El Bar?a sigue congelado ante el Olympiacos y un imponente Milutinov

El Barcelona se ahog¨® ante el Olympiacos (60-69) y prolong¨® un itinerario tortuoso a m¨¢s no poder esta temporada. Sum¨® su cuarto partido seguido en la Euroliga por debajo de los 65 puntos y, por supuesto, su cuarta derrota seguida en una competici¨®n que le tiene atormentado desde hace m¨¢s de dos a?os. Sufre el Barcelona, incapaz ante el Olympiacos de hacerse con el rebote defensivo (17 capturas ofensivas sumaron los griegos), de frenar al p¨ªvot serbio Nikola Milutinov (18 puntos y 14 rebotes) y de hacer carburar a algunos de sus pretendidos baluartes, sea Tomic (dos puntos y tres rebotes aunque sufr¨ªa una indisposici¨®n), sea Singleton (cero puntos y tres rebotes en 29 minutos) o incluso Heurtel (ocho puntos y tres asistencias).

Se suceden las derrotas y se subraya la impotencia de este Barcelona derrotado por 19 puntos ante el Fenerbah?e en el Palau, superado en Podgorica por el Buducnost y arrollado tambi¨¦n en Madrid con 27 puntos. Ante el Olympiacos, en un partido de mucha tralla defensiva y poca finura en el tiro, fue todo el tiempo a remolque.

El Barcelona se descolg¨® desde los primeros compases del tercer cuarto (30-38) con dos triples seguidos de Spanoulis y Papanikolau y desde el minuto 25, en que los griegos pusieron la mayor diferencia de por medio (35-47) fue incapaz de forzar alg¨²n punto de inflexi¨®n. Forz¨® hasta 15 p¨¦rdidas del cuadro griego, pero despilfarr¨® el esfuerzo con su incapacidad para hacerse fuerte en el rebote, con un total de 14 capturas menos que su rival.

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El Olympiacos rein¨® con un imponente Milutinov, ese p¨ªvot al que eligieron los Spurs en el draft de 2016, con un Spanoulis y un Printezis que, m¨¢s all¨¢ de que jueguen bien o regular, siempre manejan los ritmos y dirigen las secuencias del juego, algo que parecen contagiar a jugadores m¨¢s de paso como Williams-Goss o Zach Leday.

Esa falta de poder de reacci¨®n y de repr¨ªs del Barcelona revela lo que podr¨ªa ser un mal momento, un bache. Pero se adivina algo peor, dados los precedentes, la fea estela que va dejando el cuadro de Pesic durante el ¨²ltimo mes. Y adem¨¢s, con jugadores que tambi¨¦n se consideraban significativos todo el tiempo en el banquillo, caso de Pau Ribas, o casi todo, como S¨¦raphin, adem¨¢s de otros con aportaciones repetidamente muy escasas, esta vez, por ejemplo, Pangos y Blazic. Algo, bastante m¨¢s de la cuenta, no funciona en este Bar?a que, de un tiempo a esta parte, parece estar congelado.