corpach¨®n¡ª y los velocistas Rashford y Sterling. En el Villamar¨ªn tambi¨¦n tuvo las perchas de Winks y Barkley, fluidos en el medio. Pese al empe?o de Thiago no hubo manera de que el conjunto espa?ol sincronizara las l¨ªneas. Sin desborde ni control, mal parada para el quite. Como consecuencia, en el intermedio: la peor derrota en la historia de Espa?a como local en un duelo oficial (seg¨²n el estad¨ªstico Mister Chip).

Luis Enrique prefiri¨® no se?alar a nadie al descanso, y nada cambi¨® hasta que se acerc¨® la hora de juego. Paco Alc¨¢cer, el iluminado de estos d¨ªas, y Ceballos ¡ªel chico del nido b¨¦tico¡ª relevaron a Sa¨²l y Aspas. A Espa?a ya solo le quedaba un toque de corneta. Con Ceballos, la grada entr¨® en combusti¨®n. Con Alc¨¢cer lo que lleg¨® fue el gol. Y sin demora, en su primera acci¨®n. En estos tiempos, Alc¨¢cer embocar¨ªa lo que fuese, el bander¨ªn del c¨®rner o lo que le cayera del tercer anfiteatro. Asensio lanz¨® un saque de esquina y Alc¨¢cer, brib¨®n, se anticip¨® por el aire a las p¨¦rtigas inglesas. Con remangue, Espa?a alcanz¨® su momento m¨¢s vivificante. Un enredo de Pickford al sacar casi refuerza el credo espa?ol, pero el ¨¢rbitro no apreci¨® penalti en el cuerpo a cuerpo entre el guardameta y Rodrigo. Visto el arrebato local, Southgate retoc¨® la zaga y se empotr¨® de nuevo como anta?o, con tres centrales. Hac¨ªa tiempo ya que Inglaterra solo barr¨ªa cerca de su red, ya sin recorrido ofensivo. Lo mismo dio. El grupo de Luis Enrique no tuvo otro ingenio que remar con Jonny tira que tira centros, dale que dale sin consecuencias, salvo un remate final al larguero de Marcos y el terminal gol de Ramos. Para entonces, el reloj ya hab¨ªa menguado para la Roja sin mayor consuelo. Su espantosa primera parte ya la hab¨ªa condenado. En el marcador y en el ¨¢nimo general. Todo un bajonazo en su supuesta remontada postmundialista.

Un dato inquietante: Espa?a no perd¨ªa en casa en partido oficial desde hac¨ªa 15 a?os.