El entrenador de Boca: ¡°No creo que vaya a ser un partido visualmente atractivo¡±

Atenci¨®n, aficionados al f¨²tbol interesados en ver la final de la Copa Libertadores, prevista para el pr¨®ximo domingo en el Bernab¨¦u: abandonad toda esperanza de ver un espect¨¢culo "visualmente atractivo". Eso es lo que vino a explicar Guillermo Barros Schelotto, el entrenador de Boca, en el mediod¨ªa del viernes durante una conferencia de prensa multitudinaria celebrada en Las Rozas, en la sede de la federaci¨®n espa?ola de f¨²tbol.

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"La forma de jugar nuestra es muy clara", se?al¨® el t¨¦cnico, "muy simple. Somos de atacar r¨¢pido. Somos de tratar de generar y buscar situaciones de gol. No somos de esperar. Ahora bien: el partido del domingo, por m¨¢s que sea un cl¨¢sico con River y uno tenga la expectativa de ver un gran partido porque se enfrentan los mejores equipos de Sudam¨¦rica, nuestra idiosincrasia, nuestra forma de enfrentar una final, quiz¨¢s no sea como pasa en otros lados donde uno va a ver el espect¨¢culo de f¨²tbol. En la final del Bernab¨¦u el espectador que nunca ve el f¨²tbol argentino ver¨¢ dos equipos que uno le quiere ganar al otro. No creo que vaya a ser un partido visualmente atractivo. Ser¨¢ trabado y luchado. Probablemente, ni siquiera se vea lo mejor de River y lo mejor de Boca, sino dos equipos que quieren ganar la final".

En la centenaria historia del f¨²tbol mundial jam¨¢s se ha disputado una final que los participantes no quieran ganar. Esto no es lo que define exactamente el extraordinario Boca-River que se prepara en Madrid. Lo verdaderamente raro es el miedo a perder que comparten ambos equipos, en sinton¨ªa con el ardor fan¨¢tico que se respira en el entorno de los clubes y el desprecio que desde hace d¨¦cadas se reserva en Argentina hacia todo aquello que m¨ªnimamente pueda ser relacionado con la idea del fracaso.

La presi¨®n sofoca a los dos equipos. Los futbolistas viven aplastados bajo el peso del amor de sus hinchadas, las maniobras de sus barras bravas, o la gesti¨®n pol¨ªtica de sus dirigentes. Preguntado por esta cuesti¨®n, Barros-Schelotto neg¨®, como es l¨®gico, que Boca tenga m¨¢s miedo a perder que ganas de ganar.

Agradecimiento a sus hinchas

"Sin duda", dijo el t¨¦cnico, despu¨¦s de hacer una larga pausa reflexiva; "lo que uno busca es ganar porque es el desaf¨ªo profesional. Uno cuando juega o dirige no piensa en quedar en la gloria, solo piensa en ganar la final. Yo cuando era jugador tampoco pensaba en el miedo a perder. Pensaba en que quer¨ªa ser campe¨®n. En el desaf¨ªo de la competencia. M¨¢s all¨¢ del resultado de este partido, hay que reconocer a Boca y River el lugar hasta donde han llegado y el prestigio que han brindado al f¨²tbol argentino demostrando que son los mejores equipos de Am¨¦rica".

Barros-Schelotto emple¨® buena parte de su intervenci¨®n en agradecer el apoyo de los seguidores de Boca, que desde la v¨ªspera de la ida de la final en la Bombonera han llenado su estadio hasta en cuatro ocasiones para acompa?ar al equipo en entrenamientos, despedidas y partidos. Pero tambi¨¦n advirti¨® de que este aliento emocional tiene efectos perniciosos para sus futbolistas. El entrenador reconoci¨® que parte de su labor como psic¨®logo consiste en restar presi¨®n a los chicos: "Cuando hablo con los jugadores antes de jugar de local siempre sale el tema del hincha. Les digo que se lo tomen a favor, que el apoyo de las gradas sea algo que deben tomarse de manera positiva. Pero, claro, esta atm¨®sfera a veces se pone en contra nuestra. Depende de cada uno".

Como era de esperar, Barros-Schelotto se mostr¨® favorable a la deportaci¨®n efectuada desde el aeropuerto de Barajas de varios barras bravas boquenses. "Hay que cumplir el reglamento", dijo, con todo el sentido diplom¨¢tico que fue capaz de imprimirle a su declaraci¨®n, considerando que los barras bravas forman parte del poder f¨¢ctico en Boca.