Diakhaby salva al Valencia pero no evita la bronca de Mestalla

Un gol del gigant¨®n franc¨¦s Mouctar Diakhaby evit¨® la punzada del Sevilla en Valencia. Ni siquiera el tanto, que rescat¨® al equipo de Marcelino en el descuento, evit¨® la pa?olada y la bronca de su gente, harta de tanta incompetencia, con Peter Lim en el palco. El Valencia se escurre falto de consistencia, confianza y punter¨ªa mientras el Sevilla, que tropez¨® dos veces con el palo, mantiene una distancia de 10 puntos ante un adversario directo en la pelea por las plazas de la Liga de Campeones.

En el cuadril¨¢tero de Mestalla se dieron de bofetadas dos aspirantes europeos. El dinero de la UEFA estaba en juego y tanto Valencia como Sevilla, por encima de todo, aspiran a lograr ese bot¨ªn al final de curso. El duelo era decisivo para el horizonte de ambos, aunque Marcelino insist¨ªa en la previa que su equipo no disputaba una final porque quedaban 72 puntos en juego.

La mejora del Valencia respecto a la pobre imagen que ofreci¨® en el Bernab¨¦u siete d¨ªas atr¨¢s fue evidente, pero se apag¨® y no tuvo continuidad m¨¢s all¨¢ de los primeros compases del segundo acto. Mejor juego, mejor actitud, m¨¢s ritmo y m¨¢s agresividad. El grupo de Marcelino se ech¨® encima del Sevilla y abandon¨® su abrigo de equipo conservador. El Valencia ahogaba la salida de bal¨®n de Banega y Franco V¨¢zquez pero al Sevilla lo mantuvo con la cabeza fuera del agua el portero Vaclik. Garay remat¨® de cabeza una falta sobre Guedes que sac¨® Parejo, detuvo el meta checo en una parada llena de reflejos que repiti¨® segundos despu¨¦s para mandar a c¨®rner un tiro de Santi Mina, al que la hab¨ªa ca¨ªdo el rechace. Era el minuto dos pero la salida local calent¨® a la disgustada grader¨ªa de Mestalla. Dos minutos m¨¢s tarde, el VAR revis¨® sin consecuencias un chut de Carlos Soler que dio en la mano de Kjaer. Luego, a la media hora, de nuevo el VAR dejar¨ªa en nada un derribo de Garay en ¨¢rea andaluza.

El Valencia gan¨® duelos. Y, sobre todo, en la izquierda apareci¨® Guedes. Castigado por una pubalgia desde el choque ante el Barcelona en la jornada 8, el portugu¨¦s mostr¨® detalles del jugador que fue el curso pasado hasta que se le agot¨® la bater¨ªa y lo retir¨® Marcelino pasada la hora. El tratamiento al que fue sometido el mi¨¦rcoles para combatir su lesi¨®n, que consisti¨® en un bloqueo del nervio inguinal que le genera molestias, parece que da resultado. Si sigue as¨ª, el de Benavente esquivar¨¢ el quir¨®fano. La vuelta de Guedes es un alivio para Marcelino, que pena sin su jugador franquicia pero ayer no fue suficiente. Con su sustituci¨®n, cuando ya no pod¨ªa m¨¢s, el Valencia perdi¨® capacidad intimidatoria. Cheryshev no es lo mismo.

El Valencia recuper¨® vuelo por las alas con Guedes y con Carlos Soler. El canterano sum¨® por la derecha donde fue una amenaza para Sergi G¨®mez y Escudero pero su juego no encontraba continuidad en Santi Mina y Rodrigo, controlados siempre por los tres centrales andaluces, muy seguros hasta la jugada del empate.

Sin alterarse ante el mejor juego local, el Sevilla avanz¨® lentamente hasta dominar el partido. La tropa de Pablo Mach¨ªn s¨®lo se desnivel¨® en los compases iniciales ante la salida al abordaje del equipo del murci¨¦lago. Consciente de que las prisas por ganar angustiar¨ªan a los blanquinegros tarde o temprano, el Sevilla creci¨® pasito a pasito. El gol de Sarabia golpe¨® en la fr¨¢gil confianza de los jugadores locales que se desinflaron despu¨¦s de empujar sin resultado en el primer acto. Sarabia caz¨® un mal disparo de Promes para hacer gol y angustiar al Valencia, que de ah¨ª al final volvi¨® a ser el equipo previsible de toda la temporada.

La segunda parte se la comi¨® el Sevilla, acurrucado detr¨¢s para salir y hacer da?o. En dos arrancadas, Banega y Andr¨¦ Silva dispararon al palo ante un Valencia que empezaba a desordenarse y a escuchar pitos. Los centros laterales de Gay¨¤ o Wass eran una bicoca para los centrales de Mach¨ªn, hasta que en un descuido emergi¨® la figura del gigant¨®n Diakhaby para cabecear en tiempo de descuento un centro espl¨¦ndido de Parejo desde la derecha al saque de una falta lateral.