El Bar?a regresa a tiempo en Vitoria

En el Buesa Arena se cruzaban las gr¨¢ficas de dos equipos con trayectorias opuestas, pero igualados en el n¨²mero de victorias y derrotas en la Euroliga. El Baskonia llegaba de tres partidos consecutivos a su favor; el Barcelona, con el lastre de cuatro fiascos seguidos. Se presum¨ªa la tormenta perfecta en el duelo de vascos contra catalanes, y los dos equipos se pusieron a ello en un partido igualado, con pocos matices. Al menos, hasta el ¨²ltimo cuarto.

El Barcelona empez¨® explotando la presi¨®n en el inicio del juego baskonista, y le dio buenos resultados. Los hombres de Perasovic perdieron bastantes balones en el inicio de las jugadas, y apenas pod¨ªan intentar segundas acciones en fase ofensiva, porque Singleton y Ribas dominaban el rebote. La defensa del Bar?a oblig¨® al Baskonia a demasiados lanzamientos lejanos en el primer cuarto, lo que hizo mella en su anotaci¨®n. En los siguientes 10 minutos, sin embargo, las cosas estuvieron m¨¢s igualadas. Sali¨® Shields al rescate del equipo vitoriano y su eficacia en el tiro atemper¨® los impulsos iniciales del Bar?a. Fue un b¨¢lsamo para los suyos, que mejoraron sus n¨²meros. El marcador se apret¨® hasta el 39-42 del descanso. El equipo de Pesic, pese a no encontrarse tan c¨®modo en la cancha como al principio, no ofrec¨ªa malas sensaciones.

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Pero en el tercer cuarto regres¨® el Barcelona mortecino de los ¨²ltimos partidos europeos. Sin encontrar enfrente a un Baskonia superlativo, se estrell¨® contra su ineficacia atacante. En los nueve primeros minutos del tercer cuarto, los azulgrana ¡ªde amarillo chill¨®n¡ª anotaron cuatro puntos. S¨®lo a falta de 22 segundos, despu¨¦s de un tiro libre y una canasta de campo, maquillaron con tres puntos m¨¢s el desastre ofensivo. La elecci¨®n de lanzamiento fue un desastre, y aunque defendieron con aplicaci¨®n, no pudieron impedir que el Baskonia se pusiera por delante (55-49 tras el tercer parcial).

Claro que la temperatura de un partido puede cambiar en unos segundos. El ¨²ltimo cuarto, que se presentaba esperanzador para los vitorianos, se convirti¨® en un camino pedregoso para los jugadores de Perasovic. El term¨®metro se puso bajo cero. S¨²bitamente, fueron ellos los que empezaron a precipitarse, a buscar la distancia por la v¨ªa r¨¢pida de los triples, y se equivocaron en las decisiones. El Barcelona sali¨® del letargo de los 10 minutos anteriores, y regres¨® al partido para tratar de convertirlo en un cara o cruz. En un par de chispazos volvi¨® a tomar el mando y silenci¨® al bullicioso Buesa Arena.

Cuando Pau Ribas anot¨® un triple a menos de tres minutos para el final (62-69), el pabell¨®n se transform¨® en un velatorio. A 1m50s, Pangos puso la diferencia en nueve, inalcanzable para el Baskonia, que se deshizo en 10 minutos de gesti¨®n deficiente y encaj¨® 28 puntos en ese tramo. Las dos rachas se rompen. Una para bien, la del Bar?a, otra para mal, la baskonista.