El cocinero que se comi¨® al aparato institucional
Aitor Elizegi, ap¨®stol del movimiento culinario 'Slow Food', se convierte contra pron¨®stico en el nuevo presidente del Athletic
A la familia de Aitor Elizegi Alberdi (Bilbao, 1966) no le hizo demasiada gracia que su hijo decidiera matricularse en la segunda promoci¨®n de la Escuela de Hosteler¨ªa de Galdakao. Ellos pensaban en una carrera m¨¢s convencional: ¡°A mi padre le di un disgusto. Fue un fracaso porque ¨¦l era delineante y trabaj¨® toda su vida en la misma empresa¡±.
Pero al nuevo presidente del Athletic, que le cog¨ªa pu?ados de angulas a su abuela pescatera para com¨¦rselas fr¨ªas y repart¨ªa las barras de pan del comercio de su madre por las casas, le atra¨ªan sin remedio los fogones y las cazuelas, en los que irrumpi¨® cuando en el Pa¨ªs Vasco acababa de explotar la revoluci¨®n de la cocina, las recetas revolucionarias empezaban a desplazar a los guisos tradicionales, y la thermomix a la olla a presi¨®n.
En los noventa se lanz¨® a la aventura con el restaurante Gaminiz de Plentzia, y despu¨¦s ampli¨® sus perspectivas y sus negocios. Se hizo ap¨®stol del Slow Food, un compromiso con la buena comida y el medio ambiente. El p¨²blico le empez¨® a descubrir a trav¨¦s de sus colaboraciones en Radio Bilbao, donde explicaba las motivaciones de ese movimiento, y tambi¨¦n hablaba del Athletic.
Con el Bascook y el Txocook ampli¨® sus sue?os hosteleros, al tiempo que se hac¨ªa con la presidencia de Bilbao Dendak, la asociaci¨®n de comerciantes m¨¢s potente de Bizkaia. Sustituy¨® en el cargo al periodista Juan Carlos Ercoreca, que fue corresponsal pol¨ªtico de varios medios vascos hasta que tuvo que encargarse de los negocios de su padre. Ercoreca fue una de las figuras clave para el impulso definitivo de la candidatura de Elizegi. Hab¨ªa sido vicepresidente del Athletic y fue derrotado en las elecciones de 2007 por Fernando Garc¨ªa Macua. Ahora se har¨¢ cargo de la Fundaci¨®n Athletic, de donde saldr¨¢ el exjugador Ritxi Mendiguren, amigo ¨ªntimo de Josu Urrutia.
Elizegi es presidente contra pron¨®stico. Nadie daba un duro por ¨¦l cuando decidi¨® tomar parte en el proceso electoral. El aparato institucional jugaba a favor de Alberto Uribe-Echevarria. Adem¨¢s, el cocinero anunci¨® primero que se presentaba, descart¨® tal posibilidad apenas 24 horas m¨¢s tarde y, finalmente, cuando su oponente crey¨® que ten¨ªa v¨ªa libre regres¨® a la batalla. Ten¨ªa en contra el tiempo para recoger las firmas necesarias para poder optar a las elecciones. Las entreg¨® a ¨²ltima hora. Tambi¨¦n se enfrentaba a los siete a?os de mandato de Urrutia, que al frente de la junta gestora realiz¨® una serie de movimientos en forma de renovaci¨®n de futbolistas que parec¨ªan m¨¢s una jugada de propaganda a favor de Uribe-Echevarria. Adem¨¢s, la pol¨¦mica se aviv¨® cuando en la fotograf¨ªa oficial de la firma de ?scar De Marcos aparec¨ªa en una esquina la figura de Javier Aldazabal, miembro de la candidatura oficial que no deber¨ªa estar ah¨ª porque ya no era miembro de la directiva. En el club negaron que fuera ¨¦l, despu¨¦s rectificaron y se?alaron que s¨ª era, y que hab¨ªa acudido a la sede del club a por papeletas. Elizegi protest¨®.
Lo deportivo, la prioridad
Tambi¨¦n se llev¨® una decepci¨®n cuando el PNV, de forma expl¨ªcita, le dio su apoyo a Alberto Uribe-Echevarria. El cocinero es afiliado del partido nacionalista, fue uno de los firmantes de una carta de apoyo a la candidatura de I?igo Urkullu como lehendakari y vio c¨®mo la presidenta del Bizkai Buru Batzar, Itxaso Atutxa, acud¨ªa a la presentaci¨®n de la candidatura de su oponente, sin afiliaci¨®n partidista conocida.
Pese a todo, el sue?o recurrente de Aitor Elizegi de ser presidente del Athletic se cumplir¨¢. Los socios, en gran parte, castigaron la gesti¨®n de Urrutia, su visi¨®n particular del club. No est¨¢ tan claro que todos sus objetivos se puedan cumplir, aunque dispone de un equipo solvente a primera vista, por el volumen de sus curr¨ªculums, que tratar¨¢ de ponerle en tierra firme. Su primer empe?o ser¨¢ sacar al equipo del pozo. Luego vendr¨¢n las gradas populares, el equipo femenino, el Athletic 3.0 o los dem¨¢s sue?os que planea, pero lo primero es lo primero: ¡°Llegar a los puntos necesarios para que la afici¨®n y el equipo est¨¦n tranquilos¡±.
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