El desconcierto del Barcelona
El equipo azulgrana es un guirigay en defensa y en la salida del bal¨®n, demasiado confuso su f¨²tbol y propuesta
Aunque mantiene el tono competitivo porque sigue en la cresta de la Liga al tiempo que en la Champions ya est¨¢ en octavos, el Bar?a se mostr¨® en Eindhoven m¨¢s confuso que nunca. Quiz¨¢ por eso, cuando el traductor hac¨ªa eco de sus palabras en holand¨¦s, Ernesto Valverde repet¨ªa los lamentos silenciosos hacia la nada, acompa?ados por unas ojeras profundas y el gesto torcido. Se le ve¨ªa inc¨®modo, enfurru?ado porque el juego de su equipo emiti¨® se?ales desconcertantes. Como que Arturo Vidal le echara una reprimenda a Semedo tras un bal¨®n a su espalda; que Lenglet y Rakitic discutieran hasta que intercedi¨® Piqu¨¦; que Coutinho siga siendo una sombra de lo que fue; que Demb¨¦l¨¦ bailara a Gast¨®n Pereiro en una baldosa por tres veces para despu¨¦s errar un pase de dos metros; y que el equipo jugara a achicar agua en ciertas fases del encuentro, incapaz de hilvanar el f¨²tbol por dentro ni por fuera, tambi¨¦n con el tembleque en el cuerpo cuando deb¨ªa sacar la pelota jugada ante la asfixiante presi¨®n rival. Guirigay que se da peri¨®dicamente en la Liga, pero que se presupon¨ªa prohibido en la Champions, competici¨®n primordial para los azulgrana como advirti¨® Messi, ¨²nico en hacerse valer con una jugada entre cinco rivales para marcar su gol, para explicar que todav¨ªa le alcanza con sus pies para reventar al rival.
Edades y dignidades. La plaga de bajas del Barcelona no agita el c¨®ctel de La Masia como se presupon¨ªa al inicio del curso porque as¨ª lo expresaron desde el cuerpo t¨¦cnico, la directiva y el ¨¢rea deportiva. ¡°La Champions no es para hacer experimentos¡±, contradijo Valverde cuando le cuestionaron por la prolongada esterilidad del ¡®desplegable¡¯, toda vez que los del filial no tienen voz ni voto en el primer equipo por m¨¢s que se sucedan y reproduzcan las lesiones. En el PSV Stadium, mand¨® a Riqui Puig a la grada y a Ale?¨¢ a calentar durante media hora para no darle la ocasi¨®n. Tir¨® Valverde de edades y dignidades, de la cl¨¢sica jerarqu¨ªa que tienen unos futbolistas que lo han ganado todo pero que est¨¢n desafinados desde hace tiempo. Pero el t¨¦cnico no ve el momento de dar un volantazo, de dar minutos a j¨®venes que en la temporada anterior ganaron sin ir m¨¢s lejos la Youth League.
Coutinho sale caro. El brasile?o se convirti¨® el a?o pasado en el futbolista m¨¢s caro de la historia del Bar?a, despu¨¦s de que el club acordara un traspaso de 160 millones (120 fijos m¨¢s 40 en variables) al Liverpool. Una losa que no se saca de encima. Aunque su relaci¨®n con el gol es relativamente fija, Coutinho se encasquill¨® como medio para subrayarse de extremo. Pero hace partidos que no es resolutivo ni genera el peligro que se le reconoce, menos a¨²n participa del juego colectivo ¨Cen el PSV Stadium solo dio 27 pases buenos y perdi¨® un total de 16 balones en el encuentro- porque o atiende a Messi o se busca las habichuelas con el quiebro, lejos de dar continuidad y fluidez al rodar del bal¨®n. ¡°Estamos muy contentos con ¨¦l y solo le falta un poco de ritmo para volver a ver su mejor versi¨®n. Es muy bueno y sus n¨²meros ser¨¢n buenos al acabar el a?o¡±, defienden desde los despachos de la ciudad deportiva. Pero suma cinco goles en 17 encuentros y el futbolista que deslumbr¨® en el Liverpool no ha llegado al Camp Nou.
Ra¨ªz marchita. ¡°Siempre intentamos sacar la pelota jugada y arriesgamos mucho¡±, argument¨® Valverde para justificar la persistencia del equipo en fabricar el f¨²tbol desde atr¨¢s, por m¨¢s que no lo consiguiera ante el acoso avanzado y al hombre que ejerc¨ªa el PSV. Ter Stegen perdi¨® varios balones, Piqu¨¦ se enred¨® en los despejes, Lenglet no filtr¨® pases por dentro y los laterales apenas mordieron la banda. Pero el desaguisado eclosion¨® en el centro porque Busquets lleva unos partidos fuera de comp¨¢s, Arturo Vidal no casa con el f¨²tbol del ¡®toco y me voy¡¯ y Rakitic parece m¨¢s c¨®modo en el corte que en la confecci¨®n. Se ech¨® en falta a Arthur. ¡°Ha pasado de jugar una competici¨®n a varias, adem¨¢s de viajar con la selecci¨®n¡±, dijo Valverde para explicar la lesi¨®n del medio. Y, en un peque?o desliz (o no), agreg¨®: ¡°Se tiene que acostumbrar a jugarlo todo¡±. Normal si se tiene en cuenta que el brasile?o es el que no pierde la pelota, el que mueve los hilos y el que marcar¨¢ el tono azulgrana cuando se despoje del miedo a perder el bal¨®n. Mientras tanto, si la presi¨®n rival es acertada, el Bar?a suda la gota gorda.
Defensa agujereada. Hac¨ªa 54 a?os que el Bar?a no encajaba tantos goles en la Liga (19 en 13 jornadas), circunstancia que condiciona al equipo y al t¨¦cnico, que atienden al retrovisor m¨¢s que al frente porque intentan poner remedio al boquete. Piqu¨¦, sin embargo, ten¨ªa clara la tesis: ¡°Cuando ataquemos, debemos estar todos atentos para presionar todos juntos si perdemos el bal¨®n¡±. O, lo que es lo mismo, solicitaba que la transici¨®n ataque-defensa no solo fuera de los medios y los zagueros. Deseo que, de nuevo, cay¨® en saco roto frente al PSV, que firm¨® 24 remates y m¨¢s que pudieron ser porque el Barcelona hizo agua desde el inicio, puesto que Messi se hac¨ªa el longuis a la hora de lanzar la presi¨®n del mismo modo que a Coutinho y Demb¨¦l¨¦ les cost¨® horrores jugar sin la pelota. Demasiado desconcierto para tan buen camino hasta la fecha.
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